Giddey se sale en Chicago | OneFootball

No es el más atlético, tampoco el mejor anotador. De primeras el bueno de Josh Giddey no te sorprende con un mate espectacular ni con un dribbling que deja sentado al rival. Aun así, su estilo de juego muestra el dominio de los pilares de este deporte. Bote preciso (sin apenas florituras), un tiro tan ortopédico como efectivo y una visión privilegiada para leer el juego. La forma en la que el australiano para el tiempo en ataque es de un superclase. Una elegancia que siempre la lleva consigo, pero que ahora se traslada a unos números propios de All-NBA en sus últimos doce encuentros: 22.4 puntos, 10.0 rebotes, 9.7 asistencias y 1.7 robos. 52.3% en tiros de campo, 50.0% en tiros de tres y 80.3 en tiros libres.

Su marcha este verano de los prometedores OKC, tras un traspaso por Caruso, no ha tenido que ser fácil. El proyecto en Bulls carece de chances reales para competir, algo ya más que evidenciado con la salida de LaVine. De ahí que Giddey, un joven que de primeras no es el tipo de jugador para liderar un proyecto, resurja de sus cenizas para volver a ser el que era es una gran noticia en Chicago. La canasta ganadora de la temporada lleva su nombre. Desde el medio campo completó la super remontada a los Lakers de LeBron y Doncic. Su rostro, siempre serio e indiferente, no pudo evitar una mueca de felicidad.

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Fue contra Los Angeles donde Giddey (22 años) sumo su quinto triple-doble de la temporada. El récord solo es superado por Michael Jordan con 15 en la 88/89. En esta ya no podre ser, pero en las que viene es una posibilidad más que real. El jugador más joven en conseguirlo, con 19 años y 84 años, suma en esas tres facetas casi sin querer. Por ahora, sus Bulls (novenos con récord de 33-41) se encaminan a un Play-In donde todo puede pasar si Giddey está en pista.