La Colina de Nervión
·14 de agosto de 2020
La Colina de Nervión
·14 de agosto de 2020
Un aspecto significativo al que el Sevilla FC tuvo que enfrentarse durante el partido contra el Wolverhampton fue la velocidad de sus jugadores de ataque, los cuales, tras un error del conjunto sevillista en campo rival, consiguieron provocar un penalti y una tarjeta amarilla para Diego Carlos. Vamos a analizar desde la psicología deportiva cómo gestionar psicológicamente esas habilidades del rival, no solo para que no nos afecten, sino para también hacer que el rival pierda esa ventaja.
Durante la preparación del partido, es de vital importancia conocer tanto los puntos fuertes como los puntos débiles del oponente y qué soluciones o alternativas para frenar estos puntos fuertes puedo tener yo. Este trabajo lo brinda el entrenador y el cuerpo técnico de los equipos, pero los jugadores deben realizar un trabajo de interiorización y mentalización. Saber que será un partido más difícil y que requerirá una mayor concentración. Aceptar que en algún momento me pueden superar pero que yo también tengo herramientas para sobreponerme. Este trabajo ayuda a potenciar nuestra confianza.
Durante la preparación del partido, el jugador debe saber cómo puede frenar al oponente. Esta preparación en psicología deportiva la recomendamos de dos maneras:
Una vez llegamos al momento del partido podemos usar estas 3 estrategias para evitar que las habilidades del rival mermen nuestra confianza y nos saquen del partido:
Este último punto que comentamos puede ayudar al futbolista a volver a rendir al mayor nivel tras haber tenido un fallo o haberse sentido frustrado por situaciones del partido. Los errores son humanos y los podemos tener, lo verdaderamente importante es saber cómo resarcirnos de los mismos.