
El Nueve y Medio
·4 de junio de 2020
Futbol en Rapa Nui

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·4 de junio de 2020
¡Iorana! ¿Pe he koé? Este es el idioma rapa nui, oficial en nuestro destino. Espero que estés muy bien, con ansias de retomar el contacto social con tus seres querido después de dos meses de cuarentena. La semana pasada estuvimos hablando del liderazgo que ha tenido Silesia en el futbol polaco. Ha llegado el momento de irnos al otro lado del mundo, a Rapa Nui, antes llamada la Isla de Pascua.
Como buen territorio en Oceanía, Rapa Nui recibió mucha influencia de los pueblos polinesios, pero también mucha presencia de la música chilena. No fue sino hasta finales del siglo pasado que surgió un movimiento para que la cultura rapanui empujara hacia Chile. Uno de los grupos pioneros al respecto es Matato’a, que en idioma rapanui quiere decir “guerrero”. Han podido tener giras por todo Chile ataviados como guerreros polinesios, con lo cual promueven las tradiciones rapanui, creando una fusión musical que tanta falta le hace a la música chilena. Aquí tenemos una de sus canciones insignia: Here ma’ohi (Hermano querido)
Vamos al tema de esta semana.
Durante cuatro meses hemos estado hablando del futbol en Europa. De eso estoy bastante consciente. De todas maneras, Geobalón no se limita a este continente. Si me has estado siguiendo en estos más de 16 meses habrás visto que he tocado temas de todo el mundo… literalmente. Hay un área geopolítica que no mencionaré por este año y el que viene: Medio Oriente, concretamente el futbol árabe. Y es que la estoy reservando para el año 2022, cuando se lleve a cabo el mundial de Qatar.
Ahora bien, la ventaja de esta contingencia sanitaria por CoVID-19 es que ha reafirmado cuál es mi misión contigo, querido seguidor de Geobalón. En ciertos momentos he mencionado que el periodismo deportivo aquí en México se puede ver como un iceberg. En su punta se ubican las cinco ligas europeas más importantes, la Champions League, el mercado de fichajes candentes, la Liga MX, la MLS, Sudamérica y los partidos de la selección… observo que el 90% de los medios deportivos cubren apenas ese 10%. ¿Qué sucede con el 90% restante? Es todo un océano azul, y te lo estoy abriendo.
Todos estos textos intentan mencionar con respeto a todas y cada una de las regiones donde se juega el futbol, con historias que valen la pena ser narradas, que merecen ser escuchadas. Hablo con respeto de las selecciones tan pequeñas como San Marino, o trato de encontrarle el lado B de equipos más populares, como el Benfica. Si el futbol es el deporte más popular del mundo, entonces vale la pena voltear a ver incluso a esos parajes donde el balón rueda. Donde haya una persona pateando una pelota de cuero, ahí estaré mencionándote su historia. Ahí tienes mi compromiso.
Precisamente hablando de esto, pasaremos cuatro semanas en el continente más ignorado, forrado de islas separadas entre sí por cientos de millas náuticas. Hablo de Oceanía. Nuestro destino en cierta manera está políticamente emparentado con Hispanoamérica, y aún así mantiene su carácter polinesio. Es una pequeña isla habitada por pueblos guerreros, y ahí llega también el balón. Bienvenido a Rapa Nui.
Rapa Nui, “la Gran Rapa” de acuerdo con el idioma polinesio. Se trata de uno de los territorios más alejados de cualquier continente; está más cerca de hecho una isla llamada Pitcairn, bajo administración británica, que de Sudamérica. Tal vez por ello ha recibido también ha sido llamada Te pito o te henua, “el ombligo de la Tierra”. Apenas tiene una superficie menor a 165 km² y su población asciende a los 7.750 habitantes. La capital y único poblado de Rapa Nui se llama Hanga Roa.
