VIP Deportivo
·28 de marzo de 2021
In partnership with
Yahoo sportsVIP Deportivo
·28 de marzo de 2021
España, con más dudas que certezas, logró un triunfo fundamental ante Georgia en la lucha por clasificarse al mundial de Qatar 2022.
Tras el empate ante Grecia 1-1, España necesitaba sumar 3 puntos para iniciar de buena manera las eliminatorias europeas rumbo al mundial de Qatar 2022.
Con siete cambios en la alineación que se había enfrentado a Grecia, el XI titular de España se conformaba por Simón en portería; Alba, García, Llorente y Porro en la defensa; Busquets, Ruiz y Pedri en medio campo; Gil, Morata y Ferrán en ataque. Del XI que salto en el Nuevo Los Cármenes, solo Unai Simón, Morata, Ferrán y García repetían ante Georgia.
Con Gil y Ferrán, Luis Enrique optó por mantener jugadores por fuera a pie natural y extremos puros. La necesidad de generar situaciones de 1 contra 1 en banda le permitía la posibilidad de ingresar en la oncena titular al jugador del Eibar y del Manchester City.
Una idea que pocos frutos le generó. Sin poder conectar con ellos en situaciones de ventaja, Gil y Ferrán poco pudieron hacer durante los primeros 45 minutos del encuentro.
Sin generarse opciones y sin poder contar con sus laterales, Alba y Porro, Gil y Ferrán fueron de menos a más, obligando a España a perder poderío ofensivo.
Sumando a la pérdida de posibilidades por fuera, España por dentro no encontró maneras para progresar. Con Fabián Ruiz y Pedri como interiores, la roja no encontraba maneras para superar esa línea de 4 medios que planteaba Georgia.
La idea de Georgia era simple: bloque medio con DC sobre Busquets y pivotes sobre interiores. Este mecanismo defensivo se repitió infinidad de veces e impidió a los centrales españoles conectar con Fabián o Pedri.
Un equipo muy plano y sin ideas, España necesitaba formas nuevas y frescas que revolucionaran un partido que parecía una verdadera historia de terror.
Es utópico pensar que España puede ser la mejor Selección de Europa o el mundo cuando a su esquema inicial le falta un centro delantero.
Años atrás, Villa, Torres o Raúl González, eran sinónimo de gol y España tenía asegurada esa parcela partido a partido. Hoy, la cosa es muy pero muy diferente. Con un equipo repleto de estrellas, la posición de 9 sigue siendo una incógnita.
Con Morata con el puesto de delantero titular, España ha probado con diferentes opciones pero pareciera que ninguna logra convencer o rendir con lo esperado. Jugadores hay, en demasía, pero ninguno logra llenarle el ojo a Luis Enrique o la afición.
Una posición que, históricamente nunca le había generado problemas a la Roja, hoy parece ser el talón de Aquiles para el cuerpo técnico. Muchos jugadores pero ninguno con la capacidad de convencer, España deberá volver a buscar a ese 9 goleador que logre resolver partidos cerrados como los de hoy.
Para la segunda mitad el cuerpo técnico español entendió que debía volver a activar a sus laterales y permitir encontrar por dentro a los extremos para liberar carriles a laterales, sobre todo a Alba.
La entrada de Dani Olmo por Bryan Gil fue un impulso y un revulsivo a las intenciones de la selección española. El jugador del RB Leipzig apareció por dentro liberando el carril a Alba y permitiendo que se encontrase de mejor manera al lateral del FC Barcelona y con el interior de su costado, Pedri.
Fue así como llegó el gol del empate. Con Alba llegando a banda y dejando a Ferrán de cara al arco. Olmo permitiendo, con sus descensos fuera-dentro, que Alba ingresase con ventajas y sin oposición al área georgiana.
Olmo entendió a la perfección su rol y pudo conectarse con Pedri y Alba, volviendo a España mucho más agresiva en sus intenciones, pero, por encima de todo, mucho más clara en sus formas de actuar con balón.
Thiago, por su parte, ingresó por Fabián Ruiz. El jugador que mejor entiende los momentos del partido, ingresó para agitar por dentro y permitir a España ganar alturas y mejorar en su presión tras pérdida.
El centrocampista del Liverpool filtró pases por dentro y brindó cambios de orientación que permitieron a España ser más incisivo y ganar alturas en campo rival.
Con la posesión del balón en su poder pero sin poder hacer daño, Luis Enrique buscaba modificar aún más las ideas planteadas inicialmente. La entrada de Oyarzabal y Llorente permitieron a España alternar alturas, con Mikel como interior adelantado y Llorente como un lateral-interior para mantener aún más esa presión sobre Georgia y generar diferentes líneas de pase para los compañeros.
Ya en los minutos finales, Olmo, con una genialidad desde el carril centro izquierda, saco un disparo y logró el gol del triunfo dando 3 puntos vitales a una España muy pero muy limitada en sus ideas por hacerse con el partido.
Con mucho que mejorar y con muchas más dudas que certezas, España se coloca con 4 puntos en un grupo que, de la teoría a la práctica, le ha generado más problemas que nunca a la selección de Luis Enrique.
Algo claro está, Olmo por dentro con Alba como lateral y Thiago como organizador permitieron a España mejorar y dar un salto de calidad. 3 puntos vitales y necesarios, ahora España podrá reorganizarse, pensar y mejorar de cara a las siguientes jornadas de la clasificatoria a Qatar 2022.
Imagen principal vía: @SeFutbol
Síganme en @smanzurc y sigan toda la información y actualidad deportiva en @VIP_Deportivo y en nuestro Facebook VIP Deportivo e Instagram @vp_deportivo.