Un 10 Puro
·31 de marzo de 2021
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·31 de marzo de 2021
En un partido marcado al inicio y al final por la polémica diplomática y ética, (por el no-reconocimiento a Kosovo, y la manera de sumar internacionalidades un tanto egoísta de Sergio Ramos) la Selección española logró sumar su segunda victoria consecutiva, colocándose en la primera posición del Grupo B de clasificación para el Mundial de 2022, mientras que Kosovo no ha sumado aún ningún punto.
Durante los dos últimos partidos, Luis Enrique ha acostumbrando a hacer ciertas rotaciones, y el once del partido ante Kosovo no ha sido menos. Ramos volvió a ser parte de los suplentes, al igual que Gerard Moreno, mientras que Marcos Llorente volvió al lateral derecho, y Koke al medio; otros como Dani Olmo y Pedri, repitieron titularidad con respecto al encuentro en Tbilisi. En el combinado balcánico, el seleccionador Challandes tan solo hizo un cambio con respecto a su partido en Serbia: el de Zeneli por Dresevic (ausente por sanción en el anterior), colocando una defensa de tres atrás, sacrificando un puesto en ataque.
La iniciativa inicial la tomó la Selección Española, que sometió a los kosovares dentro de su propio área. A base de incursiones por ambas bandas, el conjunto español comenzó a carburar durante los primeros 15 minutos de juego, con alguna ocasión tras centro que se encargó de frenar el meta Ujkani. Más allá de las ocasiones, España se situó en campo kosovar, siendo fundamentales Koke y Pedri, además de Dani Olmo, para estas labores. Este último, tras salvar del segundo tropiezo consecutivo cante Georgia, volvió a hacer gala, a los 35 minutos, de su gran disparo desde fuera del área, con el cual, tras un centro pasado de Ferran, abrillantó la escuadra izquierda de la portería kosovar con el interior de su pie para adelantar al conjunto español.
Dos minutos después del primer gol, Ferran Torres volvió a hacer vibrar el palo de Kosovo, con un disparo seco al palo largo imparable para Ujkani. Dos zarpazos en dos minutos hicieron valer la buena primera mitad de Olmo y Ferran. Por su parte, Kosovo apenas pudo superar el centro del campo de España. Y con poco más, el partido se fue al descanso.
La segunda mitad del encuentro comenzó sin demasiados cambios con respecto al final de la primera, ni en lo táctico ni en el juego de ambos. Pese a ello, España tuvo dos grandes oportunidades para intentar poner aún más tierra de por medio en el marcador; dos disparos a bocajarro que supo detener de maravilla el meta kosovar, por parte de Ferran y de Morata, los cuales se lamentaron por las oportunidades perdonadas.
Uno de los primeros cambios a destacar fue la entrada al terreno de juego de Kastrati, ya que el delantero kosovar lanzó al ataque al combinado balcánico, haciendo esforzarse un mínimo a un Unai Simón más que desapercibido. Sin embargo, la única acción relevante del partido por parte del guardameta del Athletic fue la peor posible, y que le podría valer un puesto como embajador en Kosovo. Una salida en falso y un peor despeje, dejó la portería completamente desierta, lo que logró aprovechar Halimi para marcar un gran gol desde 35 metros, por alto.
El miedo de los fantasmas griegos se cernieron otra vez sobre España, que continuó dejando alguna que otra oportunidad a los balcánicos. Sin embargo, un córner aparentemente inofensivo, consiguió ser rematado por Gerard Moreno al fondo de las mallas, pese a que en un principio la realización se lo otorgó a Eric García. El 3-1 acabó llegando tarde, pero llegó, y cerró el partido, sofocando la rebelión de Kosovo en el partido.
Los cambios en España se sucedieron casi en su totalidad tras el gol de Gerard, incluyendo el de Sergio Ramos, que, cómo no, ha sido criticado en redes sociales, por el hecho de conseguir una internacionalidad más por solo 10 minutos de juego sin relevancia.