Fútbol Histórico: Marcello Lippi, leyenda en los banquillos italianos | OneFootball

La carrera de uno de los entrenadores con más influencia en el fútbol italiano, dejando huella en la Juventus y en la selección azzurri

En el día de hoy os traemos la historia de otro gran entrenador que ha hecho historia en el fútbol. En este caso se trata del italiano Marcelo Lippi. Desde que inició su carrera como entrenador escaló poco a poco pasando por los equipos más humildes del Calcio hasta llegar a entrenar a una gran Juventus, con la que ganó una Liga de Campeones, y también al Inter, pese a no obtener éxitos. Pero no sólo se le recuerda por lo conseguido en la liga italiana, sino que su país le debe las gracias por ser el encargado de llevar a la selección a levantar el Mundial de 2006.

Un ídolo en Sampdoria

Marcello Lippi es otro caso de un entrenador con pasado como futbolista. Antes de llegar a los banquillos, el de Viareggio jugó como central durante más de doce años defendiendo varios equipos, en los que destaca la Sampdoria. En el equipo Blucerchiatti destacó más por su inteligencia y liderazgo que por sus cualidades técnicas, y disputó más de 274 encuentros. Entre 1970 y 1980 jugó en un club que luchó por mantenerse en la máxima categoría, pero que finalmente descendió. A parte de en la Sampdoria también jugó en Savona, Pistoiese y Lucchese antes de iniciar su carrera como técnico.

Fue en la misma Sampdoria donde empezó todo. Dirigió durante tres años en las categorías inferiores, antes de recalar en su primer equipo profesional, el Pontederea de la Serie C. Un año después llegaría al Siena, también de la misma categoría, y tras pasar por Pistoiese y Carrarese Calcio, por fin llegaría a la máxima categoría de Italia para dirigir durante dos temporadas al Cesena. Dirigió al equipo en 72 partidos, y al año siguiente cambiaría nuevamente de banquillo, y se convertiría primero en entrenador del Lucchese y luego de Atalanta.

Su paso por Nápoles

No fue un inicio fácil en su carrera. Se paseó por toda Italia sin encontrar un sitio fijo, que no llegó hasta 13 años después de empezar. Años conociendo la derrota, aunque eso se acabó tras su llegada a un Nápoles tocado. En esa época el equipo estaba en bancarrota y aún no se había recuperado del reciente adiós de su máximo referente, Diego Armando Maradona. Lo que consiguió el astro argentino fue una hazaña increíble. Nápoles era despreciada por los equipos del norte de Italia, pero gracias a su magia, logró hacer del club un grande del país, ganando dos Ligas, una Copa, una Supercopa, y una Copa de la UEFA.

Marcello Lippi tenía el objetivo de levantar la moral de una ciudad hundida, y aunque no consiguió ningún título, sí que logró alcanzar la sexta plaza para clasificar a UEFA. El técnico contó con una buena plantilla, con jugadores como Cannavaro, Paolo Di Canio, Jonas Thern, Fabio Pecchia y Daniel Fonseca, que marcó 15 goles en liga. Tras esa temporada, Marcello por fin encontró un club en el que asentarse. En 1994, llegó Luciano Moggi, el dirigente de la Juventus que fue artífice del Calciopoli, el mayor caso de corrupción en el fútbol italiano. Gracias a él, un Marcello que había sorprendido en el sur de Italia, sería el nuevo técnico de la Vecchia Signora.

Hitos en la Juventus y fracaso en Inter

Con la llegada de Marcello Lippi, y los problemas económicos, varios jugadores salieron cedidos, por lo que nadie creía en el equipo bianconero. No sólo eso, sino que la Juventus venía de ganar su tercera Copa de la UEFA con Giovanni Trapattoni, y el cambio era importante. Sin embargo, Marcello consiguió aquella primera temporada levantar el título de Liga nueve años después, además de la Copa de Italia. Una temporada después lograron la recién creada Supercopa de Italia, y no sólo eso, sino que jugaron Liga de Campeonas tras nueve temporadas ausentes. Ese equipo contaba con auténticas estrellas. Alessandro Del Piero, Gianluca Vialli, Deschamps, Antonio Conte y Ciro Ferrara entre otros. En la competición internacional hicieron un gran papel, quedando primeros en la fase de grupos, y eliminando a Real Madrid y Nantes para llegar a la final.

