La Francia de Tchouaméni todavía puede salvar el fútbol: se carga a Marruecos y se cita con Argentina | OneFootball

Francia tenía una misión: salvar el fútbol y hacer justicia. En la final esperaba la Argentina de Leo Messi, colocada a base de penaltis, que tumbó a Croacia y se antojó como la primera finalista. Los galos lo tuvieron en el punto de mira y solo tenían el escollo de ganar a Marruecos, la gran tapada del torneo.

En 6 minutos ya había goles en la semifinal. Fue lo que tardó Francia en meter el 1-0. Lo firmó el exmadridista Theo Hernández tras una cantada de Bono. Marruecos, que apenas había concedido goles, ya llevaba uno en su contra. A Les Bleus les bastaba con apretar un poco el acelerador para implantar su ley en Al-Bayt. Sin embargo, una desconexión se paga muy cara. Con esas dos premisas mantuvo esa ventaja con el gol del crack del AC Milan.

Los de Walid Regragui se recompusieron y pudieron empatar. Lo salvó Hugo Lloris con una gran manopla para evitar el gol de Ounahi, una de las grandes revelaciones del campeonato. La más clara la tuvo El Yamiq de chilena en el 44', pero media mano del portero y el poste lo impidieron. Al descanso nos fuimos con el 1-0 en Catar.

El partido roto le benefició a Francia

La segunda parte empezó a altas pulsaciones y muestra de ello es la falta que no le pitaron a Amrabat sobre Mbappé. Le pudo partir el tobillo en dos y el árbitro no dijo absolutamente nada. Marruecos, en ataque, también apretaba. El partido estaba para coserlo. Roto por todos lados.

La final soñada por muchos: Argentina-Francia. Tchouaméni, Camavinga y Benzema todavía pueden ser campeones del mundo.