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·7 de octubre de 2024
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·7 de octubre de 2024
Es una reacción que dividió a la afición tras la victoria del FC Barcelona ante el Alavés (0-3). Los blaugrana vieron cómo Lamine Yamal se enfadaba mucho tras su salida antes del final del partido.
No hay que intentar hablar con Lamine Yamal cuando abandonó el campo ante el Deportivo Alavés (0-3). La pepita de 17 años no ocultó su enfado ante su entrenador, su personal y sus compañeros. El internacional español golpeó las manos de todos con frustración antes de hacer una mueca en su asiento.Yamal miraba al vacío, imposible de calmar por parte de la plantilla del FC Barcelona. Nadie sabe si estaba triste por su regreso al banquillo en el minuto 67 o por la calidad de su partido. Sin ser terrible, el prodigioso zurdo no fue decisivo.
Entre los partidarios, esta reacción divide. Algunos lo ven como una personalidad con una determinación inquebrantable de hacerse indispensable. Quiere participar plenamente en cada partido y rendir al más alto nivel.Otros se preguntan sobre su mentalidad, sobre todo porque su formación fue en gran medida líder y Yamal ha hecho mucho últimamente con sólo 17 años. Además, su salida permitió recuperar ritmo a Ansu Fati, quien tuvo una serie de fallos.La respuesta seguramente está entre ambos y su corta edad le lleva inevitablemente a "ataques sangrientos" no deseados. Es mejor no reprochárselo.