Pericos Marca
·16 de mayo de 2021
Gonzalo de Martorell: “Siempre intento meter una baza a favor del Espanyol”

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·16 de mayo de 2021
Hoy, os traemos una entrevista con Gonzalo de Martorell Jr. El periodista de “El Chiringuito” y de “Jugones” ha hablado con Voz Perica y ha compartido sus anécdotas vinculadas al Espanyol, una pasión que le viene de dos generaciones atrás, al igual que su profesión. Gonzalo nos ha contado sus mejores momentos en clave espanyolista, la influencia de su padre a la hora de ser perico, y periodista y también ha hablado sobre el profundo cariño y respeto que se le guarda a la entidad blanquiazul fuera de Cataluña. El joven periodista ha comentado también la figura de Pedrerol y la visibilidad que se le ha dado al Espanyol desde “El Chiringuito” estos días en los que el Espanyol ha conseguido volver a Primera División. Como hemos podido ver, Gonzalo difunde la pasión por estos colores siempre que puede desde un medio tan importante como es el grupo Atresmedia.
Nace de mi padre claramente. Mi abuelo era perico y mi padre es perico, y yo soy perico. Mi padre me inculcó desde muy pequeñito el ser del Espanyol, el ser diferente, ser de la resistencia. Los primeros recuerdos que tengo del Espanyol es ver a mi padre llorando en la final de la UEFA de 2007 contra el Sevilla. Es uno de los primeros recuerdos más nítidos que tengo, el verlo desconsolado llorando, y yo preguntarme: “¿Qué le pasa?” porque yo no era al cien por cien consciente de la importancia que tenía el fútbol y el Espanyol.
Mi padre prometió cuando derribaron Sarrià que jamás iría al Estadio Olímpico de Montjuïc. Él vivía al lado de Sarrià. Cuando inauguraron el RCDE Stadium, y ya tuvimos de nuevo nuestro propio campo nos hicimos socios y accionistas. Ahí empieza de verdad, con 12 años, mi aventura perica.
Nunca. Mi padre prometió que jamás iría a Montjuïc hasta que no volviéramos a tener de nuevo un campo propio. Le dolió muchísimo el derrumbe de Sarrià, todavía se emociona cuando pasa por ahí. Mi abuelo también era periodista, y los dos vivían al lado del campo de Sarrià. Sarrià significaba mucho para esa generación, era su segunda casa. De tanto que le dolió, jamás fuimos al Estadio Olímpico.
Eso sí, el primer día que se anunció que se construía el campo de Cornellà-El Prat, fuimos de los primeros en apuntarnos. Fuimos a la inauguración, mi padre lloraba desconsolado, yo también estaba muy emocionado por ver de nuevo al Espanyol.
Me influye en todo. Yo soy la tercera generación de Gonzalo de periodistas. Mi abuelo fue de los primeros cámaras de Televisión Española, cuando por aquel entonces el cámara también era periodista porque solo había una persona. La influencia es máxima en ese sentido.
Una cosa muy bonita que nos pasó en los últimos años cuando aún estaba en Barcelona, fue que fuimos los dos al campo, pero los dos como periodistas. Él para hacer radio, y yo para escribir, para hacer la crónica. Padre e hijo periodistas del Espanyol trabajando juntos en el estadio.
Ser del Espanyol en Madrid es muy fácil. Es una maravilla. Fuera de Barcelona te das cuenta de la gran simpatía que guardan por el Espanyol muchísima gente. Yo aquí coincido con mucha gente de diferentes equipos y la inmensa mayoría de los aficionados le guardan mucho respeto al Espanyol porque es un equipo histórico. Tengo amigos que son del Zaragoza, del Betis, del Sevilla, del Atlético de Madrid… y todos le guardan un cariño especial al Espanyol porque es un equipo que ha estado toda la vida, que es familiar, que representa la resistencia y que son conscientes de la diferencia que existe entre Barça y Espanyol. Así que como te digo, ser perico en Madrid es muy fácil y maravilloso.
Ser perico en Barcelona es otra historia. Cuando vas creciendo es una cosa que ya no te importa tanto lo que te digan. Pero sí que es cierto, que cuando era pequeño yo jamás iba a entrenar con una camiseta del Espanyol porque tenía que soportar los típicos comentarios y bromitas de “A segunda”, “Perico que vuela…” Pero eso, cuando ya tienes 16-17 años, te lo tomas con deportividad y rebeldía. Cuando eres un chaval no te hace tanta gracia. En el colegio solo se metían conmigo por ser del Espanyol. Cuando lo dije en “El Chiringuito” me metí en Twitter y vi los comentarios de la gente y todos los pericos coincidían en lo mismo, tanto los más pequeños, como también los adultos.
La principal diferencia que veo que existe entre la rivalidad que hay entre el Espanyol-Barça, y la rivalidad, por ejemplo entre Betis-Sevilla o Atlético-Madrid es que la nuestra no es una rivalidad sana. En Sevilla hay un cierto respeto entre los dos equipos, y en Barcelona no la hay. Eso se traslada a todos los estamentos: desde la política, hasta el colegio, que no puedes ir con una camiseta del Espanyol. Espero que algún día se pueda solucionar y el Espanyol debe poner de su parte, empezando por lograr objetivos. Si te fijas ahora en el Atlético de Madrid, hay muchos más aficionados que salen “públicamente” a decir que son del Atleti, desde que hacen cosas grandes, luchan por cosas grandes e importantes.
