Fútbol Histórico: El origen de las rayas horizontales de la camiseta del Granada CF | OneFootball

La orientación de las franjas que componen la camiseta del equipo nazarí es uno de los signos más carismáticos de este equipo pero, ¿a raíz de qué suceso nació este curioso estilo?

El Granada CF es uno de los equipos de moda del fútbol español en el último año. El veloz crecimiento de su proyecto de la mano de Diego Martínez, pasando en dos años de jugar en la categoría de plata a colearse con el Napoli en unos dieciseisavos de Europa League le han hecho hacerse un hueco en el corazón del público, sumando por ahora muy pocos detractores. Además, hay un pequeño gran detalle en este humilde club que lo hace distinto a los demás en medio de un fútbol globalizado y tan poco original, su camiseta. Concretamente, la orientación de las franjas que la componen pues, la rojiblanca, en este caso, adquiere una orientación horizontal. Algo insólito en el fútbol español, y cuyo génesis cuenta con una historia no menos curiosa.

Sorpresa en el Trofeo Ciudad de Granada

Para llegar hasta el origen de esta anécdota, hay que remontarse hasta el año 1973. Más concretamente hasta el 22 de agosto. En esta fecha, mientras que los jugadores nazaríes saltaban al césped para disputar la primera edición del Trofeo Ciudad de Granada, el público quedó anonadado ante lo que estaba viendo en las pieles de sus jugadores. Si bien el color rojiblanco se mantenía, las rayas de las camisetas habían adquirido un giro de 90 grados.

Este cambio drástico compartió tanto adeptos como detractores a partes iguales en el seno nazarí. Mientras había quienes veían con buenos ojos este cambio de imagen, otros más conservadores del modelo clásico no tardaron en reclamar al culpable de esta decisión.

Cándido Gómez, el gran «culpable»

Este era Cándido Gómez, quien fuera el presidente que durante más tiempo ha estado al frente del Granada CF, con nueve años. Su idea era la de crear una imagen que distinguiese al Granada de los demás equipos, reforzar la marca Granada CF. Hacerlo un club único.

Por otra parte, cabe recalcar que la opción de girar las rayas no fue la única posibilidad que se contempló, pero sí la que más prosperó. Junto a ella, sobre la mesa constó la posibilidad de usar dos bandas verticales, a cuadros, o a cuadros aún más pequeños, emulando los tableros de ajedrez.

Aunque a muchos les pilló desprevenidos, siete días antes en el Diario Ideal lanzaron una especie de anticipo de lo que podría suceder próximamente. En el presente, se anunciaba brevemente que el equipo nazarí luciría sus rayas rojas y blancas, pero en sentido horizontal. Además, el escudo sería reubicado al centro de la misma, y el número en el hombro.

Una vez emergido el escándalo en la ciudad granadina tras hacerse oficial el comunicado, desde el propio diario se atrevieron a aplaudir la decisión de la junta directiva por su atrevimiento a la hora de apostar por hacer del Granada un equipo distinto a los demás en medio de un deporte tan poco original en ese sentido.

Idas, vueltas, y certificación de la horizontal en 2004

Dos años después, con el mítico Miguel Muñoz en el banquillo, el equipo volvió al estilo vertical, con el objetivo de revertir su situación liguera. Lejos de conseguirlo, el equipo andaluz continuó con su precipitación hasta consumar su descenso a Segunda División.

A partir de aquí, fueron muchos los aficionados que comenzaron a relacionar el estilo clásico con mal agüero. Por lo tanto, y aunque se volvió a rotar en múltiples ocasiones, el estilo horizontal fue convenciendo a la hinchada. Tanto fue así que, el 17 de julio del año 2004, en una asamblea de socios, se aprobó el proyecto de fijar por siempre las rayas rojiblancas horizontales en la zamarra granadina.

A partir de ahí, el equipo ha experimentado un vertiginoso ascenso en pocos años, pasando de jugar en 2010 en Segunda División B a casi diez años más tarde clasificarse para los octavos de la Europa League, con un fútbol, una filosofía y una metodología de trabajo digna de admirar. Y, por supuesto, luciendo con orgullo por el viejo continente su seña característica que le hacen, tal y como quiso Cándido Gómez, único.