Javi Galán estudia su salida del Atlético | OneFootball

El lateral extremeño podría quedar relegado a un papel secundario y valora seriamente un cambio de aires en el tramo final del mercado.

El futuro de Javi Galán vuelve a estar en el aire. El lateral izquierdo del Atlético de Madrid podría convertirse en uno de los protagonistas inesperados de la operación salida rojiblanca. La posibilidad de quedar como tercer lateral en la rotación de Diego Simeone le ha llevado a replantearse su continuidad en el club.

El movimiento responde a las últimas pruebas del técnico argentino. Hancko, fichado para reforzar la defensa, ha desplazado a Ruggeri al banquillo y abre un escenario en el que Galán pasaría a un rol todavía más secundario. Una situación delicada que obliga al extremeño a analizar sus opciones antes del cierre de mercado.

El ex del Celta ya vivió una temporada complicada en el Metropolitano. Fue uno de los señalados en partidos exigentes, especialmente frente a extremos de primer nivel como Lamine Yamal, Rodrygo o Doué. Además, la llegada de Ruggeri en verano ya había reducido sus posibilidades de ser titular. Con Hancko sumándose ahora a esa competencia, el panorama es todavía menos favorable.

Por ello, Galán no vería con malos ojos una salida inmediata. Con solo un año más de contrato, su traspaso no dejaría una gran cantidad en caja, pero sí un ingreso útil para que el Atlético pueda financiar otras operaciones. El caso de Nico González está directamente relacionado: la dirección deportiva necesita liberar fichas y generar recursos para afrontar su fichaje.

El interés de otros clubes es real. Galán, pese a sus altibajos en el Atlético, conserva un cartel atractivo en el mercado. Su perfil gusta a equipos de un nivel inferior al rojiblanco, donde podría recuperar protagonismo y continuidad. Además, su carácter de futbolista trabajador y perseverante lo convierte en una opción interesante para proyectos que buscan fiabilidad en defensa.

El Atlético, mientras tanto, se mantiene expectante. La entidad madrileña no pondría demasiados obstáculos a su marcha si llega una oferta convincente, consciente de que su salida aliviaría la plantilla y ayudaría a cuadrar cuentas. El desenlace, como suele ocurrir en estos casos, dependerá de los últimos días de mercado.