Si hay algo que distingue a Rapa Nui son los moai, cabezas gigantes que representan a guerreros rapanui. Tan célebres que son la razón detrás de la principal fuente de ingresos de la isla: el turismo. También la pesca tiene cierta presencia en su economía, más el cultivo de plátano y camote. El clima es bastante constante, con temperaturas agradables y lluvias en mayo, cerca del invierno en el Hemisferio Sur.
Se dice que Rapa Nui recibió migraciones de Polinesia por allá del siglo III y IV, particularmente desde las Islas Marquesas, justo al mismo tiempo cuando empezó la expansión hacia Hawái (algo de lo que hablé en su momento). De todos modos, no fue sino hasta el año 1200 que recibió finalmente una población permanente desde una isla llamada Rapa Iti, “la Rapa pequeña”. ¿Por qué ese año? Según las pruebas de Carbono 14, en ese año comenzó la deforestación de toda la isla… y mira que tenía bastantes árboles.
Entre que los rapanui cortaron los troncos para transportar ese millar de moai (algo no confirmado hasta la fecha) o que llegó la rata polinesia, los árboles desaparecieron de Rapa Nui. A la par, surgió una civilización bastante estratificada en castas. Desarrollaron un sistema de escritura llamada rongo rongo, el único de la Polinesia. Se la pasaron así cuatro o cinco siglos, cuando llegaron a más de 10 mil habitantes… una sobrepoblación. Con ello llegó la crisis: guerras entre las tribus. Dejaron de creer en los moai y la religión fue la del Tangata maru, el “Hombre Pájaro”. Los clanes competían de esta manera: los hombres nadaban al islote llamado Motu Nui para tomar un huevo del manu tara (el gaviotín pascuence) y el primero en volver, tenía un estatus similar al de un dios, mientras que su clan tenía la bendición del Tangata maru por un año.
Así eran las cosas cuando en 1722 llegó un explorador neerlandés llamado Jakob Roggeveen. Él llegó un 5 de abril, cuando en las iglesias se festejaba la Resurrección del Señor. Por ello, la bautizó como Paasch-Eyland. Durante casi tres siglos, el mundo la conoció como la Isla de Pascua. No se quedó ahí y los pascuences se la pasaron tranquilos hasta que en 1770 llegó otra expedición española al mando de Felipe González de Ahedo. Le puso la Isla de San Carlos. No pegó ese nombre. Y las visitas aumentaron: James Cook, Jean-François de La Pérouse… De pronto, la Isla de Pascua era una escala para esos navíos que iban de Oceanía a Sudamérica, pero los europeos no se metían con los rapanui… aparentemente.
Cuando España perdió el poder en sus antiguas colonias, se incrementó la esclavitud desde Sudamérica, en concreto Chile y Perú. La esclavitud se prohibió primero en Chile, así que desde el puerto de Callao, en Perú, salían diversos esclavistas para llevarse a la población a otras islas de Oceanía y a Perú. Infame es el nombre del catalán Joan Maristany que ejerció un auténtico genocidio, matando a isleños a diestra y siniestra, quemando plantíos y capturando a Manu Rangi, niño de seis años heredero a la cabeza Rapa Nui. Con la pérdida de la clase sacerdotal, se perdió el acceso a la escritura rongo rongo. Y la puntilla fue la tuberculosis y la viruela. Quedaron apenas 101 pascuences, apenas 12 hombres adultos. Casi se extingue.
La población de la Isla de Pascua se salvó porque en una de esas tantas expediciones desembarcó un francés llamado Jean-Baptiste Onésime Dutrou-Bornier, que se casó con una nativa y fueron poblando poco a poco la isla. Las cosas más o menos se empezaban a recuperar, cuando en 1888 se celebró un tratado donde Chile obtuvo la potestad de la Isla de Pascua. Tras estiras y aflojas por 50 años, los pascuences se quedaron con sus tierras. En 1965 llegaron los aviones con la construcción del aeropuerto de Mataveri.
