FCBN
·29 de marzo de 2022
In partnership with
Yahoo sportsFCBN
·29 de marzo de 2022
Giovana Queiroz, futbolista del FC Barcelona, ha hecho pública este martes una una carta abierta a Joan Laporta, presidente del club, en su cuenta de Twitter. En ella, la actual jugadora del Levante (en condición de cedida) denuncia diferentes actitudes de la institución y diversas "conductas abusivas" hacia su persona cuando todavía era menor de edad.
Con 18 años, la delantera deja claro en su publicación que comenzó a recibir un trato diferente cuando recibió su primera convocatoria a la selección de Brasil. "Primero recibí indicaciones de que jugar con la selección brasileña no sería lo mejor para mi futuro dentro del club. A pesar del desagradable y persistente acoso, no le di mucha importancia y atención al asunto", indicó.
Acto seguido, agregó que después de un tiempo, las amenazas se volvieron mayores a través de otros mecanismos de presión, todo con el objetivo de arrinconarle. "Me trataron de manera abusiva para que renunciara a la selección brasileña. Se utilizaron métodos arbitrarios con el claro objetivo de perjudicar mi vida profesional dentro del club", continuó Gio.
También mencionó que fue sometida a una cuarentena "ilegal" por parte de los servicios médicos de la entidad, por un supuesto contacto estrecho. "Como la orden de la médica era contraria al protocolo sanitario, contacté directamente con el Departament de Salut de Catalunya y pedí aclaraciones. La respuesta fue clara y contundente. Mi caso no era ni podía ser considerado como contacto estrecho según el protocolo sanitario vigente", afirmó.
Debido al confinamiento obligatorio, se perdió la Copa de la Reina, pero después viajaría con la 'canarinha' a Estados Unidos, lo que le causó graves problemas "Al llegar, hable con el director del club y fui acusada de haber cometido una grave indisciplina. Por ello iba a ser apartada del equipo y sufriría grandes consecuencias", dijo la actual delantera del Levante.
Además, cerca de finalizar, el texto señala varias amenazas durante esa conversación. "Me sentía totalmente desprotegida. Sufrí situaciones humillantes y vergonzosas durante meses dentro del club. Estaba claro que él buscaba destruir mi reputación, minar mi autoestima, degradar mis condiciones laborales. Quería menospreciar e infravalorar mis condiciones psicológicas", apunto Queiroz.
Por último, expresó que el hecho de que fuera menor de edad (17 años) no parecía un impedimento moral para su agresor. "Ciertamente actuó con la sensación de impunidad. Él sentía que contaba con la protección de su cargo dentro del FC Barcelona. Es probable que los recuerdos, el trauma y sus efectos duren muchos años", concluyó la goleadora, incluyendo una frase en la que comenta que el club no es el responsable directo de las conductas denunciadas.