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·8 de agosto de 2025
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El Celta disputará mañana su último amistoso de pretemporada frente al Wolverhampton Wanderers en el Molineux Stadium. No será un partido cualquiera, no solo por tratarse del último test antes del inicio oficial de la temporada, sino porque marcará el reencuentro con las dos últimas grandes ventas del club: Jørgen Strand Larsen y Fer López.
La salida de Strand Larsen pudo doler en el seno del celtismo, pero seguramente no tanto como la de Fer López, en quien se habían depositado grandes esperanzas como posible heredero de Iago Aspas. Un sueño que, una vez más, quedó truncado por una venta temprana, quizás demasiado.
El celtismo ha aprendido a curar rápido sus heridas, más por necesidad que por elección. Estamos tan acostumbrados a ver partir a nuestros talentos más prometedores antes de poder disfrutarlos plenamente, que la marcha de Fer López fue asumida casi de forma automática, sin tiempo siquiera para asimilar el golpe. Porque una cosa es aprender a olvidar, y otra muy distinta es dejar de recordar. Mañana, ambos sentimientos caminarán juntos sobre el césped, cuando el Celta se cruce con Larsen… y, muy especialmente, con Fer López.
Para ellos, especialmente para el canterano, tampoco será un duelo más. Al otro lado del campo estarán muchos de sus excompañeros y amigos, con quienes compartieron vestuario hasta hace apenas unas semanas. Será también su primera oportunidad de enfrentarse al club que lo vio crecer, aunque sea en un simple amistoso.
Ficha de yStrand Larsen
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