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·9 de noviembre de 2019

Independiente del Valle, el cuco moderno de los equipos argentinos

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El  Club Especializado de Alto Rendimiento Independiente del Valle fue fundado el 1° de marzo de 1958, pero su nombre empezó a ser reconocido en Ecuador y en todo el continente recién hace tres años, con su destacada actuación en la Copa Libertadores 2016 en la que sorprendió a los gigantes argentinos y terminó siendo subcampeón de América.

El humilde equipo originario de la ciudad de Sangolquí jugó la mayor parte de sus 61 años en la tercera división de Ecuador, hasta que en 2007 consiguió ascender a la Serie B. Apenas un par de temporadas después, alcanzó la Serie A por primera vez en su historia. Y a partir de ese momento, comenzó a transitar una época tan gloriosa como inolvidable para toda su gente.


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En el 2013, el Negriazul fue subcampeón del torneo local (su mejor ubicación histórica hasta ahora), pero la fama continental le llegaría en 2016, con el batacazo doble con el que se ganó merecidamente el mote de 'cuco moderno' de los equipos argentinos: en octavos de final, eliminó a River tras vencerlo 2-0 en Ecuador y caer 0-1 en el Monumental; mientras que en semifinales, le ganó los dos partidos al Boca de Guillermo Barros Schelotto, como local (2-1) y en en La Bombonera (3-2). El entusiasmo de aquella campaña no le alcanzaría contra Atlético Nacional en la final, pero sí para ganarse el respeto de los rivales.

La única vez que Independiente del Valle no pudo frente a equipo argentino en un duelo de eliminación directa fue en la segunda ronda de la Libertadores 2018, contra Banfield; en aquella serie, habían igualado 1-1 en Buenos Aires, y el Taladro logró un agónico 2-2 en Ecuador.

Ya en la actual de la Copa Sudamericana, los Rayados del Valle ratificarían su condición de matagigantes y nuevamente darían la nota contra más de un equipo de Argentina. En la primera fase, los dirigidos por Miguel Ángel Ramírez arrancaron dejando en el camino, por penales, a Unión de Santa Fe (derrota 0-2 como visitante, mismo resultado como local y triunfo desde los doce pasos). Tras superar a Universidad Católica de Chile en segunda fase y a Caracas en octavos de final, otro equipo argentino, Independiente de Avellaneda, sufriría la efectividad de la Máquina del Valle.

Pero todavía había más. En las semis, victoria 2-0 nada menos que en Brasil ante Corinthians y empate 2-2 en el Olímpico Atahualpa para clasificarse a la gran final, donde se enfrentó y también venció a pura contundencia 3-1 a Colón de Santa Fe, para consagrarse campeón de la Sudamericana y bordarse así su primera estrella internacional.