Regate Femenino
·31 de julio de 2023
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Para muchos aficionados del futbol de selecciones, Hervé Renard es un clásico de los Mundiales. Se ha sentado en los banquillos de algunas de las mejores selecciones africanas de los últimos años y ha contado con una notable presencia en las últimas copas del Mundo. En su última aventura se hizo cargo de Arabia Saudí y consiguió poner trabas al camino que parecía escrito para la Argentina de Leo Messi. Siempre con su indispensable camisa blanca. Pero después de aquello decidió apostar por un nuevo reto. Quería volver a su país, y encontró que la mejor manera para ello era hacerse cargo de la Selección Francesa femenina. Convirtiéndose así en el primer entrenador en dirigir en un Mundial tanto masculino como femenino.
Hervé Renard nació en Aix-les-bains, Francia, en 1968. Como muchos, antes de ser entrenador fue futbolista, aunque en su caso tuvo una carrera muy discreta, pasando por equipos como el Cannes, Stade de Vallauris y el SC Draguignan. Solo disputó un partido en la primera división francesa. El resto de su carrera lo pasó en la división de plata o divisiones menores. Aunque en su primer equipo coincidió con otro joven ilustre del futbol francés, Zinedine Zidane.
Su carrera como entrenador empezó en 1999, haciéndose cargo del equipo donde se había retirado el año anterior, el Draguignan. Sus primeras temporadas fueron muy movidas. Renard iba alternando el puesto de entrenador con el de otros trabajos del cuerpo técnico en cada equipo por el que pasaba. Se sentó en banquillos de divisiones inferiores de Francia, se fue a China y también al futbol inglés. Hasta que empezó sus aventuras por África con su mentor, Claude Le Roy, otro trotamundos del futbol africano. Renard estuvo en el cuerpo técnico de Le Roy en Ghana hasta que se hizo cargo de su primera selección, Zambia. Y aquí empieza la leyenda de Renard.
En 2009 se hizo cargo de la selección de Zambia para la Copa de Naciones de África. Era la primera selección que dirigía y tenía una misión muy complicada: hacer que Zambia ganase el torneo por primera vez en su historia. Y aunque no lo logró, consiguió un meritorio tercer puesto. Con esta victoria empezó a hacerse un nombre por todo el continente y los mejores equipos y selecciones empezaron a llamarlo.
Pasó por la selección de Angola, aunque dimitió al denunciar impagos, y también entrenó a un equipo de Algeria, el USM Alger. Hasta que en 2012 volvió a la selección de Zambia, para esta vez conseguir la primera Copa de Naciones de África de su historia. Después de su éxito volvió a Francia para entrenar en Sochaux, pero su sitio estaba en el continente olvidado, así que la temporada siguiente volvió. Y lo hizo por todo lo alto. Haciéndose cargo de Costa de Marfil para la Copa África y volviendo a levantar el título con un auténtico equipazo: Yaya Touré, Doumbia, Gervinho, Serge Aurier o Wilfried Bony entre otros. Con ello Renard se convirtió en el primer seleccionador en levantar la Copa de Naciones de África con dos países distintos.
Después de levantar la Copa tuvo un déjà vu, porque volvió a Francia para entrenar al Lille, pero a los pocos meses dimitió por los malos resultados. Y aquí empiezan sus dos últimos grandes trabajos, con Marruecos y Arabia Saudí. Con los ‘Leones del Atlas’ consiguió su primera clasificación en 20 años para el Mundial de 2019. Con los saudíes, logró ganar ni más ni menos que a Argentina en el pasado Mundial. La selección que se acabría proclamando campeona. Renard ya tenía todo un nombre en el futbol africano y saudí, pero su espíritu aventurero le volvió a llamar para afrontar un nuevo reto.
Después de volver a hacer historia con Arabia Saudí, decide que es su momento de volver a casa, a su Francia natal. Renard empezó a sonar para varios equipos y también para la Selección francesa masculina. Sin embargo, los rumores no acababan de ser ciertos, ya que su interés se encontraba en el fútbol femenino. En marzo de este año, la polémica se desató en la Federación Francesa. Su capitana y emblema, Wendie Renard anunciaba que se retiraba de la selección porque «no podía apoyar como se estaban llevando las cosas». Wendie Renard pedía un cambio radical para poder volver y señalaba a la seleccionadora, Corinne Diacre, como principal causante del problema. En medio de esta crisis llegó la llamada de Hervé Renard, quien se interesó por el puesto de seleccionador. La Federación lo vio como la oportunidad perfecta y destituyó a Diacre.
Renard se plantaba en un escenario dificilísimo, a las puertas de un Mundial, con un vestuario fragmentado y con varias jugadoras importantes amenazando con irse. Pero parece ser que ha conseguido encontrar la solución. Ya podrían aprender otros. Francia se encuentra a las puertas de los octavos de final del Mundial y con la sensación de que podrían llegar lejos. Han pasado de ser un equipo roto a parecer unido, que no se da por vencido y todo gracias a la figura de Hervé Renard. A pesar de su primer empate contra Jamaica, las francesas lo dieron todo y se desahogaron en el segundo encuentro contra Brasil, con un juego vistoso, muy físico y vertical que dará mucho de qué hablar en lo que queda de Mundial.
Imágenes de Getty Images.