Sí, lo siente porque Pedrerol le guarda mucha simpatía al Espanyol. Yo a veces bromeo con él y le digo: “Josep, tú eres perico, a mí no me engañas”. Le guarda mucho cariño porque también creció cerca de Sarrià y estuvo cubriendo la información del Espanyol en la radio durante mucho tiempo. También le tiene ese cariño y ese respeto porque el Espanyol es un histórico de la Primera División. Siempre que puede nos da al Espanyol y a los pericos espacio.
Es bastante significativo, y debería hacernos reflexionar que La Sexta, Pedrerol y “El Chiringuito” nos dé más voz y protagonismo que los propios medios catalanes. Pedrerol ha sido casi el único comunicador de España que nos ha dado un espacio digno.
Es un reflejo de lo que es la rivalidad no sana entre Barça y Espanyol que te comentaba antes. El Espanyol lucha contra el Barça, pero no solo contra el club, sino contra toda su maquinaria, que incluye la prensa, política, afición que quiere que desaparezcamos… En estas dos semanas que llevamos que el equipo está ascendido a Primera División, se le ha dado más voz en “Jugones” y en “El Chiringuito”, que no en TV3, Sport o Mundo Deportivo, por ejemplo, y es algo que debería hacernos pensar.
Siempre que puedo meto una baza a favor del Espanyol. Siempre. Lo que pasa que hay que tener en cuenta la actualidad deportiva y que es un programa de tirada nacional. Ahora, sabía que era el momento. Me ofrecen un reportaje sobre el Espanyol que incluía la motada, el posible ascenso… El propio Josep también ofrece temas porque es consciente de la importancia y de los aficionados que hay del Espanyol. El Espanyol también se porta bastante bien con nosotros a la hora de facilitarnos accesos, ofrecernos imágenes…
Aquí en “El Chiringuito” si te fijas, siempre intentamos dar voz a todos los equipos. Tenemos a Diego Plaza, que es del Almería, y siempre que hay algo del Almería, también lo sacamos, a Álex Silvestre, del Valencia… Al final el programa es de todos y de todos los equipos y esa es la esencia del programa. Aunque es verdad que muchas veces se habla más de Real Madrid, Barça y Atlético porque la actualidad manda y es lo que marca la agenda deportiva, pero le hemos dado voz a la mayoría de equipos: al Málaga cuando estaba mal, al Depor, Zaragoza, Sevilla, Betis… Todos los equipos históricos de nuestro fútbol tienen cabida en el programa.
Yo, personalmente, me encargo de que el Espanyol pueda tener el máximo de espacio posible en “El Chirnguito” siempre que se pueda.
Es algo muy tópico pero lo que recuerdo con más cariño es el día de la inauguración. Fue algo mágico, ver el campo engalanado de arriba abajo, además el rival, que era el Liverpool y ganamos por 3-0… Lo llevo grabado a fuego. Tengo la entrada enmarcada en mi habitación porque es una cosa que se me va a olvidar.
También recuerdo con mucho cariño cuando Tamudo se fue del Espanyol y jugó su último partido en el Espanyol. Los derbis, también claro. El gol de Álvaro Vázquez en el 88’ como el estadio se vino abajo. Estaba ahí en el estadio y me acuerdo que el señor que tenía que se sentaba justo arriba, se me desmayó encima de la locura que se desató y de la intensidad con la que lo vivimos aquel momento. Nos abrazábamos todos con todos.
Recuerdo también la semifinal de Copa del Rey contra el Athletic Club. Siempre íbamos al campo en moto y recuerdo la motada acompañando al equipo con bengalas.
El ir al estadio con mi padre es algo que me encantaba. Iba con un sombrero que tenía del Espanyol. Cuando era un chaval me pintaba la cara de blanco y azul. Ahora que soy más mayor, y especialmente ahora que no se puede ir al estadio, recuerdo con cariño estos momentos y me sabe mal el no haber ido más. Lo típico que estás en “la edad del pavo” y no quieres ir. Me duele no haberlo disfrutado lo suficiente. Cuando eres un chaval no le das el valor que tiene, y ahora que ya has madurado te das cuenta de lo bonito que era ir al campo con tu padre a ver al equipo de tus amores. Ya se lo he dicho, que en cuanto acabe la pandemia, vamos a ir lo máximo posible al estadio a celebrar todos los goles y espero que los títulos.
Luís García. Sin duda. Era mi jugador referente. Era el único jugador con el que yo quería sacarme una foto. Me encantaba la voltereta que hacia al marcar los goles. Jugaba de extremo, que yo también jugaba por ahí cuando era un niño. Ha sido mi jugador referencia. Ojalá vuelva a entrenar al Espanyol porque tiene lo que tiene que tener, es perico y sabe lo que es esto.
Te diría Raúl de Tomás, pero me tiene ganado el corazón Puado. Su último tramo de Liga es brutal. Encima es nuestro, de la casa. Lo tiene todo, incluso es guapo. Tengo muchas ganas de ver a Puado a Primera División y marcando goles con la camiseta del Espanyol.
En Primera, y muy vivo. No vamos a dar el gusto a nadie de volver a bajar y mucho menos desparecer. Ojalá veamos un Espanyol en un escalón superior, como el Sevilla por ejemplo. Compitiendo por una Copa del Rey, una clasificación Europa. Lo veo como un Sevilla o un Villarreal. Quiero ver un Espanyol potente.