La culpa no es de Cervi | OneFootball

Foto: Ricardo Grobas / Faro de Vigo

El Celta afrontó uno de los partidos más importantes de la temporada con dos ausencias muy importantes. Ni Aidoo ni Javi Galán estaban disponibles por sanción, y ambos jugadores fueron sustituidos por dos futbolistas que tuvieron que reconvertir su posición para este partido.

En el caso de Tapia es por gusto del técnico, Carlos Carvalhal, que prefiere al internacional peruano antes que al canterano Carlos Domínguez. Por mucho que el portugués nos diga que Tapia jugó dos temporadas como central en el Feyenoord no es del todo cierto. Jugó de manera ocasional, pero lo cierto es que ha defendido muy bien su puesto en todas las ocasiones en las que ha sido necesario. Hoy también estuvo a la altura.

Le costó mucho más a Cervi, y es lógico. La reconversión de un mediocentro defensivo en central es mucho  más natural que la de un hombre de ataque en defensa. Y es cierto que el argentino no tiene malas condiciones defensivas, pero no es un lateral. La planificación del Celta, con tres laterales derechos y uno izquierdo, ha propiciado que en uno de los partidos más determinantes del curso, Carvalhal tuviese que decidirse entre un extremo o un jugador del filial, Fernando Medrano, con poca experiencia en este tipo de envites.

Al término del partido Carvalhal comentó que “Cervi no jugó fuera de posición porque en sus dos últimas temporadas en el Benfica, con Jorge Jesús, jugó un  montón de veces en el lateral izquierdo. Es una posición que conoce bien”. Y esto es una verdad a medias, y Carvalhal lo sabe. Cervi jugó de forma muy ocasional en esa posición, y lo hizo en el mes de enero, justo cuando se decía que estaba fichado por el Celta, debido al brote de covid en la plantilla benfiquista, que dejó muy corto de efectivos al equipo lisboeta. Más allá de eso, su demarcación más frecuente fue la de extremo o interior izquierdo.

Y no, la culpa no ha sido de Cervi. Más allá del error que efectivamente acaba costando el primer gol, el argentino estuvo al nivel del resto de sus compañeros, que no estuvieron especialmente bien. La culpa, en todo caso, no es de Cervi, sino de quien planifica un equipo con un solo lateral izquierdo, pero las carencias del equipo van más allá del detalle de jugar con un lateral que no es. Falta fútbol, mucho, y falta tranquilidad en las piernas de los futbolistas. Pero todos estos pequeños detalles no ayudan, y estaría bien que, ya que Luís Campos estaba en el palco, se corrijan para años venideros.