Johan Cruyff, el genio que cambió el fútbol | OneFootball

Cruyff ha sido una de las figuras más influyentes de la historia del fútbol, tanto como entrenador como jugador

Un 25 de abril de 1947 nacía en Ámsterdam una persona que, a la larga, se convertiría en la más importante de la historia del fútbol. Johan Cruyff, hijo de Hermanus Cornelius Cruyff y Petronella Bernarda Draaijer, nacía sin saber la importancia que tendría en un sector tan importante como iba a ser el fútbol con el paso del años. Sin saber que sería uno de los mejores jugadores de la historia y un entrenador con una filosofía marcada y que cambiaría la idea del fútbol.

Cruyff y el balón de fútbol iban siempre juntos durante la infancia del holandés, y rápido entró en las categorías inferiores del Ajax de Ámsterdam, uno de los equipos integrados en la nueva competición llamada Eredivisie. Sin duda, el Ajax era el equipo más grande de Holanda, y era el representante del país en la Copa de Europa.

Los técnicos del club holandés vieron rápido el potencial de Cruyff, y este fue escalando por todas las categorías hasta llegar al primer equipo. Aquí llegaría con tan solo 17 años, y por recomendación de Vic Buckingham que veía en el joven Cruyff un gran proyecto de futbolista a largo plazo. El talentoso jugador del Ajax debutó anotando el único gol del equipo en la derrota por 3-1 frente al GVAV Groningen.

Adaptación inmediata

Cruyff rápidamente se haría con un sitio en el Ajax de Ámsterdam y es que partido tras partido dejaba grandes actuaciones. Contra el DWS Amsterdam anotó dos goles que daban la victoria al equipo holandés, y en esa misma temporada anotaría su primer hat-trick a nivel profesional frente al Telstar, en un partido que vencería el Ajax por 6-2, y días más tarde anotaría cuatro goles en un partido de copa.

Esta primera temporada hacía presagiar que Cruyff estaba llamado a ser uno de los mejores jugadores de fútbol a nivel mundial. Un jugador capaz de dominar varias facetas en el juego, pero que era letal en el uno contra uno al tener un prodigioso regate favorecido por su delgadez, que le daba un punto de agilidad extra.

Su importancia en el Ajax iba creciendo con el paso de los años, y en ninguna temporada bajo de los 20 goles, por lo que Cruyff, sin ser un delantero centro rematador, era uno de los máximos goleadores del mundo. Su primera etapa en el Ajax finalizaba y Cruyff había ganado numerosos dobletes (Liga y Copa). Alzó la Eredivisie en seis ocasiones, la Copa de los Países Bajos en cuatro, y la Copa de Europa dos veces consecutivas. Además, se hizo con el Balón de Oro en 1971, lo que lo catalogaba como el mejor jugador de Europa.

Cruyff-Barça: el inicio de una relación que daría muchas alegrías

En 1973 todo apuntaba que Johan Cruyff iba a fichar por el Real Madrid. El Ajax negociaba con el conjunto blanco la incorporación del astro holandés, pero finalmente el FC Barcelona ascendió su oferta y se hizo con los servicios de Johan Cruyff por 60 millones de pesetas. Empezaba así, una relación que daría mucho que hablar hasta el día de hoy, en pleno 2020.

Johan llegaba al club en medio de una crisis deportiva inmensa, ya que llevaban catorce años sin ganar la liga. Sin embargo, en el primer año de Cruyff en el Barça el club consigue volver a ganar el campeonato nacional, gracias entre otras cosas a los 16 goles anotados por el holandés. Cruyff ganaba dos años seguidos el Balón de Oro, acabando su carrera con tres en total.

En los siguientes años, y a pesar del gran nivel demostrado por Cruyff, el Barça no lograba ganar ningún título. Johan continuaba resultando diferencial, pero los resultados no acompañaban. Empezaban las polémicas con el entrenador y con la directiva del Barça, lo que provocó que Johan, tras ganar la Copa del Rey, abandonase el FC Barcelona.

Vuelta a casa

Tras unos años sin jugar a fútbol, Cruyff vuelve al Ajax para jugar sus últimos años de fútbol en la Eredivisie. Dos años en el Ajax en los que ganaría dos ligas y una copa, y en los que inventó el penalti indirecto con su compañero Jesper Olsen. En su último año como profesional, sorprende a todos y ficha por el Feyenoord, con equipo con el que ganaría liga y copa. Cruyff se retiraba, por tanto, por todo lo alto.

Selección

Con la selección neerlandesa Cruyff fue el pilar fundamental de la Naranja Mecánica, unos de los mejores equipos de la historia. Y es que hacían lo que era conocido como “Fútbol Total”. A pesar de ser parte de este histórico equipo, no logró ningún título con la selección, pero sí llegó a la final del Mundial en 1974, que finalmente se llevó Alemania, y fue tercer clasificado en la Eurocopa de 1976.

Llegada a los banquillos

Tras su prolífica etapa como jugador, Cruyff sigue ligado al mundo del fútbol, primero como director deportivo del Ajax, y tiempo después como entrenador. Desde un primer momento implanta un modelo de gestión deportiva basada en la cantera y en un estilo de juego muy marcado. Cruyff fue quién revolucionó el fútbol mediante su 3-4-3, un sistema en el que hay un riesgo en defensa que se cubre con la posesión efectiva del balón. Es esto lo que intenta aplicar en las categorías inferiores del club holandés, lo que provocaría un año glorioso a finales de siglo en Ajax.

