Íñigo Eguaras, visión para Rubi | OneFootball

El Almería tenía una carencia en el mediocentro: competencia interna para un César de la Hoz que no tiene recambio y lo está jugando todo. Para ello, Rubi quería a Íñigo Eguaras y, tras conocer que JIM no contaba con el navarro para el Real Zaragoza, el Almería lo firmó y, en su primera oportunidad, el técnico ya lo ha hecho debutar. El centrocampista era una petición expresa de Rubi, que ya sabe que, con un contexto favorable, el de Ansoáin es un argumento tremendo -y añadido- para conseguir su objetivo: volver a Primera División.

Eguaras, ante su tercera oportunidad

El navarro, que se encuentra en Almería una nueva oportunidad para jugar en la élite del fútbol español, ha sido capitán y pieza clave en las cinco últimas temporadas con el Real Zaragoza. En ellas, el futbolista ha tenido tiempo de vivir situaciones de todo tipo. Desde comandar equipos que lucharon hasta el final por un ascenso que parecía estar en la mano hasta lograr salvaciones agónicas cuando todo era negro. Pero, al final, todas ellas han tenido un denominador común: la permanencia en Segunda División.

En 2017 salió del CD Mirandés, donde había estado los dos años anteriores, para firmar con el equipo aragonés. Y ese mismo curso, a pesar de que en los primeros meses no encontró su mejor versión, acabó siendo imprescindible en la punta defensiva del rombo diseñado por Natxo González, donde estaba escoltado por Zapater y Raúl Guti. Tanto en fase de creación como en la recuperación, Eguaras se empezó a convertir en uno de los centrocampistas referentes de la categoría.

Íñigo Eguaras, la elegancia personificada

Después, pasó por etapas más complicadas. Una pubalgia le apartó más de cuatro meses de los terrenos de juego, la situación clasificatoria del cuadro blanquillo no era la esperada y, además, la irregularidad empezó a hacerse presente en el fútbol del navarro. Pero dejó todo eso a un lado y, en la temporada 2019/20, esta vez en un doble pivote, volvió a brillar de la mano de Víctor Fernández. Donde Eguaras guardaba la posición más que su acompañante, Raúl Guti, que era un jugador de ida y vuelta.

Otro año irregular (2020/21) hasta que empezó el actual y el elegante mediocentro volvió a empezar como un tiro. Ahora, a sus casi 30 años, y tras una extraña primera vuelta en La Romareda, aterriza en Almería para alcanzar la meta que no pudo conseguir con el equipo aragonés. Y lo hace para arrebatarle la titularidad a César de la Hoz, fundamental para que la UD se haya establecido en ascenso directo desde el inicio del campeonato.

Nuevo equipo, viejo objetivo

El canterano del Athletic Club destaca, sobre todo, por su visión de juego. Y en Zaragoza, cuando ha tenido continuidad, ha sido uno de los grandes generadores de fútbol ofensivo. Y este año no era diferente, pero la confianza de JIM en Petrovic le ha acabado relegando a un segundo plano. El nuevo fichaje indálico, durante las primeras 10 jornadas de Liga, era el generador de la gran mayoría de ocasiones mañas. Y, si no fuera por el pobre rendimiento del ataque zaragocista, Eguaras sería uno de los grandes asistentes de La Liga SmartBank porque, mientras tuvo confianza, fue de los mejores.

Eguaras es un futbolista que, además, posee inteligencia táctica, cualidad indispensable para esconder su lentitud. Con balón tiene mucha imaginación a la hora de generar, pero también en salida de balón, donde es referente en Segunda División. Y, aunque en su última etapa no lo ha demostrado demasiado, es un argumento interesante en la frontal del área debido a su disparo. Su temporada más potente en cuanto a números fue la 19/20, en la que acabó con 7 asistencias y 2 goles.

Ha demostrado en multitud de ocasiones que, con un contexto como el de Almería, ideal por juego y situación clasificatoria, brilla y hace brillar. Por nivel y personalidad, está sobradamente capacitado para ayudar a salir del bache en el que se encuentra el equipo de Rubi y liderar al equipo andaluz a la élite, donde todavía no ha llegado y quiere que, tras quedarse con las ganas en años anteriores, a la tercera vaya la vencida. Tanto para el club, tercer intento de Turki, como para él, tercera vez cerca del ascenso. Porque el navarro ha escrito ya su historia en Segunda, pero todavía le queda hacerlo en Primera, donde no ha podido llegar con el Zaragoza. Pero ahora, alcanzada su madurez, se le presenta una nueva oportunidad: hacerlo con el Almería.