🌟Entrevista OneFootball: Diez años del gol que nos cambió la vida | OneFootball

Nadie podrá olvidar aquel 11 de julio de 2010, el año en que España tocó el cielo en Sudáfrica gracias al gol de Iniesta. Hoy revivimos ese momento con uno de sus protagonistas.

La RAE define felicidad como: Estado de grata satisfacción espiritual y física. Quizás lo que se vivió en España con la conquista de nuestro primer Mundial supere esta definición. Todo el mundo sabe donde estaba, lo que hacía, con quién lo vio y sobre todo cómo lo celebró. España entera se echó a la calle, se había logrado algo que parecía que no estaba hecho para nosotros: ser los mejores del mundo.

OneFootball ha podido entrevistar en exclusiva a uno de los 23 héroes de aquella selección, dos Mundiales a sus espaldas y casi 70 partidos con la Roja, Carlos Marchena nos atiende desde su casa para recordar con pelos y señales, lo que dio de si un Mundial que culminó con aquella final de la que hoy se cumplen 10 años.

Se dicen pronto diez años, pero parece que fue ayer, Marchena lo cree así también y guarda con especial cariño la camiseta de aquel día: “Hemos crecido como país, como fútbol y como Selección. Siempre hemos tenido un gran nivel pero faltaba un saltito a nivel de selecciones”, nos confiesa.

¿Quién no se acuerda de cómo empezó España en el Mundial?, derrota contra Suiza para empezar (inmerecida) y desde entonces todo victorias pero con momentos clave como nos confiesa Carlos: “Es muy difícil avanzar en un Mundial, recuerdo mucha dificultad contra Portugal y Alemania”.

Ante las críticas, Marchena nos confiesa la que acabó siendo una de las claves del éxito de esa Selección: “Sabíamos lo que hacíamos, estábamos aislados y muy tranquilos porque confiábamos en el grupo que teníamos con la calidad futbolística y humana”, afirma para OneFootball.

¿Sentíais que ese año podía ser vuestro año?

Todo indicaba que sí. Por momento, la edad de los jugadores, el conocimiento que teníamos el uno del otro sabíamos que era un momento histórico y que se podía dar, pero sabíamos de la dificultad que era ganar un Mundial.

Marchena es un hombre de rutinas y eso no cambia pese a que esté por delante toda una final de Copa del Mundo: “No cambié nada ese día, me gusta tener la cabeza despejada. Todos llevábamos la profesión por dentro pero si que había una camaradería especial por el momento. Sin decir nada, las miradas lo decían todo ese día”, nos confiesa.

Saltar a calentar a un estadio donde se juega una final de Copa del Mundo, algo indescriptible: “Piensas en la suerte que tienes de estar allí, después de tanto esfuerzo. Si luego teníamos la suerte de poder ganar sería una noche fantástica”, asegura.

Para ganar un Mundial ¿qué es más importante, jugar bien o tener suerte?

Creo que hay que hacer muchas cosas bien, un vestuario fuerte y humilde, con personalidad… y luego esa fortuna que por ejemplo se dio con la parada de Iker a Robben. Esas pizcas de suerte se necesitan para ganar un Mundial.

Háblanos de la final

Creo que Holanda puso el reglamento al límite, la entrada a Xabi hoy con el VAR no habría dudas. Ellos sabían de nuestro potencial y cada uno usa sus armas, pero nosotros fuimos fieles a nuestro estilo porque no podíamos cambiarlo.

A todos se nos encogió el corazón cuando vimos a Robben correr mano a mano contra Casillas. Marchena nos relata lo que él sintió en ese momento desde el banquillo: “Nos invadió un pesimismo por todo el cuerpo, pero luego Iker hizo esa parada que es parte de la historia de España. La inyección de moral fue impresionante”.

Uno de los momentos en los que estuvo el Mundial sin duda fue en aquella ocasión mano a mano y pese a que más tarde tuvo otra no fue tan clara. La prórroga definiría el campeón o bien los penaltis.

¿Se temía llegar a penaltis?

Si, en la mente de todo el mundo estaban los penaltis. El miedo a perder hace que la gente no quiera atacar, estés cansado… pero la suerte es que salió Jesús con piernas frescas y que su gen de salir hacia delante fue algo tremendo.

Y llegamos al minuto 116

No hay ningún gol como ese, creo que en el momento que le llega a Andrés la pelota se para el tiempo, yo quería creer que iba a definir muy bien. Fue una inmensa alegría, una explosión de júbilo pero yo siempre soy de los que hasta que no pite el árbitro no celebro.

¿Se lo merecía especialmente Andrés?

Todos lo merecen pero creo que Andrés reúne todo lo que el futbolista debería de tener tanto dentro como fuera del campo. Es un ejemplo para la sociedad y sobre todo para los niños, yo me alegré enormemente porque fuese él quién nos diese el Mundial.

Según avanza la entrevista, Carlos retrocede en el tiempo al momento en el que Webb pitó el final: “Fue una enorme alegría, un enorme subidón que vive además todo un país. Pero al momento siguiente un enorme bajón de todo el estrés, todas las situaciones que habíamos pasado. Fue una montaña rusa de emociones”, le confiesa a OneFootball.

Es la copa más deseada y Carlos asegura que pesa, pero no le importaría volver a levantarla, ¿quién sabe si se volverá a repetir algo así?.

¿Qué os hizo especiales en ese Mundial?

Que nos lo creyéramos de verdad y que no tuviésemos ningún complejo contra las grandes selecciones como Italia, Brasil, Francia… cuando ya se es campeón, uno tiene la fuerza para poder volver a repetirlo.

Y el recibimiento en España

Sabíamos lo que nos esperaba pero nos sorprendió, el recibimiento fue algo descomunal no sólo en España sino en cualquier lugar al que ibas. Es un orgullo que todo el mundo recuerde esa noche.

Resulta difícil no emocionarse y se ponen los pelos de punta cada vez que se recuerda, un Mundial no es comparable a nada. La estrella de campeón lleva brillando ya diez años y parece que es como la primera vez, una estrella que nos recuerda que tocamos el cielo en Sudáfrica… cuando fuimos los mejores del mundo.