Agente Libre Digital
·20 de enero de 2024
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Volvía a rodar el balón sobre el césped de Mestalla y esta vez en una ocasión muy especial. Valencia y Athletic se enfrentaban en el duelo correspondiente a la vigesimoprimera jornada de La Liga Ea Sports, un clásico del fútbol español. El conjunto dirigido por Rubén Baraja buscaba sumar su cuarta victoria consecutiva en el campeonato y de esa manera colocarse en la lucha por posiciones europeas, algo impensable al comienzo de este. Por otro lado, el cuadro del Txingurri que volvía al feudo valencianista, tanteaba seguir con su enorme estado de forma, pues los vascos no conocían la derrota desde octubre.
El partido arrancaba con un alto duelo físico en el centro del campo, donde los visitantes se sentían más cómodos hasta el momento. Sin embargo, tras una buena jugada del conjunto valencianista, Sergi Canós era el primero avisar con un disparo en la frontal del área que se iba desviado tras tocar en la zaga bilbaína. El extremo valenciano de Nules, estaba siendo muy participativo, hasta que tras un magnífico autopase sobre el defensor rival Lekue, se llevaba la mano a la parte trasera de su muslo derecho, obligando así a Baraja a abrir la ventana de cambios. Tras una ovación de Mestalla para el joven extremo, el ucraniano Román Yaremchuk era el elegido para saltar al campo, desplazando a Diego López a la banda derecha y replanteando la estrategia ché.
Esta sustitución no sentó muy bien al bando local, aprovechando el Athletic esa falta de ritmo con distintas incursiones por la banda izquierda de su jugador más destacado en la primera mitad, Nico Williams. Tras varias triangulaciones, llegó el primer disparo por parte de los visitantes, donde el joven atacante buscaba el palo corto de a portería de Giorgi Mamardashvili, quien adivinaba las intenciones y terminaba blocando el esférico. Con un Athletic más firme sobre el tapete, el Valencia no gozaba de mucha actividad ofensiva, inquietando de nuevo con un magnífico pase al hueco de Beñat Prados que finalizaba de nuevo Williams, con un final idéntico a la oportunidad anterior. Se hacía el silencio en Mestalla después de que José Luis Gayá se sentara sobre el césped con su mano en la tibia, algo que por suerte termino en un susto.
Llegados al minuto 40 de juego, el Valencia respondía con la ocasión más clara del primer tiempo, después de un sensacional robo de balón de Fran Pérez, este abría hacia Hugo Duro, que se situaba dentro del área y tras un mal primer control cedía el cuero de cara hacia Hugo Guillamón, quien de primeras mandaba el disparo cerca del palo de Unai Simón. El Valencia apretaba y Mestalla lo sabía, disponiendo de tres saques de esquina consecutivos que terminaban con una providencial intervención del guardameta vasco tras un buen remate del delantero ucraniano. Finalizaba la primera mitad con ese arreón final de los locales, que demostraban su hambre y competitividad.
Tras el cuarto de hora reglamentario, la segunda mitad comenzaba de una manera totalmente distinta. Los dos equipos imprimían un ritmo muy alto y las ocasiones estaban por llegar. A penas cuatro minutos bastaron para que el Athletic dispusiera de la primera gran ocasión, tras una magnífica jugada el balón llegaba a Sancet, que con un muy buen giro de tobillo mandaba el balón lamiendo la cepa del palo. Seguidamente, una gran contra culminaba con Diego López en carrera, que ponía el balón al área pequeña y Hugo Duro perdonaba la ocasión más clara del encuentro para los locales después de impactar muy débilmente el esférico.
El partido era otro y se intuía que el marcador no tardaría en cambiar, pues tras una buena apertura a banda, el capitán valencianista recibía el balón y buscaba a Hugo Duro en el área, que aprovechando el gran centro, se imponía por arriba y giraba el cuello para colocar el balón pegado al palo, haciendo así inútil la estirada de Unai Simón. El Valencia se adelantaba pasada la hora de juego y Mestalla enloquecía.
Hugo Duro celebra un gol contra el Athletic. Fuente: LaLiga.
Debido al gran chute de adrenalina que había supuesto el gol, el Valencia gozaba de sus mejores momentos, sometiendo a todo un Athletic y tomando el control del juego durante unos minutos. Ernesto Valverde no tardaría en tomar cartas en el asunto, incorporando a Unai Gómez y Asier Villalibre para buscar la igualada. Estos refrescos tuvieron un efecto inmediato, pues tras la reanudación del juego, el joven bilbaíno gozaba de una ocasión manifiesta, donde sacaba un buen disparo y Giorgi Mamardashvili intervenía con una prodigiosa mano abajo, lo que llevó a que el estadio coreara su nombre. Los vascos apretaban y el Pipo Baraja agotó su ventana de sustituciones, añadiendo a Javi Guerra y Jesús Vázquez al terreno de juego.
Los colegiados añadían 6 minutos, donde el conjunto visitante intentó a través de balones al área el empate. Pulido Santana hacía sonar su silbato y los tres puntos se quedaban en Mestalla tras un enorme despliegue físico y una larguísima semana con más de dos partidos en seis días. El Valencia cortaba la enorme racha del Athletic, posicionándose en séptimo lugar empatados a puntos con la Real, que juega a las 21:00 en Balaídos. El gran estado de los ché continua, y los aficionados tienen motivos para ilusionarse y mirar a Europa.
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