🇺🇾 La guía de la Primera División Uruguaya para principantes | OneFootball

🇺🇾 La guía de la Primera División Uruguaya para principantes | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: OneFootball

OneFootball

leocabrera·26 de agosto de 2020

🇺🇾 La guía de la Primera División Uruguaya para principantes

Imagen del artículo:🇺🇾 La guía de la Primera División Uruguaya para principantes

La serie de Onefootball “… Para principiantes” te explica todo lo que debes saber sobre las competiciones futbolísticas locales más importantes de Latinoamérica. Inicios, máximas rivalidades y figuras, hitos históricos, actualidad… en esta ocasión, nos adentramos en la liga uruguaya.

El Campeonato Uruguayo de Primera División Profesional es una de las ligas más antiguas del mundo. Actualmente los disputan 16 equipos y se articula en tres torneos cortos. El torneo Apertura (de febrero a junio); el torneo Intermedio (entre julio y agosto); y el torneo Clausura (de setiembre a diciembre).


OneFootball Videos


El torneo Intermedio se juega en dos series, A y B, que se conforman de la siguiente manera: los equipos que hayan terminado el torneo Apertura en posiciones impares, van a la serie A; los que hayan terminado en posiciones pares, a la serie B. El líder de cada serie clasifica a la final del torneo. El ganador obtiene un cupo para la Copa Sudamericana del año siguiente.

Imagen del artículo:🇺🇾 La guía de la Primera División Uruguaya para principantes

La semilla: el football de los sportmen

Los primeros en jugar al fútbol en Uruguay fueron los inmigrantes británicos. En 1861 se fundó el Montevideo Cricket Club, institución en la que también se jugaba al fútbol. El primer partido del que se tiene registro data de 1878, entre ingleses residentes en Montevideo y marineros británicos que estaban de paso por la ciudad.

Este navegador no es compatible, por favor utilice otro o instale la app

video-poster

El primer partido formal se disputó recién en 1881, entre los equipos del Montevideo Cricket Club y el Montevideo Rowing Club. El partido se jugó en el English Ground, próximo al lugar en el que hoy se ubica el estadio de Nacional, en el barrio de La Blanqueada.

El decanato: la discusión eterna

¿Quién es el equipo más antiguo del fútbol uruguayo? Ríos de tinta han corrido sin que la cuestión se aclare. Y dado que es una discordia que implica a los dos equipos más laureados de Uruguay, lo más probable es que nunca se llegue a una conclusión terminante. A pesar de todo, estos son los hechos:

  1. Hecho 1: la primera institución dedicada exclusivamente al fútbol fue el Albion Football Club, fundado en junio de 1891. Más allá de sus largas ausencias, desafiliaciones y fusiones temporales, el club sobrevive hasta nuestros días. Este es su lema: “Sos criollo, piedra fundacional de la magia del fútbol en las tierras de acá”.
  2. Hecho 2: el Club Nacional de Football fue fundado en mayo de 1899. La postura oficial del club es la de autodeclararse “Decano del fútbol uruguayo”.
  3. Hecho 3: En septiembre de 1891 se fundó el Central Uruguay Railway Cricket Club, el antecesor directo del Club Atlético Peñarol, que fue creado a partir de una división del CURCC en diciembre de 1913. El asunto aquí es qué fecha se toma como fundacional: ¿1891 o 1913? ¿Convivieron el CURCC y Peñarol o el segundo sustituyó al primero?

El primer campeón: supremacía indiscutible

El primer campeonato se jugó en 1900, organizado por la recién creada Uruguay Association Football League. Participaron solo cuatro equipos: el CURCC, Albion, Uruguay Athletic y Deutscher. El CURCC (foto) se coronó campeón tras ganar los seis partidos: anotó 36 goles y solo le convirtieron 2.

La rivalidad clásica: Peñarol y Nacional

Imagen del artículo:🇺🇾 La guía de la Primera División Uruguaya para principantes

Los números son claros: juntos han ganado el 83,8% de los títulos. Nacional ha ganado 47; Peñarol, 52 (si se le adicionan los títulos del CURCC; de otro modo, 45; de ahí la importancia de la discusión eterna). Solo hay otro país que puede exponer una concentración tan alta de trofeos entre solo dos equipos: Escocia, donde el Celtic y el Rangers se reparten el 84,9% de los títulos.

Los restantes 19 títulos se reparten entre 8 equipos. Allí se destacan Defensor Sporting y Danubio, con 4 títulos cada uno, que se han fortalecido en las últimas décadas en base a un enorme trabajo con sus divisiones juveniles.

Los quinquenios de oro

A lo largo de la historia, ha habido períodos en los que bolsos y carboneros han conseguido tener una fuerte predominancia sobre su rival. El resultado de estas etapas ha sido series de campeonatos sucesivos que los hinchas recuerdan con especial fervor. El “Quinquenio de Oro” de Nacional se dio entre 1939 y 1943.

Liderado por su máximo goleador histórico, Atilio García, en aquellos años estableció récords que han perdurado: una marca de 32 victorias consecutivas, un campeonato (1941) en el que obtuvo puntaje perfecto y la mayor goleada clásica (6-0).

