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En un momento dado

·23 de septiembre de 2023

Julián Álvarez, centrocampista

Imagen del artículo:Julián Álvarez, centrocampista

El mismo verano que el City incorporó a Erling Haaland, el nueve más devastador de Europa, aterrizó en Manchester Julián Álvarez, también delantero y llamado vivir bajo la alargada sombra del noruego. Un futbolista para doblar la posición de ariete y al que Guardiola también pudiera alinear en banda o haciendo pareja con Haaland para revolucionar partidos en los segundos tiempos. El finalizador más despiadado de la Premier League era y es un obstáculo para que Julián acceda a la posición desde donde brilló en Argentina y se coronó campeón del mundo, pero como una de esas plantas que no se dan por vencidas a pesar de tener encima una losa de hormigón, y que terminan encontrando la manera de continuar su camino no superando la barrera sino sorteándola, Julián Álvarez se ha hecho con un espacio en el equipo de Guardiola y Haaland, hasta el punto de ser uno de los hombres más en forma del fútbol europeo en este inicio de temporada. El lugar que ha encontrado Julián en el entramado táctico citizen es el de interior, ese en el que Pep lleva tiempo recurriendo a perfiles con aroma a delantero para lanzarlos más contra las defensas rivales que contra sus mediocampos. Ahí donde antes probó a Robben, Ribery, Douglas Costa, Silva, Foden, De Bruyne o Bernardo Silva, jugadores cuyo pasado se había relacionado hasta entonces con la mediapunta o las bandas.

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– El mapa de calor de Julián Álvarez contra el Estrella Roja. (Vía as.com) –


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Pero Julián era punta, y como tal cabía esperar un encaje en su nuevo rol muy vinculado a la definición, los desmarques y, en definitiva, a lucir casi como un segundo delantero centro aprovechando el poder de atracción que tiene Haaland sobre las defensas rivales. A conformar con el noruego una de esas parejas de nueves tan de otras épocas en las que uno de sus integrantes ejercía de referencia para que el otro castigara por sorpresa. Pero la receta del Manchester City, de Guardiola y de Julián no está siendo esa. El argentino no se ha integrado en la medular skyblue como un extraño que acude a ella sólo como un punto de partida, sino que la está habitando e interpretando con la cerebralidad de un centrocampista de cuna. Su juego por delante del balón es delicado y rico en matices. Como si años escapando de los centrales, detectando los espacios libres en el área y haciéndose invisible para sus marcadores hasta encontrar el momento exacto para aparecer atacando su espalda le sirvieran hoy para saber crearse zonas de recepción entre líneas con tanta continuidad como facilidad. Donde no se suelen conceder espacios, entre el mediocampo y la defensa contraria, Julián consigue estar libre y en disposición de recibir la pelota. A veces moviéndose horizontalmente por la espalda del pivote, y otras simplemente esperando quieto a que el contrario pase de largo siguiendo el curso de la jugada.

Imagen del artículo:Julián Álvarez, centrocampista

-El mapa de Julián Álvarez esta temporada en Premier League. (Vía Sofascore) –

En el juego entre líneas, recibir es sólo la mitad del trabajo. La otra mitad es qué hacer con el balón después de recibirlo. Y quizá es ahí donde más esté sorprendiendo el desempeño de Julián Álvarez, pues lejos de ser un mero agitador de la jugada y un atacante abonado a la verticalidad, el argentino está demostrando pausa, lectura y serenidad con el balón en los pies jugando de cara. Aunque tiene la técnica y la arrancada para controlar en espacios reducidos, girarse y atacar portería, está mezclando su impacto de delantero con una alta implicación en la dirección. Julián no sólo ejecuta y resuelve, sino que también marca jugadas. Las dibuja para los demás. Con balón y también sin él, aspecto en el que está dejando unos muy interesantes desmarques horizontales que le sirven para barrer la zona de mediocentros rivales y liberar el carril para el resto de los centrocampistas del City. Más que correr hacia arriba para fijar al central y facilitar el pase de Rodri hacia la banda, Julián corre hacia los lados para arrastrar a los pivotes y permitir que el centrocampista español avance y participe más arriba. Para que el mediocampo que fue de Gündogan y De Bruyne, sea ahora el mediocampo de Julián Álvarez y Rodri.

– Foto: Nathan Stirk/Getty Images

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