Se enfrentarían a un Ajax dirigido por Louis van Gaal que contaba con los hermanos de Boer, Edgar Davis y Patrick Kluivert. Esa final fue muy igualada. Tras un 1-1, con gol de Ravanelli para los italianos y el finlandés Litmannen para poner el empate, llegaron a penaltis, donde acertaron los de Marcello. Gran triunfo que significaba poner de nuevo a la Juventus en lo alto del fútbol europeo. Tras ese gran año consiguieron la Supercopa de Europa ante el PSG y la Copa Intercontinental ante River Plate, que contaba con El Burrito Ortega. La Juventus había fichado a una nueva estrella, Zinedine Zidane, y hasta el adiós de Marcello en 1999, acabaron ganando dos nuevas Ligas y otra Supercopa de Italia.

Las últimas temporadas con la Juventus no fueron las mejores, y Lippi dimitió. Su nuevo equipo fue el Inter, que tenía en la plantilla a Laurent Blanc, Zanetti, Seedorf, Baggio, Ronaldo y Zamorano. Aun así no fue una temporada para recordar teniendo una plantilla de tanto nivel. Quedaron cuartos en liga, y Lippi fue despedido. Marcello regresaría a Turín para volver a dirigir a la Juventus. Junto a él llegaron nuevos nombres para renovar la plantilla. Buffon y Thuram del Parma y Pavel Nedved de la Lazio. Por contra, vendieron a Zidane al Real Madrid por 73,5 millones de euros, cifra récord. En su segundo ciclo en el club, logró dos Ligas y dos Supercopas de Italia, y cayó en la final de la Liga de Campeones ante el Milán de Ancelotti, pese a eliminar a Barcelona y Real Madrid.

El mayor éxito de su carrera

Tras dejar la Juventus, el nuevo reto de Marcello era dirigir a la Selección de Italia. En ese momento era uno de los grandes técnicos y su llegada al combinado nacional era una noticia increíble. No sólo eso, sino que era un entrenador que conocía a fondo el fútbol italiano y a sus mejores jugadores. Eso le permitió preparar un equipo con grandes jugadores para dirigir a su país en la Copa Mundial de 2006. La selección se caracterizó por mostrar una versión del catenaccio italiano con una presión añadida en ese Mundial, donde llegaron a la final pese a no ser favoritos.

La Francia de Raymond Domenech sería su rival, y no logró anteponerse a los italianos, tras un largo partido, donde llegaron a penaltis. Pirlo, Buffon, Totti, Gattuso, Zambrotta, Cannavaro y Luca Toni fueron varias de las estrellas de ese gran torneo, donde el cabezazo de Zidane en la final a Materazzi fue lo más recordado. Después de lograr ese título, Marcello decidió dejar el cargo de entrenador, pero tras el despido de Roberto Donadoni, Lippi acudió a la llamada de su país para disputar el Mundial de 2010. Aun así no ocurrió lo esperado, e Italia fue eliminada en fase de grupos.

China y el retiro

En 2012 Lippi fue anunciado como nuevo entrenador en el Guangzhou Evergrande tras recibir un contrato millonario. Ganó la Super Liga China y la Copa de Campeones asiática, y dos años después revalidó el título de liga. Aun así anunció su retirada a final de temporada, aunque en 2016 volvió para ser presentado como seleccionador chino. No logró ni clasificar al Mundial y en Copa Asiática hizo mal papel, por lo que renunció. Hace un año decidiría volver, pero no duraría mucho y dimitiría poco después. De esta forma, a sus 72 años, un grande como Marcello Lippi podría decir adiós después de una carrera donde ha demostrado que con trabajo se consiguen las coses.