Imagen del artículo:🇺🇾 La guía de la Primera División Uruguaya para principantes

Por contraparte, Peñarol ha conseguido dos quinquenios más recientes: entre 1958 y 1962; y entre 1993 y 1997. El primero, en una época marcada por jugadores de la talla de Alberto Spencer, Juan Joya y José Sasía. El segundo, de la mano del DT Gregorio Pérez y con la batuta en la cancha de Pablo “El Profe” Bengoechea (y su alumno, Antonio Pacheco) y un desfile de goleadores que incluyó a Darío Silva, Marcelo Otero, Luis Romero y Marcelo Zalayeta.

El Potrillo goleador y el Bigote argentino

El máximo goleador histórico del fútbol uruguayo es Fernando Morena, quien anotó 230 goles en 244 partidos jugados con las dos camisetas que vistió en el país: River Plate y Peñarol. “El Potrillo” Morena también ostenta la mayor cantidad de goles anotados en un campeonato: 36 (en la temporada 1978), y el que más goles convirtió en un mismo partido: 7 (a Huracán Buceo, el mismo año).

El segundo goleador histórico es el argentino Atilio García, quien anotó 208 goles en 210 partidos jugando para Nacional y fue el goleador del campeonato durante 8 temporadas (7 de ellas de forma consecutiva, entre 1938 y 1944).

La araña negra uruguaya

En 1968, el arquero de Peñarol, Ladislao “Chiquito” Mazurkiewicz, consiguió mantener su arco invicto durante 987 minutos. “Lo que tengo guardado en la memoria cuando quebre el récord es la explosión de la gente, la alegría que tenían los hinchas (…) y también tengo presente la especial circunstancia de que el partido se parara y que mis compañeros y los rivales vinieran a saludarme… es de lo más lindo que me pasó en el fútbol”, dijo el hombre que fue considerado el mejor arquero de la Copa del Mundo de 1970.

Otro dato: en el partido de despedida del mítico arquero ruso, Lev Yashin, Mazurkiewicz fue quien lo sustituyó en el segundo tiempo. Yashin le entregó sus guantes.

El récord de Mazukiewicz, Munúa, Peñarol y los penales

El actual DT de Nacional, Gustavo Munúa, estuvo a punto de quebrar el récord de Mazurkiewicz en 2003, cuando llegó a los 963 minutos invicto. El que le puso punto final a su aspiración fue Pablo Bengoechea, quien convirtió, de penal, el gol que puso el récord a resguardo una vez más. Ese clásico terminó 3 a 1 a favor de Nacional.

Lo verdaderamente curioso es que en 2014 la situación se repitió: una vez más, Munúa se acercó al récord de Mazurkiewicz y de nuevo en un clásico, y otra vez de penal (aunque esta vez fue Antonio Pacheco) su racha invicta fue cortada. Si es cierto que la historia se da una vez como tragedia y se repite como farsa, Munúa debe haber sonreído luego de que casi ataja el disparo de Pacheco.

La ironía del Negro Jefe

Obdulio Varela era todo carácter, y esta anécdota puede dar constancia de eso: en un clásico ante Nacional, un compañero de Obdulio recibió un foul que el árbitro desestimó. Entonces, Obdulio paró la pelota, la tomó con las manos y se acercó al árbitro. Esto fue lo que le dijo: «Señor juez, si alguno de mis futbolistas llega a dar una patada como la que aquel señor acaba de dar, le ruego que lo expulse, porque en mi equipo un jugador que pega así no merece seguir en la cancha».

Liga de jóvenes promesas y veteranos

Mientras que el Observatorio Internacional de Fútbol (CIES) señala que Uruguay es el tercer país de América que exporta más jugadores, hay otro dato que explica cómo se conforman los equipos: el 30% de los fichajes de clubes uruguayos superan los 30 años. Conclusión: el campeonato uruguayo es donde las carreras futbolísticas comienzan y terminan, un ecosistema empobrecido, amalgamado a partir de juventud y veteranía, que lleva tres décadas sin logros internacionales.

Montevideo: una ciudad superpoblada de fútbol

De los 16 equipos que compitieron en la Primera División del fútbol uruguayo en 2019, solo 3 pertenecían a departamentos del interior del país: Plaza Colonia, Juventud de Las Piedras y Cerro Largo. Los restantes 13 tienen sus sedes e instalaciones en la ciudad de Montevideo, con poco más de 1.300.000 habitantes.

Esta es la dinámica histórica del fútbol uruguayo, dado que el profesionalismo se ha organizado en torno a la AUF, que concentra su actividad en la capital; mientras la OFI (Organización del Fútbol del Interior), de un perfil mucho más cercano al amateurismo, es la que regula las ligas locales y regionales.

La forma de sentir el juego

Una encuesta de alcance nacional realizada en 2017 que buscaba conocer el significado del fútbol para la sociedad uruguaya arrojó datos esclarecedores, y que confirman aquella frase atribuida a Jorge Valdano, que dice que «el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes». De este modo, el 53% de los uruguayos piensa que el fútbol es lo que más destaca a Uruguay en el exterior. Mientras que el 44% dice que el fútbol es muy o bastante importante en sus vidas.

Cerremos con una cita de un cuento del escritor argentino Jorge Luis Borges, que puede ayudar a entender cómo la percepción del valor de la bravura tiene mucho que ver con la forma en la que se siente el fútbol en Uruguay. El cuento es «La otra muerte», y la cita es la siguiente: «…percibí el agreste sabor de lo que se llama artiguismo: la conciencia (tal vez incontrovertible) de que el Uruguay es más elemental que nuestro país y, por ende, más bravo».