A diferencia de otros territorios a los que hemos ido en nuestras aventuras, el futbol en Rapa Nui no ha tenido una historia longeva. Es verdad que para los años 50 ya había inquietudes para dedicar un terreno especial para la práctica de deportes. Esos serían los cimientos del futuro Estadio Municipal de Hanga Roa. inaugurado finalmente en año desconocido.
En estos terrenos se han practicado el futbol, el atletismo y el rugby sevens… finalmente el deporte más popular en Oceanía permea en Rapa Nui. Y no fue sino hasta 1975 cuando surgió una asociación amateur que velara por los intereses del futbol rapanui. Hay dos ligas, obviamente amateurs: la liga de competidores (en martes y vienes), con 12 equipos, y la Liga Senior, con seis equipos, que se ven las caras los fines de semana. ¿Cuál es el clásico? El Hanga Roa FC vs. el FC Moeroa.
¿Hay alguna selección? Así es, y ha jugado dos veces con el Archipiélago Juan Fernández, otro territorio chileno, famoso por la obra Robinson Crusoe de Robert Louis Stevenson. En 1996 Rapa Nui ganó 5-3, y en 2000 los rapanui aplastaron 16-0.
A partir de un punto de quiebre en específico, el futbol se fue desarrollando más y más. En 2010 la Universidad de Chile por fin incluyó a Rapa Nui dentro de la gira nacional para captar talento. A la cabeza iba el ex jugador argentino Diego Rivarola. Inauguraron una escuela con el nombre de este crack con todo y una cancha de pasto sintético. Ahora, jóvenes rapanui de entre 10 y 17 años desarrollan sus habilidades. Los más talentosos pueden participar en giras en Conti (Chile continental), entrenar en Santiago y asistir a partidos de la liga chilena. El objetivo es ser parte del primer equipo en el Centro Deportivo Azul. La U cree que el talento crece a raudales en el ombligo del mundo.
Ahora bien, te acabo de mencionar que hubo un evento que marcó un antes y un después. ¿Cuál fue?
Por lo general, las copas locales despiertan gran expectación: los equipos de escalafones inferiores en el organigrama del futbol nacional tienen la oportunidad de medirse frente a equipos ubicados en la primera división. Hace poco con unos amigos te hablé de la épica campaña que ha hecho el 1. FC Saarbrücken en la DFB-Pokal (aquí lo puedes leer).
Para la 30ª edición de la Copa Chile, se decidió innovar e incluir en rondas preliminares a equipos amateur y semiprofesionales para marcar ese jubileo. Y la Asociación Nacional de Futbol Profesional (ANFP) también quiso incluir a Rapa Nui. Así que invitó a la selección rapanui a competir. Largaría desde la primera fase nacional… y el rival sería nada menos que el Colo Colo.
De repente, la Copa Chile había despertado el interés por Rapa Nui no solamente en todo el país, sino en países como Brasil, Argentina y Honduras. Esto llegó a oídos de la FIFA, y es que por primera vez la Isla de Pascua recibiría a un equipo profesional, y no cualquier equipo profesional, sino el más laureado del futbol chileno y al único ganador de la Copa Libertadores (para ver esa historia, haz clic aquí). La FIFA lo nombró “el partido del siglo”.
Rapa Nui se puso a trabajar. Tuvo un mes para preparar esos 90 minutos. A cargo estuvo Miguel Ángel Gamboa, ex seleccionado en España 1982 y con paso en Deportes La Serena y la selección de futbol playa. En los seleccionados había folcloristas, estudiantes y escultores. También estaba el lugareño Héctor Osorio a cargo. No era una selección totalmente neófita. Ahí estaba el goleador local Edgardo Pastién, el mediocampista Petero Avaka y Jovino Tuki, que saltó a Conti para jugar en las inferiores de Deportes Puerto Montt.
