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·2 de junio de 2025
Gasperini, y su facilidad para crear goleadores, deja Atalanta rumbo a la Roma

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·2 de junio de 2025
Ya es oficial. Gian Piero Gasperini deja la Atalanta de Bérgamo y la Roma ya prepara su presentación. Casper pone fin a una aventura de nueve años en Bérgamo donde es toda una institución en el Atalanta. El creador de un equipo que ha competido en el calcio italiano y en competiciones europeas. En la rueda de prensa previa al Empoli – Atalanta dejó caer la posibilidad de no renovar o romper su vinculación este verano, y el que avisa no es traidor. A sus 67 años ve prácticamente imposible dar mayores alegrías a la afición de la Dea que la Europa League del curso pasado. En estas nueve temporadas de la era Gasperini, el Atalanta ha vivido los mejores años de su historia, se ha convertido en un habitual de Europa y ha creado un equipo de autor con delanteros totales.
Gasperini llegó a Bérgamo en la temporada 16/17 después de paso de altibajos por el Genoa. Lo primero que hizo fue imponer su clásico 3-5-2, un sistema con tres centrales y carrileros largos, además de coronar al ‘Papu’ Gómez como jugador insignia. El argentino multiplicó sus cifras de temporadas pasadas y generó 26 tantos (16 goles y 10 asistencias), los mejores números de su carrera. Creó un equipo compacto y que permitía poco. Además contó con jugadores que posteriormente se contrastarían en el Calcio como Caldara, Conti, Kessié, Freuler o Petagna. En su primera temporada aupó a la Dea a la cuarta posición en la Serie A, por aquel entonces la mejor clasificación de su historia.
Un año más tarde, seducidos por el fútbol europeo, comenzaron a llegar los pilares del primer gran Atalanta. De Roon, Gosens, Hateboer e Ilicic aterrizaron Bérgamo para consolidar un proyecto en auge. El esloveno junto a Alejandro Gómez harían una de las parejas más temibles del calcio en los próximos años. Su primera aventura europea acabó pronto, a pesar de pasar primeros de grupo por delante del Olympique Lyonnais, la mala suerte hizo que se cruzara con el Dortmund en dieciseisavos. Tantos frentes abiertos les hicieron bajar posiciones en la liga y acabaron el año séptimos.
En la 18/19 llegaría el primer delantero moldeado por Gasperini, Duván Zapata. El colombiano llegaba procedente de la Sampdoria donde había metido 11 goles, en Bérgamo se iban a multiplicar. El juego atrevido e intenso de la Dea y el tener generadores como el ‘Papu’ e Ilicic harían que cualquier delantero se hinchara a anotar. Zapata acabaría el año con 28 tantos, el máximo de su carrera de cuatro años en Bérgamo, en la que ha hecho 80 goles y 35 asistencias. La ausencia de competiciones europeas le permitió al Gli Orobici alcanzar la tercera posición en Serie A, además de una final de Coppa Italia que perdió ante la Juventus.
Gasperini hizo al Atalanta codearse en las primeras posiciones del calcio, ahora le tocaba con los grandes de Europa. Después de una gran 18/19 se habían ganado el pase a Champions League, competición donde iba a dar el callo. En verano terminaron de apuntalar la zona de ataque con Pasalic, Malinovskyi y Luis Muriel, otra creación de Gasp, como su compatriota Zapata. Con todo ese arsenal ofensivo, el Atalanta fue el equipo más goleador de la Serie A con 98 tantos. Fueron una constante en la tercera posición durante tres temporadas y en la 20/21 nuevamente saborearon la tragedia de perder otra final de copa.
En Champions cerca estuvieron de hacer aún más historia y alcanzar las semifinales. En una temporada atípica, en la que se paró el fútbol durante meses por la crisis sanitaria del COVID 19, la Dea estuvo a minutos de eliminar al PSG, que a la postre sería finalista de la edición. Los de Gasperini dominaron a los parisinos y se adelantaron en el 26′ con gol de Pasalic, pero no cerraron el área en los minutos finales y en el descuento Marquinhos y Choupo-Moting remontaron en el encuentro. Esos cuartos de final fue la mejor clasificación en la máxima competición europea que ha cosechado el Atalanta.
