Garitano, números estratosféricos | OneFootball

Un entrenador de los de antes. Metódico, estudioso y de barro que quiere volver a llevar al Sporting de Gijón a lo más alto. Sus números así le avalan. Es Asier Garitano.

De barco salvavidas a la velocidad crucero

Miguel Ángel Ramirez llegó a Gijón hace poco más de dos temporadas. Un desconocido en la élite con una difícil tarea, salvar a un Sporting que no ha salido nunca del futbol profesional. Y, además, por si fuera poco, debía hacerlo sustituyendo a la leyenda del club, el Pitu Abelardo, quien tenía hasta ahora uno de los mejores registros del club. Al menos hasta la llegada de Asier Garitano.

El canario no sólo consiguió salvar la papeleta. Sino que consiguió jugar unos playoff que se escaparon entre los dedos. Algo que propició su salida y la llegada de Rubén Albés a Gijón. Si bien es cierto que el técnico gallego se había ganado ese “salto” en su carrera tras actuaciones brillantes en el Carlos Belmonte, el de Vigo no encontraría su juego entre tanto “caos desordenado”. Lo que propició su salida anticipada y la llegada de Garitano a El Molinón.

Foto: El Comercio

Son ya diez partidos del de Vergara al frente del Sporting de Gijón, en los que no conoce el empate. Ha cosechado un total de siete triunfos por únicamente tres derrotas.  Los rojiblancos tienen la potestad de contar sus partidos en esta temporada 25/26 por victorias. Al igual que el vasco puede hacer con sus partidos como local. Convirtiendo ‘El Templo’ en un auténtico fortín hasta la fecha, por lo que ha pasado de “salvavidas” a meter la velocidad crucero.

Garitano: fútbol de antes, futbol de barro

Tres entrenadores en tres temporadas. Y ahora sí, Orlegi parece haber dado con la tecla puesto que es el vasco el que atesora (teniendo en cuenta ambas temporadas) mejores números. Tanto es así que en clave sportinguista, sólo Jesús Barrio tiene mejores registros. Pero… ¿Qué ha cambiado?

Foto: La Voz de Asturias

Hablar de según qué equipos, es hacerlo de dominio, proposición y un fútbol ciertamente estético y asociativo. Pero el Sporting, con jugadores como Gelabert (clave en este inicio de temporada), aunque no está exento de calidad, prefiere jugar a otra cosa. Un equipo mucho más pragmático que el de su predecesor. Ordenado sin balón, donde no predomina ese bloque alto al que estaban acostumbrados, como sí lo hace ese bloque medio que permita adueñarse de ambas áreas y cerrar así los partidos.