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·26 de julio de 2023
Jorge Molina, punto y seguido en su carrera futbolística

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Hace cuatro décadas y un año, nacía en Alcoy, en la provincia de Alicante, Jorge Molina Vidal; un niño muy aficionado al fútbol. Sin embargo, como él mismo ha revelado alguna vez, gracias a la educación de sus padres, este deporte nunca fue su primera preocupación, ya que, como deben hacer los jóvenes, la educación es lo primero y el fútbol debe tomarse como un hobby. Tal era esta insistencia que, afortunadamente, su padre se equivocó al decirle que Molina viviría de los estudios y no del fútbol. Asimismo, el de Alcoy tiene título de magisterio y plaza como profesor de educación física.
La trayectoria de Jorge no ha sido tan sencilla cómo se podría esperar para un futbolista que hasta hace nada metía goles en Primera División. Su carrera futbolística comenzó en 2001, con 19 años, jugando en Tercera División en el equipo de su ciudad, el Alcoyano. Es cierto que era muy joven, pero aún se encontraba en la cuarta categoría del fútbol español. Para contextualizar este dato basta con mirar entre uno de sus ex compañeros, Matías Arezo, que a su misma edad el Granada pagó en enero del año pasado cinco millones de euros por él. No es la única curiosidad que podemos ver en Arezo y es que, cuando Molina debutó con el Alcoyano, el uruguayo aún no había nacido. Tras Alcoyano, sus siguientes equipos fueron Benidorm y Gandía, en la misma categoría.
Molina hizo su debut profesional en 2007-08, jugando en Segunda División con Polideportivo Ejido. Sería una experiencia de corta duración, ya que sus cinco goles, el mejor de la plantilla, empatado con otros tres jugadores, en 30 partidos, no fueron suficientes para evitar el descenso. El 29 de octubre de 2008, marcó un hat-trick en la victoria en casa por 5-0 ante el Villarreal CF en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey (6-1 en el global).
Jorge Molina con el Betis. Fuente: Viva Vejer
No fue hasta 2009 cuando conseguiría asentarse en el fútbol profesional, al fichar por el Elche. Fue aquí donde realizó su mejor campaña en cuanto a goles, nada más y nada menos que 26 tantos. Que le sirvieron para ser el pichichi de Segunda. Esta temporada justificó su fichaje por el Betis, un histórico que andaba en horas bajas, militaba en la misma categoría.
Marcó 18 goles con el Betis en la liga en su primer año (22 en todas las competiciones). A pesar de estar fuera de juego durante casi tres meses por una lesión en la rodilla. El 19 de enero de 2011, en la copa nacional, marcó dos goles ante el FC Barcelona.
El trío ofensivo formado por Molina, Rubén Castro y el centrocampista Achille Emaná sumó más de 50 goles en liga en 2010-11. Cuando el Betis regresó a La Liga después de dos años de ausencia. Hizo su debut en la competición a la edad de 29 años frente al Granada. Marcó su primer gol el 15 de octubre de 2011, en la derrota por 1-4 ante el Real Madrid.
El de Alcoy después de marcar con el Betis. Fuente: Diario Sevilla
En Sevilla fue donde completó más temporadas, siete. También consiguió su estreno en competición europea, a los 31 años. Fueron años muy irregulares, esa misma campaña descendieron a Segunda y a la siguiente volvieron a Primera. Cerró su etapa en el Betis con 77 goles en 213 partidos.
Su siguiente reto fue devolver al Getafe a Primera, de la mano de Bordalás, algo que consiguieron en la primera temporada. Molina volvía a Primera con treinta y cinco años. No obstante, la ambición de Jorge no pararía ahí y es que, dos años después, volvió a disputar Europa League, en una participación espléndida de los azulones que derrotaron al Ajax. Durante este partido viviría, probablemente, uno de sus peores momentos como futbolista, cuando iban un gol por debajo en la eliminatoria, y a falta de quince minutos, falló un penalti que pudo cambiar el rumbo del partido.
Molina celebrando después de anotar con el equipo azulón. Fuente: Getty Images.
El Getafe no renovó su contrato, debido al deseo de Bordalás de rejuvenecer la delantera, y Diego Martínez vio en él, el perfil perfecto que dotase de experiencia a una plantilla que disputaría por primera ver competición europea. Entre la afición, su fichaje se vio como un movimiento que no despertaba demasiadas ilusiones, de un delantero de 38 años que vendría para ayudar a los más jóvenes y crear buen ambiente en el vestuario. Nada tuvo que ver con la realidad, Molina estuvo acabó la temporada como el máximo goleador de los rojiblancos, con 15 goles.
Jorge Molina marcando en Europa League con el Granada. Fuente: Getty Images
Asimismo, su etapa en Granada continuó durante dos temporadas más hasta su retirada. En la consecutiva se vio una de las caras más goleadores del experimentado jugador, anotando 11 goles, mas vivió un episodio catastrófico para el jugador. En la última jornada, se decidían los descendidos de LaLiga, el Granada era el mejor posicionado para salvarse, dependiendo de sí mismo, la última jornada en casa y frente al Espanyol, que no se jugaba nada. En el 70′, ocurría penalti para los nazaríes, ni Luis Milla ni Luis Suárez, y Jorge Molina sería el encargado de lanzarlo, al chutar se marchó desviado y tras no anotar en los 20 minutos restantes, se consumió el descenso. En un silencio asolador Jorge Molina fue a pedir perdón a la afición y confirmó su continuidad en el club.
Jorge Molina anotando un gol para el Granada. Fuente: GD
Al año siguiente en segunda, no se marcó otro objetivo, que devolver al Granada a Primera, y finalmente lo logró, aunque su nivel cayó bastante. Anotando dos goles, y gran parte de la temporada lesionado, hizo retornar al Granada a la máxima élite. Bien pues, acabó contrato, y no se renovó, pero sí aceptó la oferta de ayudar en el cuerpo técnico.
Sin lugar a duda, Jorge Molina fue, es y será una leyenda en el fútbol español.