Colo Colo tenía un calendario apretado, y el argentino Hugo Tocalli mandó cuadro alternativo, con Cristián Muñoz, Luis Mena y el paraguayo José Domingo Salcedo como los únicos titulares. Vinieron los flamantes refuerzos: el argentino Christian Miralles y el paraguayo Cristián Bogado. De todas maneras, el partido del siglo tenía el objetivo ser una fiesta inolvidable. Y Colo Colo fue recibido por una comitiva de bienvenida con bailes y toda la cosa. No venían solos: llegaron 50 miembros de la Garra Blanca, la barra colocolina. Por si acaso, también venían 20 carabineros para vigilar que no hicieran desmanes. Afortunadamente, se portaron bien.
Llegó el día. Miércoles 5 de agosto. 4 de la tarde. Estadio Municipal Hanga Roa a reventar con 3.000 aficionados, o sea, la mitad de la población de Rapa Nui. Dos moais eran también testigos de este acontecimiento histórico. Canal 13 transmitiría el partido a todo el territorio chileno. Dentro de los invitados estaba el Subsecretario de Deportes, Jaime Pizarro, y el autor intelectual de esta inclusión, el presidente de la ANFP, Harold Mayne-Nicholls. Además, el arbitraje era de lujo: Carlos Chandía, considerado ese año como el mejor del país.
Era el escenario perfecto para seguir mostrando la cultura rapanui y a las 4 de la tarde, la selección Rapa Nui se puso enfrente de la plantilla del Colo Colo para mostrar el hoko, la danza guerrera rapanui. Sí, está emparentada con el haka, la marca registrada de los poderosos All Blacks de Nueva Zelanda. Aquí lo puedes ver:
El partido fue el esperado. La selección rapanui resistió 30 minutos hasta que llegaron los goles. Al final, el partido terminó para el Cacique 4-0. Eso fue lo menos importante. Toda la selección fue a festejar con los aficionados. Acababan de presenciar un momento histórico para la isla. Y fue el banderazo de salida para la gloria.
En Chile ha habido un creciente interés por los pueblos originarios, como los mapuche, los quechuas, los aymaras, los pehuenche y los kawésqar. Por ello en 2012, la Asociación Nacional de Pueblos Originarios en conjunto con la Corporación Nacional del Desarrollo Indígena decidieron organizar un Campeonato Nacional de Pueblos Originarios.
Para la edición 2012, acudieron seis equipos, entre ellos los Rapa Nui. Además de efectuar el Hoko en el Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno, arrasaron el grupo B: 3-0 al pueblo Lican Antay (indígenas del desierto de Atacama) y un 12-0 a los warlache, o mapuches urbanos. En la semifinal, efectuada en el Estadio Nacional de Santiago, barrieron a la selección pehuenche (mapuches de los Andes) 7-3, y en la final se vieron las caras con la selección mapuche en el Bicentenario La Florida. Tras una final 2-2 no apta para cardiacos, los rapanui ganaron en penales 4-2. Eran los primeros campeones.
Fue el único oro. La siguiente edición, con ocho equipos, fue el año siguiente en Limache, ciudad cerca de Valparaíso. En esta ocasión ahora quedaron en segundo lugar porque perdieron el partido decisivo contra la selección huiliche, o de mapuches del sur. En la semifinal perdieron en buena lid 3-2 con la selección mapuche, aunque se conformaron con el bronce al vencer 3-0 a los quechuas.
La tercera y última edición fue en 2015. El grupo lo volvieron a ganar, aunque no sin dificultades. Venía la semifinal con el pueblo aymara, en segundo lugar por cuestiones de diferencia de goles. Los aymaras probaron ser un hueso duro de roer y los derrotaron 3-1. Y repitieron el bronce, cuando ganaron 4-1 a los kawésqar, un pueblo indígena que vive hasta lo más al sur, en ese archipiélago al sur de Chile.
De todas maneras, el pueblo rapanui nunca bajó del podio. Particularmente el triunfo de 2012 llenó de orgullo a la isla y la municipalidad decidió premiarlos con la remodelación del estadio municipal de Hanga Roa. Ahora le pusieron pasto sintético, mejores gradas, vestidores, pista de atletismo e iluminación artificial. El dinero también fue aportado por el Instituto Nacional de Deportes y el gobierno de Valparaíso. A la reinauguración asisitieron varias personalidades, entre ellas el férreo defensor de mil batallas en los años 70 y 80, Elías Figueroa… y Pelé.
