Henry admitió que se fue del Barcelona por Messi | OneFootball

El francés reveló el motivo por el que decidió ponerle punto final a su paso por el Barça.

Thierry Henry (47 años) ha desvelado por fin los motivos que lo llevaron a cambiar el Arsenal por el FC Barcelona en el verano de 2007, tras nueve brillantes temporadas en Londres. En una entrevista con el podcast ‘Stick to Football’, el legendario delantero francés explicó que, a pesar de la constelación de estrellas que lo esperaban en el Camp Nou –como Lionel Messi, Samuel Eto’o y Ronaldinho–, su decisión se basó en una profunda necesidad personal de «salir de mi zona de confort y buscar nuevos retos».

Henry recordó la conversación con el entonces técnico culé, Frank Rijkaard: «Llegas a un club que ganó la Champions League, con Samuel Eto’o en el centro, Messi por la derecha y Ronaldinho por la izquierda. Frank Rijkaard me dijo que empezaría en el banquillo, pero dije que vendría igualmente, que quería luchar por un puesto». Para el francés, la búsqueda constante de desafíos era primordial: «Busco retos todos los días de la semana, lo que necesito. Prefiero competir que quedarme en la zona de confort. Ir allí y reaprender a jugar de otra manera».

El camino no fue fácil, como él mismo reconoce: «Me estaba divorciando y llegué allí lesionado, aprendiendo un nuevo idioma, un nuevo estilo de juego; a la gente no le importó, y así debe ser. Es la vida, hay que encontrar la manera. La gente te mira porque eres el nuevo. ¿Qué vas a hacer? ¿Qué nos vas a demostrar? ‘Nosotros ganamos la Champions aquí y tú nunca la has ganado’. Así es, y lo entiendo y lo respeto. Si llegas a un club y te dan la bienvenida, que así sea, pero no tienen por qué dártela. Demuéstrales tú que puedes estar aquí. ¿Fue difícil? Sí, lo fue».

Pese a los obstáculos, Henry se ganó un puesto en el extremo izquierdo y su apuesta dio frutos: conquistó siete trofeos con el Barça, incluyendo dos títulos de LaLiga y la ansiada Liga de Campeones en la temporada 2008-09. Su historia en el Barcelona es un claro ejemplo de cómo la búsqueda personal de desafíos puede llevar a la gloria deportiva.