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·28 de febrero de 2021
Fútbol histórico: 25 años de la polémica Supercopa de 1995

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·28 de febrero de 2021
Se cumplen 25 años de la única Supercopa de Europa que ha disputado el Real Zaragoza en toda su historia. Una Supercopa que seguro perdurará en la memoria de todo zaragocista por la polémica que generó en su momento y que hoy, venimos a recordar.
Para contar esta historia debemos remontarnos primero al 10 de mayo de 1995, a esa noche mágica en París en la que se llevó a cabo una de las mayores hazañas de la historia del club. El Real Zaragoza acababa de derrotar al Arsenal en la final de la Recopa de Europa con un gol que quedará para la historia -no sin olvidarnos de la volea de Esnáider que adelantó a los suyos en el primer tiempo- y que les servía para la clasificación a la Supercopa de 1996.
En frente tendrían a uno de los mejores Ajax que se han visto nunca, que por aquel entonces contaba con grandes nombres en sus filas como Overmars, Davids, Van der Sar o Patrick Kluivert entre otros. El conjunto dirigido por Louis van Gaal llegaba tras conquistar la Copa de Europa ante el AC Milán, listo para enfrentarse en la Supercopa a una generación de futbolistas que ya estaba llegando a su fin.
El 6 de febrero de 1996 tendría lugar en La Romareda uno de los partidos más importantes en la historia del club, que tras el alzamiento de la Recopa quería seguir cosechando éxitos europeos en sus vitrinas. El Real Zaragoza recibía en su feudo a un Ajax con bajas importantes como la de Overmars, pero que no se podía quejar ante un rival que se encontraba en las mismas.
Durante el partido pudimos observar a un Zaragoza voluntarioso y veloz, que dispondría de un par de ocasiones a los que respondió con acierto el meta neerlandés, hasta encontrase con el premio a su esfuerzo en el minuto 28. Xavi Aguado aprovechaba un buen centro de Nayim en un saque de esquina para adelantar a los suyos con un potente testarazo que acabaría en el fondo de la red.
Pero ya en la segunda mitad, Patrick Kluivert pondría las tablas en el marcador tras un gran control al borde del área de Cedrun, que no pudo hacer nada ante la imponente definición del atacante. En apenas unos minutos se pasó de lo que pudo haber sido el 2-0, si el árbitro hubiera visto penalti sobre Dani García en la acción anterior, al 1-1.
Los locales volverían a reclamar la pena máxima tras un agarrón de Bogarde a Óscar dentro del área, pero el colegiado, Rémi Harrel, no vería nada. Poco más sucedería sobre el césped de La Romareda, que esa noche acogería a un Ajax que pareció haber salido solo para cumplir, con un Finidi perezoso y un Kluivert aislado, pero que aprovecharía una de las pocas ocasiones de las que dispuso.
Tras el empate a uno en la ida, el Real Zaragoza se tuvo que trasladar a Ámsterdam con el valor doble de los goles en contra, algo que sumado a todos los problemas que tuvieron que afrontar los días previos al partido supuso un carga importante para los pupilos de Víctor Fernández. Y es que, este segundo partido que nombraría al supercampeón de Europa fue lo más parecido a una encerrona contra el equipo maño.
El encuentro que debió haberse disputado el día 20 de febrero, se aplazó una semana antes debido a la nieve y el hielo depositada en la capital neerlandesa por aquel entonces, obligando a la plantilla zaragocista a poner rumbo de nuevo a Zaragoza. “Volamos a Ámsterdam y nos volvimos sin jugar por la nieve. Van Gaal nos tenía miedo, quiso suspender el partido a toda costa cuando creo que se podía haber jugado”, señaló Aguado.
No obstante, este solo sería el primero de una serie de infortunios que viviría la entidad blanquilla durante la disputa del título continental. La negativa del Ajax a permitir el entrenamiento del Zaragoza en el Estadio Olímpico generó un enfado monumental dentro de la cúpula zaragocista, que tuvo que ver como sus jugadores se preparaban «en un campo de tierra, con un foco. Aquello era un solar”.
El 28 de febrero de 1996 llegaría el gran día, aquel en que se decidiría quien iba a ser el próximo supercampeón de Europa. El Ajax recibía en casa a un Real Zaragoza plagado de bajas (Nayim y Solana sancionados, Pardeza y Poyet lesionados, y Rambert, que no podía jugar competiciones europeas) pero cargado de ganas de hacerse con un nuevo éxito continental.
Todo lo ocurrido durante los días previos al partido generó un clima de venganza que hacía prever un gran partido entre dos de los mejores equipos del antiguo continente por aquel entonces, sin embargo, el verdadero protagonista aquella noche acabaría siendo Leslie William Mottram.
El colegiado escocés señalaría un penalti inexistente en el primer tiempo que lograría salvar Cedrún, aunque de poco serviría. Bogarde estrenaría el electrónico tras un rebote dentro del área visitante para poner el 1-0 al descanso. La segunda parte sería todavía peor y es que, Finidi ampliaría la ventaja en el 54′ con un nuevo gol afortunado en el que destacaron los rebotes.
Danny Blind se encargaría de poner el tercero desde los once metros, tras un supuesto derribo dentro del área del posteriormente expulsado Andoni Cedrún, y sentenciar el partido tan solo tres minutos después, de nuevo de penalti. Óscar vería la tarjeta roja por una falta sobre un jugador local en las inmediaciones del guardameta maño.
Finalmente, el encuentro acabaría con derrota blanquilla por cuatro goles a cero y el Ajax supercampeón de Europa, logrando así levantar tres títulos europeos en una sola temporada: la Copa de Europa, la Intercontinental y la Supercopa de Europa. El Real Zaragoza, por su parte, confirmaría el fin de una de las mayores generaciones de futbolistas de la historia del club, en el que sería el último partido de Cedrún con la elástica zaragocista. También perderían protagonismo jugadores como Higuera, Pardeza y Nayim, que poco tardarían en dejar el club.