Las mujeres poco a poco se han hecho de un hueco en la vida futbolera de Rapanui. La responsable es Vai Iti Tuki, de 39 años. Con vida hecha en la isla, su papá le transmitió el amor al futbol Vai Iti Tuki tiene 39 años, y también nació y creció en la isla. Heredó el amor del fútbol de su papá, y como a todas las de su edad, al principio jugó con varones. Ella fue recogebalones en el partido del siglo antes mencionado.
Tras unos años viviendo en Conti, particularmente en Viña del Mar, se dio cuenta de que Rapa Nui era terreno fértil para el futbol femenil. En sus años de estudiante ya había armado equipos. Era hora de ponerse serios y organizarse. No hubo gran dificultad en convencer a las autoridades para que les permitieran armar un equipo. En un año ya tenían su debut, un cuadrangular con tres equipos nativos y uno argentino.
Ahí no quedó el ímpetu. Recibieron la invitación de Tahití para asistir al Festival des Îles, con equipos de toda las islas de la Polinesia. En 2018 compitieron en futsal, con pésimos resultados. Al año siguiente, hubo una mejoría: en futbol 7 ahora terminaron cuartas. Eso fue apenas el resultado de una preparación donde las chicas sacrificaron mucho.
En 2019 precisamente se cumplieron 10 años del partido del siglo. Se volvió a invitar a Colo Colo para festejar. Aceptó, pero mandó a su equipo femenil. Mesa puesta para ver el progreso de las rapanui. ¡Lástima que se atravesó el estallido social de Chile! (Ya también lo mencioné aquí). No pasaba nada. Había oportunidad de mejorar posiciones en un nuevo Festival des Îles. Ahora el CoVID-19 dijo que no. De todas formas, Vai Iti no se lamentó y ahora se ha asociado para atacar la parte social, con un equipo llamado Kaveheke, en honor a uno de los volcanes que dieron origen a Rapanui.
Para ganar reconocimiento mundial, Rapa Nui se afilió también a la NF-Board, la antecesora de la ConIFA. Formó parte del Consejo Sudamericano de Nuevas Federaciones (CSANF), junto con los siguientes miembros:
Cuando la NF-Board se transformó en la ConIFA, se trató de agrupar a los viejos miembros. Por cierto, aquí puedes ver un poco de la ConIFA, llamada la FIFA alterna. Así, en agosto del año pasado, la ConIFA anunció que Rapa Nui se convertía en su segundo miembro sudamericano (el primero es la selección mapuche).
Es verdad que pertenece administrativamente a Sudamérica, pero sería el sexto miembro de Oceania: ya está Papúa Occidental (parte independentista al este de Indonesia), KiribatI y Tuvalu (países independientes pero que no pertenecen a la OFC), Mariya (selección de pueblos aborígenes de Australia) y Hawái. Por fin Rapa Nui tendría la oportunidad real de ir a un mundial y ser parte de una interesante familia de 57 miembros. Todo era felicidad en los aficionados. El problema es que había un pequeñito detalle.
Resulta que la Asociación de Futbol Rapa Nui está afiliada a la ANFP, que a su vez está afiliada a la FIFA. Es decir, había un conflicto de intereses que podía meter en serios aprietos a Chile con el máximo rector del futbol mundial. De inmediato la portavoz de Rapa Nui, Flor Ayala, tuvo que desestimar el anuncio de la ConIFA. Este anuncio se dio precisamente en el contexto de la preparación del partido de los 10 años del duelo contra Colo Colo, y justo cuando podía llegar un campeonato FIFA a la isla.
Chile en verdad se ha puesto las pilas en la diplomacia deportiva. Primero, consiguió que la primera final de Copa Libertadores a partido único fuera en el Monumental de Santiago de Chile, aunque al final, la protesta hizo que el partido se moviera a Lima, Perú. Luego, Chile se apuntó junto con Argentina, Uruguay y Paraguay para organizar el mundial de 2030.
