Mi Bundesliga
·20 de junio de 2021
Jürgen Klinsmann sueña con ser el próximo entrenador del Tottenham

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·20 de junio de 2021
La vacante del banquillo de Tottenham Hostpur tras la salida de José Mourinho lleva meses sin ser cubierta. Son varios los entrenadores que han sido vinculados con el club del norte de Londres como Paulo Fonseca o Genaro Gattuso, pero desde Alemania hay alguien muy interesado en el puesto y que los Spurs conocen muy bien. Ese alguien es Jürgen Klinsmann.
Después de dos etapas como jugador en las filas del Tottenham, Klinsmann llamó al dueño del Tottenham, Daniel Levy, para posicionarse como candidato al banquillo después del despido de Mourinho en abril. La respuesta de Levy fue que “aún tenía algunos asuntos que resolver en el club y que hablarían después de resolverlos”. Lo cierto es que terminó la temporada Ryan Mason como entrenador interino y el plan es contratar en estos días al nuevo técnico, pero aún no se confirma a nadie. La llegada de Paulo Fonseca se frustró y el nombre de Genaro Gattuso acaba de aparecer en la mesa.
Klinsmann ha comentado en varias ocasiones que sigue interesado en el cargo. Desde el club y su hinchada sigue siendo una figura muy querida y ese amor es recíproco, pero es lo único que juega a su favor. En una entrevista con Gary Lineker afirmó que no puede hacer más.
“Si llegara la oferta definitivamente la aceptaría, pero es algo que no puedes forzar.”
A pesar de su ambición, resulta complicado ver que esta operación pueda suceder por los últimos cargos que ha tenido Klinsmann. Como seleccionador de Alemania logró dos terceros puestos en la Copa Confederaciones de 2005 y el Mundial de 2006, pero como técnico de FC Bayern München apenas llegó a completar su primer año en el cargo. Pasó cinco años en la Selección de Estados Unidos entre 2011 y 2016 en los que ganó la Copa Oro de 2013 y llegó a las semifinales de la Copa América en 2016, pero después de ellos desapareció.
Hace año y medio hizo su reaparición a los mandos de Hertha BSC pero apenas duró 76 días en el banquillo del Olympiastadion antes de dimitir, un precedente nada esperanzador para un club que, por mucho que le quiera, necesita un técnico de garantías. Tendrá que obrar un milagro en los despachos Klinsmann para regresar a Inglaterra, esta vez como entrenador.