Iñigo Martínez, protagonista de una tragedia griega (1-1) | OneFootball

Un desopilante pero evidente penalti de Iñigo Martínez sobre Masouras da a Grecia un empate justo, como castigo al empalagoso juego de España en el debut de las eliminatorias mundialistas a Qatar 2022. A los 30´ Morata en una buena maniobra en el área había adelantado a España

Empezó con sorpresas el partido en el lado de España, desde lo táctico. Y no agradables además. Porque incomprensiblemente Luis Enrique sujeto en el lateral derecho a uno de sus hombres más punzantes, Marcos Llorente. El seleccionador español no quiso ni supo renunciar a su 4-3-3, aun cuando la realidad del juego demostraba que el juego de España era más empalagoso que comer una tarta Selva Negra. Desde el lado griego no hubo sorpresa, ni desde los nombres ni tampoco desde lo táctico. Van´t Schip, el seleccionador heleno dispuso de un 4-5-1, bien trabajado en defensa acomodado en un bloque bajo.

Ya desde los inicios se vio a una España lenta, pesada, que siempre jugaba la pelota al pie sin ofrecer más que un pequeño puñado de rupturas. Eso sí, sabia mantener con eficacia la vigilancia sobre Giakoumakis y la segunda línea de Grecia. Con solo eso, Unai Simón vivió una noche muy tranquila, solo alterada por Iñigo Martínez como veremos más adelante.

Sin dejar ni una pizca de buen juego que llevarse a la boca, España empezó a encerrar a Grecia. Eso sí, salvo excepciones era ofensivamente inofensiva. Solo podemos destacar en el primer tiempo una llegada de Koke, que acabo en córner y un disparo al larguero de Dani Olmo. Ese disparo al larguero cambio el curso del marcador, porque hundió aun más a Grecia en su campo. Suficiente para que Koke demostrara su visión de juego poniendo un balón con música al desmarque de ruptura de Morata-

Morata con una sorprendente prestancia, definió con elegancia la jugada. 1-0. Lo más difícil parecía ya hecho. Lo que no esperábamos era que España demostrara que el partido ni la iba ni la venia. Se empezó a sospechar esto con la sorprendente salida de Sergio Ramos en el descanso. Fue sustituido por el protagonista de esta tragedia griega, Iñigo Martínez, en una sustitución que tiene todo el aspecto de estar pactada. ¿Desde cuando se pactan los minutos a jugar en un partido de la selección, Luis Enrique?

Como el partido parecía que ni le iba ni le venia a nadie, Iñigo Martínez decidió mostrar su estulticia futbolística, que tras lo visto hoy parece no tener limites. De una manera absurda y sin sentido alguno, puesto que ya había conseguido sacar la pelota de una zona de riesgo decidió golpear con la plancha a Masouras. Tras unos segundos de confusión, el arbitro italiano Marco Guida sanciono el correspondiente penalti, que Bakasetas cambio por gol.

1-1 y vuelta a la casilla de salida. Solo que ahora el envalentonado conjunto griego detuvo el avance español tal y como detuvieron sus antepasados en las Termopilas el avance persa. Haciendo angosto el pasillo central, por el que en una muestra de incapacidad y falta de cintura táctica de Luis Enrique, España ataco siempre.

Solo con la salida de Bryan Gil se pudo ver una luz en el empalagoso juego de España. Volvieron a funcionar bien las vigilancias de Eric García e Iñigo Martínez sobre los hombres de ataque griegos. Pero todo lo demás fue un desastre, cada uno hizo la guerra por su cuenta, no hubo cohesión en el juego ni una dirección de campo desde el banquillo acertada.

Ante esta situación Grecia navego tranquila hasta el minuto 90 para llevarse con merecimiento un punto ante esta tragedia griega que fue el partido de España. Dicen que la finalidad de la tragedia griega es hacer reflexionar al espectador, pues a fuerza de ser sinceros lo deberían hacer los protagonistas. En especial Luis Enrique por falta de cintura táctica e Iñigo Martínez por el absurdo penalti concedido.