Fiorentina volvió al triunfo ante Lazio y busca recuperar el terreno perdido | OneFootball

Fiorentina hizo todos los méritos para ponerse en ventaja pero el fútbol le dio inexplicabmente la espalda durante buena parte de la noche del lunes. Lazio embocó la primera clara que tuvo, al cierre del primer tiempo, y los presentes en el Artemio Franchi no podían explicar lo que sucedía, hasta que Bonaventura decretó el 2-1 final.

El Viola fue mucho más que el Celeste en la etapa inicial. A los 9 minutos, los de Vincenzo Italiano asustaron con un misíl de Arthur que se fue apenas por encima del travesaño. Después, llegó el show del infortunio por triplicado para los locales.

Iban 18 cuando Fiorentina avanzó con firmeza, Lucas Beltrán recibió de espaldas y descargó para la solitaria entrada de Nicolás González. El tándem argentino era perfecto pero el ex Stuttgart sacó un derechazo que reventó el palo izquierdo de Lazio.

A los 22 minutos llegó otra embestida en el caño. Un córner desde la izquierda encontró el cabezazo de Andrea Belotti. El otrora Torino ganó en las alturas pero su frentazo dio en el parante diestro de la retaguardia defendida por Ivan Provedel.

Si algo más le faltaba al Viola en la primera etapa era otro tiro de esquina, ejecutado por Cristiano Biraghi, que tenía destino de gol olímpico a no ser porque la redonda dio en el palo. Y como si todo eso fuese poco, en la última antes del descanso, Matteo Guendouzi asistió a Luis Alberto que puso en ventaja a la visita.

En la complementaria, los de Vincenzo Italiano salieron a buscar ese tanto que se le negó durante el período inicial. Lo tuvo el «Gallo» Belotti que careció de puntería. A los 10 minutos, ya con furia, «Nico» González probó de afuera y despintó el travesaño de las Águilas.

Y justamente Nicolás González tuvo el triunfo de penal, pero el remate del argentino se topó con el poste. Parecía que Lazio reaccionaba, pero minutos después de la opción desperdiciada, llegaría la revancha.

González armó la jugada y Beltrán sacó el remate que Provedel rebotó; Giacomo Bonaventura olfateó sangre y logró corregir al 2-1 que sería final.