La lluvia desmejora pero no destroza la ceremonia | OneFootball

Ceremonia sobre el río Sena que ha mezclado sin mucho éxito la parte artística con la parte protocolaria. Desde ahí, todo fue mucho mejor. El cénit fue cuando Rafa Nadal llevó la antorcha,

Inicio épico

La ceremonia comenzaba con Zidane haciendo una aparición heroica para reorientar el fuego olímpico, que se había ido a Saint-Denis, aunque se queda atrapado en el metro y no le queda otra que dársela a unos niños. Ahí llegó la primera aparición del famoso enmascarado, que fue un hilo conductor.

Mientras Macron y Bach estaban saludando al respetable, la barca de los niós atravesaba un puente en el que los fuegos artificiales dibujaban la bandera francesa. A los ocho minutos, comenzaba el desfile entre una cortina de agua. Tras el primer bloque, que abrió Grecia y cerró Bahréin, Lady Gaga hizo una actuación cabaretera mientras el desfile seguía y la orilla del Sena parecía Barbieland.

Una de las mayores curiosidades del desfile era el barco de Bután, que está en el tweet de abajo. Cuando íbamos por la C de cancán, este mítico baile aparecía a las orillas del río con ciertos toques de techno y luego los obreros de Notre-Dame se convertían en músicos poniendo la banda sonora con sus herramientas y los bailarines invocaban al dorado que el enmascarado fundía en el taller para hacer las medallas.

Aparición de España en la ceremonia

Les Misérables inauguraban el tercer acto, llamado Liberté, al cual seguía una aparición estelar de Gojira con un show rammsteiniano. Al metal le seguía L’amour est un oiseau rebelle, el aria más conocido de Carmen (Georges Bizet) y la primera aparición en directo del enmascarado con Aya Nakamura. El puente de la concordia estaba siendo el centro neurálgico de esta primera hora de ceremonia. Después de Eritrea, llegaba el momento cumbre: Aparecía España. La regatista Tamara Echegoyen y el piragüista Marcus Cooper portaban la rojigualda. Poco después, La Giocconda era robada por el enmascarado con un butrón.

Luego llegaba el momento del cine, pudimos ver incluso a los Minions, que robaron La Gioconda. Justo después, La Marsellesa se interpretaba desde lo alto del Grand Palais, con Axelle Saint-Cirel interpretándola envuelta en la bandera gala. Tras este momento, se homenajeó a las diez mujeres más importantes de la historia francesa y luego volvía la ópera desde una de las pistas montadas en pleno río. En el ecuador de la ceremonia era momento para la moda, como todos sabemos, París es una de sus capitales mundiales.

Final del desfile de naciones

Francia y Estados Unidos fueron quienes cerraron el desfile, con LeBron James portando The Star Spangled Banner. Desde su inicio hasta su final con la nación anfitriona pasaron dos horas y diecisiete minutos. La Torre Eiffel formaba la bandera europea mientras sonaba una colección de oldies que aún hoy no pasaron de moda, con un show sobre la pasarela de modelos que invocaba al espíritu olímpico de diversidad. Justo después, llegó una preciosa versión de Imagine en la voz de Juliette Armanet con un piano en llamas. Sin duda, este fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.

Juliette Armanet canta Imagine en la Ceremonia. (X/@Televizona)

La bandera olímpica remontó Sena arriba a hombros de un jinete misterioso, que parecía ser un muñeco de metal gris y representaba a Juana de Arco. Este cobró vida en un caballo y una persona de carne y hueso llevando la bandera, luego sonó el himno olímpico en la voz del coro de Radio France, en un momento precioso. Llegado este momento, tocaba destacar la banda sonora de la ceremonia, que había adornado muy bien estas cuatro horas de evento. Filippo Grandi recibió el laurel olímpico y lo agradeció en un vídeo, Grandi es alto comisionado de la ONU para los refugiados. Justo después, llegaron los discursos de Tony Estanguet (presidente del comité organizador) y de Thomas Bach.

Tras los discursos, Enmanuel Macron (presidente de la República Francesa) daba por inaugurados los Juegos Olímpicos de París 2024. Justo después, se procedía al juramento olímpico con los abanderados franceses Melina Robert-Michon y Florent Manadou. Zinedine Zidane hacía acto de presencia y el enmascarado emergía con la antorcha. Don Rafael Nadal Parera cogía la llama olímpica y se la llevaba a una barca.

Un mapping en la Torre Eiffel precedió a los últimos relevistas. Rafa se dirigía por el río Sena hacia el Jardín de las Tullerías, donde se iba a encender la llama olímpica. Estaba en una lancha motora en la que le acompañaban otras leyendas como son Nadia Comaneci, Carl Lewis y Serena Williams. Y de tenista a tenista, Amélie Mauresmo se llevó la llama y se encontró a Tony Parker. Frente a la pirámide del Louvre estaba el triatleta paralímpico Alexis Hanquinquant y la recordwoman de atletismo paralímpica Nantenin Keita. Michaël Guigou y Alisson Pineau, jugadores de balonmano, se unieron al camino.

Una sucesión enorme de personas, históricos de la natación o el judo francés (entre otros) se unieron al encendido más colectivo de la historia. Uno de ellos fue un anciano Charles Coste. María-José Perec y Teddy Riner se acercaron a un pebetero en forma de globo aerostático (invento francés, de los hermanos Dupont) para encender la llama y dar comienzo a 17 días de pura historia del deporte. Este globo voló para que todo París viese que sus Juegos Olímpicos ya estaban inaugurados. Céline Dion -en su regreso a la música tras una larga enfermedad- puso el fin de fiesta versionando el himno al amor de Edith Piaf.