FC Saarbrücken, reescribiendo su historia setenta años después | OneFootball

El Saarbrücken de la tercera alemana disputará este martes las semifinales de la DFB Pokal tras protagonizar la mayor gesta de esta edición copera

A lo largo de la historia del fútbol se han escrito páginas doradas que, probablemente, no se volverán a repetir. Una de estas historias la quiere escribir el FC Saarbrücken. El conjunto de la región del Sarre, tras vencer por 2-1 al Borussia Mönchedgladbach, logró su pase a las semifinales de la DFB Pokal. Este modesto equipo de la tercera división alemana ya dio la sorpresa en rondas pasadas cuando logró ‘cargarse’ a todo un Bayern Münich o al Eintracht de Frankfurt.

El conjunto sarrense no quiere despertar de este cuento de hadas que, en la temporada 19-20, estuvo a punto de cumplir, ya que también logró ser semifinalista de la Copa Alemana. Frente al Kaiserslautern tienen este martes una oportunidad única de alcanzar su primera final de la historia de la Copa Alemana. Sin embargo, hubo una época en la que este modesto equipo alemán protagonizaba grandes gestas en el panorama europeo.

De repudiado a campeón en Francia

Con el fin de la II Guerra Mundial, la región germana del Sarre fue una de las principales afectadas por el mapa político constituido tras la derrota de la Alemania nazi. Esta región quedó inmersa entre la frontera de Francia y Alemania como un protectorado independiente que, para los intereses del FC Saarbrücken, provocaba una situación anómala.

Divagando por el viejo continente en busca de contrincantes que los aceptasen, en 1948 Francia, tras unas duras negociaciones, aceptó que los alemanes ingresan en la segunda división del fútbol galo como invitados «no oficiales». Es decir, sus resultados no fueron publicados en la tabla oficial de la competición. La diferencia de nivel era tal que el FC Saarbrücken arrasó la categoría con goleadas espectaculares como el 10-1 al Rouen o 9-1 a Valenciennes.

Foto de la tarjeta de invitación del FC Saarbrücken a la Liga Francesa: Wolfgang Laufer, Archivo Estatal de Saarbrücken)

El conjunto sarrense se proclamó campeón de la 2.ª liga francesa con 59 puntos con solo 14 futbolistas en su plantilla (algo insólito en el fútbol actual). Sin embargo, al no estar incluido oficialmente en la competición, el vencedor para la Federación Francesa de Fútbol fue el Girondins de Burdeos (54 puntos). Pese al gran nivel mostrado durante esa campaña y el aval presentado por el presidente de la FIFA y de la Federación gala, los conjuntos de Primera no aceptaron la entrada del equipo alemán a su división, señalando que «los ciudadanos del Sarre nunca serán franceses».

El inicio de un glorioso pasado

Navegando sin rumbo fijo, el FC Saarbrücken tiró de ingenio para poder sobrevivir en el viejo continente. En 1950 pusieron en marcha un proyecto la mar de novedoso para la época: la Copa Internacional del Sarre. Si bien ya existían torneos internacionales de selecciones, para los clubes europeos no existía una competición como tal. Por ello este torneo, en el cual fueron invitados 15 equipos de primer nivel de Austria, Dinamarca, Suecia, Yugoslavia, Suiza y Francia, se considera el predecesor de la actual Copa de Europa.

Cartel de un encuentro amistoso entre el Charlton Athletic y el FC Saarbrücken el 8 de mayo de 1949 (Póster: Archivo Estatal de Sarrebruck)

Ganador de este trofeo en la temporada 1949-1950, el FC Saarbrücken protagonizó grandes gestas por Europa durante esta época. El conjunto de la región del Sarre realizó numerosas giras por Europa, entre ellas a España, disputando encuentros contra el Athletic Club al que derrotaron por 4-0 y al Deportivo de La Coruña (2-2). Sin embargo, uno de los hitos más destacados de su historia se produjo el 21 de febrero de 1951. El conjunto germano asaltó el Santiago Bernabéu venciendo por un contundente 0-4 al Real Madrid en un amistoso.

Este triunfo sorprendió a Europa y, unos años después, fue invitado a la primera edición de la Copa de Europa en la temporada 1955-56. Entre medias, el FC Saarbrücken regresó a la Liga Alemana, logrando asentarse como uno de los grandes equipos del territorio alemán. De hecho en la temporada 1951-1952 llegó a disputar la final del campeonato alemán en la que cayeron por 3-2 frente al VFB Stuttgart.

Más de 100.000 personas recibieron al equipo en el ayuntamiento de Sarrebruck pese a la derrota. (LA Sbr./Licht-2)

En su primera y única participación europea, los del Oeste de Alemania debutaron contra el todopoderoso Milán de Lorenzo Buffon, Cesare Maldini y compañía. El FC Saarbrücken logró en San Siro una histórica hazaña, imponiéndose por 3-4 a los italianos. No le bastó al conjunto sarrense para avanzar de ronda ya que en la vuelta disputada en Alemania los rossoneri remontaron la eliminatoria. Muchos recordarán aquella edición como el primer título europeo del Real Madrid, sin embargo, la participación del FC Saarbrücken no pasó desapercibida. Los Clemens, Binkert, Strempel o Prieurasombrando dirigidos por el entrenador Ossi Müller asombraron al mundo del fútbol por su juego eléctrico y atrevido que, para Jules Rimet, presidente de la FIFA por aquel entonces, era “el equipo más interesante de Europa”.

Imagen del encuentro entre el FC Saarbrücken y el AC Milán en la Copa de Europa de 1955-1956 / Fuente: Pinterest

Reconocido en Alemania y pérdida de protagonismo

Tras esta histórica hazaña, el Sarre se convirtió el 1 de enero de 1957 en el undécimo estado federado de la República Federal de Alemania. Siempre rozando la gloria, el FC Saarbrücken compitió al más alto nivel durante varias campañas en la competición doméstica. Sin embargo, con la fundación de la Bundesliga el conjunto de la región del Sarre desapareció de los grandes focos con su descenso en la temporada 1963-1964.

10 años después regresaría a la máxima división del fútbol alemán, aunque sus participaciones en la Bundesliga fueron escasas, intercalando ascensos y descensos. Atrás quedan aquellos gloriosos años de la década de los 50, pero el FC Saarbrücken, actualmente en la 3. Bundesliga, mantiene la ilusión intacta de volver a ser algún día aquel equipo ‘sin patria’ que se codeaba con los más grandes de Europa.

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