Escocia, la oveja negra de Reino Unido | OneFootball

A pesar de su crecimiento en Reino Unido, en Escocia el fútbol femenino se ha quedado estancado y sin reacción de la federación

Inglaterra se ha convertido en la referencia del fútbol femenino europeo, no obstante, Reino Unido vive un contraste muy distinto. Irlanda, Irlanda del Norte, Gales, Inglaterra y Escocia suponen realidades completamente diferentes en el fútbol femenino. Gales ha sido el último país en sumarse al ‘equal pay’. Selección masculina y femenina pasarán a cobrar lo mismo después de rebajar ellos un 25% de sus honorarios para equilibrar la balanza. Una medida que se mantendrá en vigor hasta 2027, por lo menos. Por otro lado, en Inglaterra las jugadoras de equipo masculino y femenino cobran lo mismo desde 2020,  £2.000 por partido desde 2020. Hablamos de la anfitriona de la Eurocopa en lo que fue toda una fiesta del fútbol femenino el pasado 2022.

En Irlanda la situación es idéntica. Tanto ellos como ellas perciben la misma cantidad económica por jugar partidos, por lo tanto, solamente queda una carta señalada sobre la mesa, Escocia. El país escocés esconde un ‘as’ bajo la manga: ser pioneras en el fútbol femenino. En la década de 1890 ya se registraron partidos de fútbol femenino en Edimburgo y Glasgow siendo estos de los primeros de la historia junto a los disputados en Inglaterra en 1895.

Escocia, la oveja negra del Reino

La cara negativa de la moneda llega con Escocia. Donde la lucha por lograr una igualdad de condiciones acarrea varios años y las jugadoras han llegado a tomar acciones legales. Las jugadoras han expresado a la federación (SFA- Scotland Football Association) su deseo de cobrar igual que el resto de sus vecinas obteniendo así en varias ocasiones la negativa de los directivos. Por parte de las futbolistas escocesas encontramos a su capitana, Rachel Corsie, como principal representante, jugadora de Kansas City y Aston Villa entre otros.

En el origen de esta historia hay un partido contra España el pasado 2022. ¿Casualidad? Vayamos al grano antes de entrar en un caso similar o peor. En dicho partido contra ‘la roja’ que se disputó en Hampden Park las jugadoras reclaman un reparto igualitario de las entradas. El duelo ante las españolas como clasificación para el Mundial de 2023 agotó todas las entradas que la federación puso a la venta ¿El problema? Solamente se puso a disposición una parte del estadio. Gente sin entrada y más de la mitad de asientos vacíos tras no ponerse a la venta.

Por otro lado, es cierto que la carrera del fútbol femenino ha seguido creciendo en Escocia aunque no en el ámbito económico, sino desde otros puntos. Se han firmado acuerdos comerciales con mismo patrocinador para ambos equipos, se han mejorado las condiciones de entrenamiento o por ejemplo, Hampden Park, el Estadio Nacional, ha pasado a ser hogar del equipo femenino como ya lo ha sido durante años del masculino, no es para menos.

El vestuario alza la voz

La federación estableció un plan para impulsar el fútbol femenino de cara a 2025 pero todo fue contradictorio. En diciembre de 2022 Rachel Corsie confirmó en una entrevista para la ‘BBC’ que se llegaba a este punto tras dos años de negociaciones sin acuerdo entre las jugadoras y la institución. Las internacionales escocesas decidieron lanzarse a las redes con comunicados en sus canales oficiales a modo de protesta, como respuesta la federación desmintió todo tipo de desigualdad en los cobros.

En este caso Rachel Corsie y el director ejecutivo de la SFA, Ian Maxwell, terminaron teniendo una discusión en el ámbito de cobros que hizo saltar todas las alarmas en la federación.  La jugadora del Real Madrid, Caroline Weir afirmó que: «Los pagos de los acuerdos de patrocinio se destinan abrumadoramente a los jugadores masculinos. Si se repartiera por igual, habría un aumento espectacular de la financiación del fútbol femenino y femenino en todos los niveles que sería transformador”.

Desde la asociación de futbolistas escocesas el director ejecutivo Fraser Wishart confirmó que por su parte las negociaciones con la federación se mantienen desde 2017. Y para alivio de la mayoría, estas negociaciones han estado siempre marcadas por un carácter amigable aunque sin resultados favorables para las jugadoras después de seis años. El mismo Wishart afirmó que las jugadoras viven en “un callejón sin salida” sin transparencia con la federación acerca del equipo masculino, lo que evita imaginar unos cobros igualitarios, igual que sucede con sus convecinas.

El crecimiento escocés

Cuando nos hablan de fútbol esocés o británico en líneas generales imaginamos un fútbol directo, anticuado y lejos de las ciencias modernas. Todo lo contrario en la selección femenina escocesa que cada vez saca jugadoras con un perfil más asociativo como es el caso de Caroline Weir, Claire Emslie o Erin Cuthbert. Para dar sentido al juego desde el banquillo de la selección encontramos a Pedro Martínez, técnico español.

Desde su primer partido oficial en 1972 ante Inglaterra, Escocia ha tratado de clasificar a grandes torneos pero ha vivido durante más de cuatro décadas entre idas y venidas con una estabilidad que nunca terminó de llegar al fútbol femenino. Luchó por clasificar en las tres primeras ediciones de la Eurocopa, sin gloria en ninguna de ellas y sin participar en la cuarta. Entre 1993 y 2013, un total de siete ediciones se quedó a las puertas hasta clasificar por primera vez en 2017.

No pasó de fase de grupos y podríamos hablar que su participación no tuvo ni pena ni gloria, no obstante, lograron la primera victoria en un gran torneo por 1-0 ante España. En el grupo se cuadraron también con sus ‘vecinas’, Inglaterra cayendo por 6-0. La propia selección española dejó fuera a Escocia de participar en la Eurocopa de 2022 tras medirse en la fase previa. Escocia disputó su primer Mundial en 2019 después de luchar por participar desde 1995. En esta ocasión peores son las sensaciones tras no lograr pasar del empate ante Argentina, otra debutante.

Glasgow y el dominio escocés

Sí fijamos la mirada sobre la liga escocesa predominan los equipos de Glasgow, los tres punteros: Glasgow City, Celtic y Rangers. Desde 2008 hasta la actualidad el Glasgow City ha ganado todas las ediciones ligueras. Una liga que fue fundada en 2002, antes por ejemplo de la NWSL o la Liga MX.

Los primeros indicios institucionales de equipos femeninos a ojos de la federación se remontan a 1972. Se empezaban a organizar pequeñas competiciones entre clubes, uno de ellos el Kilmarnock que 30 años más tarde se convirtió en el primer campeón de la liga tal y como la conocemos en la actualidad. En 1999 la liga pasó a estar dividida en 4 grupos aunque sin ningún tipo de fortuna.

James Anderson, el salvador del fútbol escocés. Tras la pandemia del Covid-19 la federación escocesa se vió envuelta en dificultades para regresar a la competición. Para paliar esas dificultades apareció James Anderson con una donación de £437,500. Uno de los mayores empresarios del país pero que siempre ha preferido mantenerse en el anonimato.