Para la historia queda el 4-8 global del Valencia – Atalanta en octavos de final de esa misma edición de Champions League. Ilicic metió cinco goles en la eliminatoria y cuatro de ellos en Mestalla, en lo que, hasta la fecha, es el último partido europeo del conjunto che. En las próximas dos temporadas, los Orobici fueron empeorando sus actuaciones: octavos de final en la 20/21 y caer a Europa League en fase de grupos en la siguiente. En ese curso 2021/2022 se cerró o, por lo menos, se pausó una etapa en Bérgamo, en Serie A quedaron octavos, posición que no daba acceso a Europa.
El fin de ciclo había llegado para todos menos para Gasperini. Dijeron adiós dos jugadores que habían marcado una época vestidos de nerazzurri como Ilicic y el ‘Papu’ Gómez y otros dos habían dejado sus mejores momentos atrás, Muriel y Zapata. Sin embargo, fueron otros jugadores los que tomaron galones y crearon el nuevo Atalanta. Musso en la portería, Djimisiti en la zaga, Ruggeri y Zappacosta en los laterales, Éderson en la medular y Lookman y Scamacca en el ataque. Aunque la guinda del pastel fueron las ventas de Hojlund y Koopmeiners, por los que han sacado más de 130 millones, algo que no pudieron hacer con sus anteriores cracks.
Después de una temporada de climatización a los nuevos -y no tan nuevos tripulantes- llegó el momento que todo Bérgamo estaba esperando desde hace años. El sorteo le mandó al grupo D con Sporting de Portugal, Sturm Graz austriaco y Raków Częstochowa polaco. Finalizó primero y no tuvo que jugar la fase de knockout contra un equipo de Champions. Fueron pasando rondas ante equipos de mucho nivel, Sporting, Liverpool y Marsella cayeron ante la Dea. El invicto Bayer Leverkusen de Xabi Alonso les esperaba en la final, después de eliminar a la Roma.
El mundo del fútbol dio por muerto al Atalanta, más aún cuando perdieron la final de la Coppa Italia frente a la Juventus. Solo ellos sabían de lo que eran capaces. Cuando el árbitro dio el pitido inicial, los de Gasperini se comieron al Bayer. Su presión fue mortal, casi tanto como Ademola Lookman, que con sus zarpazos hizo campeón a la Dea. El nigeriano hizo historia, el primero en meter un hat trick en una final de Europa League y el autor de los goles que dieron al Atalanta el primer título europeo de su historia. La obra de Gasperini en Bérgamo queda sellada con un título europeo que inmortaliza su legado. El Atalanta ya no es solo un equipo revelación, sino un campeón con todas las letras.
La 2024/25 fue un cierre de ciclo tan exigente como simbólico para la Atalanta de Gasperini. En Serie A, el equipo finalizó en tercera posición, consolidando su presencia en la élite del calcio. Mateo Retegui, la última obra de Casper fichado del Genoa por 25 millones de euros, se convirtió en el capocannoniere con 20 tantos. Ademola Lookman, por su parte, aportó 16 goles en liga y 5 en Champions League, destacando su rendimiento en competiciones europeas.
En la Champions League, la Dea superó la fase previa y alcanzó los octavos de final, donde cayó ante el Club Brujas en una eliminatoria marcada por la polémica tras un penalti fallado por Lookman, por el que se causó mucho revuelo por posteriores declaraciones del entrenador. A pesar de este revés, el equipo mostró un rendimiento competitivo, con un total de 22 goles anotados en la competición. Esta temporada también incluyó la participación en la Supercopa de la UEFA frente al Real Madrid, que aunque perdió 2 – 0, reflejaron el del club bajo la dirección de Gasperini. Nueve años atrás ningún tifosi del Atalanta hubiese soñado con un partido de esta índole ante tal rival.
Gian Piero Gasperini se despide como el técnico más importante de la historia del Atalanta. No solo por los títulos, sino por transformar una institución que vivía a la sombra del norte de Italia en una fábrica de talento, en una pesadilla para cualquier rival y en un modelo de gestión deportiva. Su legado va más allá de las cifras: queda su juego, su carácter y una ciudad entera que, gracias a él, aprendió que también se puede soñar en grande. Roma será su próximo destino, pero Bérgamo ya es, para siempre, su casa.