El presidente de la Federación Chilena de Futbol, Sebastián Moreno, tuvo la idea de organizar el mundial de futbol playa en 2021 precisamente en Rapa Nui. El clima era perfecto para organizarlo ahí, el futbol playa ganaba difusión en la isla y en Conti, y además tomaba como modelo el éxito que representó este mundial para el futbol de playa en Tahití (aquí puedes ver la historia).
Sus rivales eran Rusia y El Salvador. En el caso del primero, se trata de una potencia en el futbol playa, y en el caso de la nación centroamericana, la Selecta playera conformada por pescadores les proporcionó una de las mejores glorias y epopeyas de su historia (luego hablaré de ella). La decisión sería en el Congreso Mundial de la FIFA en Shanghái, China, del 22 al 25 de octubre, unas semanas antes del mundial de futbol de playa en Paraguay.
Al final, la candidatura rusa presentó menores riesgos y un mayor presupuesto; por ello, Moscú será la sede del Mundial de 2021, lo cual es un justo premio para el liderazgo que ha tenido la selección rusa, bicampeona en la arena (2011 y 2013). De todas maneras, fue un muy buen intento para potenciar el futbol en Rapa Nui.
Te habrás preguntado por qué he usado el nombre de Rapa Nui para referirme a este territorio. Tradicionalmente se ha conocido como la Isla de Pascua y, junto con un archipiélago deshabitado llamado Islas Sala y Gómez, forma parte de la región de Valparaíso. De todas maneras, los rapanui han hecho mucho ruido, llegando a participar en sesiones plenarias de la ONU con la Comisión de Pueblos Indígenas. Y los anhelos de una mayor autonomía empezaban a crecer.
Por ello, una reforma constitucional en 2007 les garantizó el estatus de “territorio especial”, con atribuciones similares a un gobierno regional. Y en agosto de 2018, el presidente Sebastián Piñera realizó una visita oficial a la isla y anunció que en un plazo de un año, la isla pasaría a llamarse oficialmente Rapa Nui.
Esto es simplemente un resultado de la lucha que han tenido los rapanui para hacerse respetar. Imagínate que una vez a un turista finlandés se le hizo fácil treparse a un moai y mocharle literalmente un pedazo a una oreja suya. Obviamente ya no puede regresar nunca. A veces los rapanui terminan hartos de la inconsciencia y del exceso de turistas que solamente quieren la foto con los “cabezones”.
Esto ha causado lo siguiente: desde 2018, chilenos y extranjeros solamente pueden obtener visas de turista para 30 días, en lugar de 90 días. Los antiguos rapanui se emborracharon de deseos de gloria y así deforestaron el ombligo de la tierra. Por ello no están dispuestos a que la historia se repita. Los moai no se lo merecen.
Como te mencioné, el baile de guerra rapanui se llama hoko, que es muy similar al haka maorí. En Oceanía levantan la mano junto con todos los pueblos aborígenes en Australia. ¿Cómo es el futbol en la población indígena de Australia y Nueva Zelanda? Es lo que veremos la siguiente semana.
Rapa Nui es una isla localizada en Oceanía, pero que es territorio chileno gracias a un tratado de soberanía en 1888. Tienen su liga (12 equipos) y una selección. En 2009 saltó a la fama porque disputaron un partido de la Copa Chile contra Colo Colo. Esta selección también ganó un campeonato con pueblos indígenas en 2012, lo que causó que su estadio fuese remodelado en 2014. El equipo femenil ha tenido progresos significativos, pero ahora quedó frustrado por las protestas en Chile y la crisis del CoVID-19. Rapa Nui fue anunciado como miembro de la ConIFA, pero su asociación forma parte de la FIFA, lo cual podría representar un conflicto de intereses. Rapa Nui estuvo en la pugna por organizar el Mundial de Futbol Playa en 2021, aunque perdió con Rusia.
Nos vemos la siguiente. ¡Iorana!