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·5 de abril de 2020
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·5 de abril de 2020
Juan Pablo Pino debutó en el DIM en el 2005 y no le costó demostrar su talento. El mediocampista fue figura con la Tricolor en el Torneo Sudamericano Sub-20 Paraguay 2007 y pasó al AS Mónaco; sin embargo, su carrera se diluyó y después de actuar en diez conjuntos, desea revancha.
El volante concedió una extensa entrevista al programa ‘Saque Largo‘, de Win Sports, y tocó múltiples temas. Afirmó que “su corazón está con el Medellín” y que, en medio de sus errores, acertó al realizar inversiones con las que aseguró su futuro y el de los suyos.
Su presente: “Estuve dos temporadas en Indonesia. Tenía la oportunidad de volver, pero con el tema de esta enfermedad (coronavirus COVID-19) decidí mejor no ir. Me encuentro entrenando a ver si sale una nueva oportunidad, porque creo que puedo jugar unos dos o tres años más. Estoy esperando que pase todo esto para ver si cuando comiencen las ligas me puedo activar en algún equipo”.
La plata y el reconocimiento: “Una de las cosas que me desconcentró fue el dinero. Me llegó mucho dinero a muy corta edad, uno salir de un barrio popular de Cartagena y llegar a vivir al principado de Mónaco, en ese momento no estaba preparado para eso. Todo me llegó muy rápido, pude haber dado más también en la Selección Colombia. Cuando veo a todos esos jugadores que comenzaron conmigo y están triunfando en la selección, me da un poco de nostalgia porque pude ser el 10”.
De ser pretendido por varios elencos, a pedir otra chance: “Llega un momento en el fútbol que todos los equipos te quieren y tú estás en un club, te habla el presidente y te dice: ‘Me están llamando de tal club, hay equipos grandes que están interesados en ti’. Cuando uno llega al tope, cuando uno toca puertas para que le den la oportunidad de jugar, uno ahí se da cuenta que las cosas han cambiado. En un momento te quieren muchos clubes y en otros momentos de mi carrera ya nadie me quería y no por el tema futbolístico, porque todo el mundo hablaba muy bien de lo futbolístico, pero por el tema del comportamiento (…) En Europa los jugadores hacían exactamente lo mismo que hacemos los colombianos cuando salimos a vacaciones: viajar, salir, rumbear, lo mismo. Los excesos fueron más que todo cuando estaba en competencia: llegaba tarde o había ingerido licor el día anterior, me había acostado tarde, esas indisciplinas las cometí y no las niego”.
Las influencias negativas: “Hay amigos buenos y hay amigos malos. Uno es inteligente y sabe quién llegaba por lo que era y quién de verdad estaba porque te apreciaba como persona y te conocía hace mucho tiempo. Hay muchos que me llamaban el jueves y me decían: ‘Vamos a la discoteca que hoy hay una rumba de salsa. No tienes problema con eso porque igual el domingo eres la figura de la cancha’, entonces esos consejos eran malos. Yo sabía. El domingo era la figura, pero los años van pasando y te va costando más. Cuando te das cuenta, ya es demasiado tarde. Las amistades llegan y cuando pasa la fama, cuando pasa todo, se van apartando. Uno sabe quién era su amigo, los que en este momento me llaman, me preguntan, me dan ánimo para que siga jugando. Uno sabe quién fue amigo de corazón y quién no”.
Y las influencias positivas: “Tengo dos primos que ellos constantemente me escriben por Instagram. Son personas que tienen familia, pero buscan la manera de comunicarse conmigo, llaman mucho a mi mamá, le preguntan cómo estoy y me dicen que siga adelante. Yo tomé la decisión de apartarme de todo, estoy ahora viviendo muy bien, muy tranquilo con mi familia. Mi mamá tiene momentos más felices ahora que anteriormente cuando yo tenía la fama y todo al tope, ella sufría mucho. Ahora son esos dos primos y una persona que siempre me ha apoyado, que todos los años me entrena y me da ánimos, fue la persona que me ubicó para jugar en Perú y los dos años en Indonesia, que se llama el profesor Eric”.
Su cercanía a Christian Marrugo: “Amigos que me dejó el fútbol, Marrugo. Compartimos en la selección, aquí en Cartagena, en Medellín. Es una persona que todo el tiempo me habló mucho, me dio buenos consejos, siempre estuvo ahí apoyándome y estamos en contacto, la familia de él y la familia mía. Es un gran amigo que me dejó el fútbol”.
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