Fichajeando.com
·5 de julio de 2021
La historia de Raúl González celebrando “una liga bética”

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El 3 de junio de 1995 se disputaba la jornada 36 de la Primera División de España, en la que hubo un decisivo duelo en el que se podía decidir el ganador del torneo. Real Madrid y Deportivo de La Coruña se enfrentaban en el Santiago Bernabéu para luchar por la corona del campeonato.
Si los gallegos ganaban se quedaban con 50 puntos, uno por debajo del equipo que lideraba la tabla, el Real Madrid. El club merengue tenía la presión de ganar el encuentro para dejar matemáticamente sentenciado el título, ya que la semana anterior dejó escapar la oportunidad al ser derrotado en el Clásico por el Barça de Johan Cruyff con un gol del defensa central Miguel Ángel Nadal en el 62′. Además, el conjunto coruñés les venía pisando los talones gracias a la victoria cosechada en Riazor ante el Real Betis por 2-0, por lo que los de Valdano tenían que conseguir los tres puntos de todas las maneras posibles.
Con un estadio a reventar de público, se aproximaba una de las tardes de gloria por parte del madridismo. Se adelantaron en el partido con el gol de Amavisca ya cerca del descanso, por lo que finalizaron la primera parte con 1-0 y medio título en el bolsillo. Comenzó el segundo tiempo y Bebeto hizo tablas en el marcador tras anotar en el 68′, aferrándose a las pocas posibilidades de poner el campeonato patas arriba. Sin embargo, Iván Zamorano (que quedó Pichichi del torneo) marcó posiblemente uno de los goles más importantes de su carrera. El delantero chileno controló un balón que le venía desde el aire, espero a que le botara y lo mandó al fondo de la red con un derechazo que Liaño no pudo detener, dejando ya por cerrada la duda de quién sería campeón de aquella liga.
Ya llegados a la jornada 38, el Real Madrid, proclamado campeón del torneo, recibía al Real Betis. Los heliopolitanos tenían la obligación de ganar para superar al FC Barcelona en la clasificación y así quedar terceros, por lo que jugarían UEFA la próxima temporada. De esta manera, salieron con toda la artillería disponible para asaltar el Bernabéu, hecho que finalmente sucedió. Aquino, delantero argentino, anotó un importantísimo doblete, ya que además de certificar la plaza europea, consiguió así que el Real Betis obtuviera la segunda mejor clasificación en el campeonato liguero de su historia.
Las dos equipos estallaron de alegría aquella tarde, tanto jugadores como afición, ya que los madridistas, a pesar de perder, celebraron el título liguero en casa. De esta manera, hubo un intercambio de camisetas que nos permitió observar una de las imágenes más curiosas que se recuerdan en los Real Madrid – Real Betis, que es un joven Raúl González Blanco festejando la liga con la camiseta verdiblanca.