Es así como empezaría su etapa como entrenador en el Ajax, donde estaría dos años que le servirían para ganar dos Copas de los Países Bajos y una Recopa de Europa. Esto provocó que fuese nombrado mejor entrenador de aquel año, y que el Barça se interesase en traerlo a su banquillo.

El FC Barcelona, sin embargo, estaba inmerso en una enorme crisis que acabó con el Motín de Hesperia, una revuelta de los jugadores contra la presidencia de Nuñez. En medio este contexto llegó Cruyff al banquillo culé, e hizo una limpieza en la plantilla que le permitiría moldearla a su gusto.

La formación del Dream Team

Cruyff quería seguir en Barcelona con su estilo definido. Para ello requirió la llegada de un central apto para sacar la pelota con fluidez, y la de un delantero con amplia capaz de caer a banda y de fijar los centrales. Estos dos jugadores serían los dos extranjeros del primer año de Cruyff (el máximo permitido), y el club trajo a Aloíso, central brasileño que rindió a buen nivel sin ser diferencial, y Lineker, un jugador que no supo adaptarse a las necesidades de Cruyff y que a final de temporada fue vendido.

Al año siguiente, se amplía el número de extranjeros a un máximo de tres. Por tanto, con la venta de Lineker el Barça tenía aún dos plazas por cubrir. Cruyff volvía a pedir ese delantero, y un central de garantías. El club, en esta ocasión, trajo dos jugadores que si acabaron brillando en Barcelona: Laudrup y Koeman.

Dos fichajes clave

Laudrup fue una de las claves para entender la etapa triunfal de Cruyff en el Barça. No era el típico delantero de la época rematador y goleador, sino que era un delantero con una movilidad muy amplía y capaz de generar espacios con facilidad. Si Laudrup caía a banda, generaba un espacio en el centro de la zaga rival que era aprovecha por los extremos; si Laudrup bajaba a recibir, el espacio era aprovechado por el propio Laudrup cuando no le seguía su marca, o por los interiores cuando el defensa acompañaba al danés. Movimiento e intercambio de posiciones, eso es la base del fútbol de Cruyff.

Koeman, por otra parte, era ese central que no se ceñía únicamente a las labores defensivas, sino que su función era sacar la pelota y filtrar pases por detrás de la defensa. Su presencia en el campo provocaba que los centrales tuviesen peligro en su espalda estando la pelota en campo contrario.

Época de éxitos y de un juego brillante

Los títulos no tardarían en llegar. En la temporada 1990/1991 el Barça de Cruyff ganaría la liga después de años de hegemonía del Real Madrid, y al año siguiente volverían a ganarla tras la derrota del Madrid en Tenerife. Sin embargo, el hito más importante de aquel año fue la Champions y es que el Dream Team consiguió por primera vez ganar la Copa de Europa en el Barça. Es la cúspide del Barça de Cruyff, que se impuso a la Sampdoria tras un gol de falta de Koeman en la prórroga del encuentro.

Tras esto, otras dos ligas consecutivas, una de ellas tras aprovechar de nuevo un pinchazo del Real Madrid frente al Tenerife en la última jornada de liga, y la otra con el penalti fallado Djukic del Deportivo de la Coruña.

El fin del Dream Team

El FC Barcelona llegaba una vez más a una final de Champions, esta vez frente al Milán de Sacchi. Sin embargo, esta vez la suerte no estuvo de cara, y el Barça perdió 4-0. Este punto está considerado como el fin del Dream Team, ya que el equipo necesitaba una profunda renovación en la plantilla.

Por tanto, tras una revolución fallida, el Barça al año siguiente no consigue ganar ningún título, y tras una discusión con Gaspart, la directiva decide despedir a Cruyff a falta de disputarse dos jornadas de liga. Su sustituto sería Rexach, quien vio en primera persona el apoyo y ánimo del Camp Nou a Cruyff.

Todo un legado por seguir…

Johan Cruyff no fue un entrenador de paso. Fue la base de la filosofía del FC Barcelona, una filosofía que llegaría a su máximo esplendor con Guardiola como entrenador. El cuidar la cantera y trabajar en las categorías siguiendo siempre un mismo modelo es la ideología que se siguió durante la gran mayoría de años posteriores a Cruyff.

De la cantera han salido jugadores históricos como Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Leo Messi, Sergio Busquets, Victor Valdés, Puyol y un muy largo etcétera. Con estos jugadores Guardiola consiguió ganar dos Champions League, incluyendo un sexteto (Copa del Rey, Liga, Champions, Mundial de Clubes, Supercopa de España y Supercopa de Europa). Con esta filosofía, por tanto, el Barça ha tenido sus mejores años.

…que está dejando de seguirse

Sin embargo, los últimos presidentes del FC Barcelona están destrozando esa filosofía. Están optando por tirar de cartera en lugar de cantera, y esto provoca un éxodo de jugadores que ven cómo los más mayores no tienen oportunidades en el primer equipo. Jugadores como Eric García, Adama, Thiago… y muchos más, salen del club porque saben que no van a confiar en ellos.

Y el colmo de esta situación fue el 2-8 que sufrió el Barça la semana pasada. Queda claro que este modelo de gestión no funciona, hay que apostar por la cantera, donde hay talento y ganas de sobra para sacar adelante esta situación adversa del club.

Señores de la directiva del club, señor Josep María Bartomeu, Bordás, Planes… hagan caso a Cruyff, sigan su filosofía, que es la que nos ha dado nuestros mejores años de fútbol. Qué Johan Cruyff nos siga marcando el camino, y siga siendo eterno.