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·6 de mayo de 2023
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Es vergonzoso. Vinicius se ha metido completamente en su papel de malote y lo ha llevado al extremo. El último ejemplo lo tenemos en el pasamanos previo a la final de Copa del Rey entre Real Madrid y Osasuna, el cual ha abandonado antes de saludar al colectivo arbitral del partido.
El Real Madrid ha presumido siempre de señorío, pero ha quedado claro que Vinicius no encaja en su discurso. Es un jugador sucio, provocador y llorón. Ha quedado claro con esta acción de niñato en la previa del partido, intentando intimidar y faltándole al respeto a Sánchez Martínez.
La imagen es clara y no miente: Después de saludar a todos los jugadores de Osasuna, Vinicius ha abandonado el pasamanos y se ha marchado directamente al banquillo, dejando su chaqueta y preparándose para el partido. Ha dejado tirado al colegiado, en una clara falta de respeto que no se puede consentir.
Marchándose al túnel de vestuarios para el descanso, Vinicius ha seguido con su guerra particular y ha comenzado a provocar a los jugadores de Osasuna, incitando al argentino Chimy Ávila, que se ha lanzado a por el jugador del Real Madrid, pero por fortuna le ha parado Lucas Vázquez.
Es un provocador al que se le permite todo, le defienden y ríen las gracias. Vergonzoso.
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