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·22 de marzo de 2025

Entrenadores del Real Madrid (V): Quirante

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Estreno liguero

José Quirante volvió al club madridista a finales del verano de 1928. Lo hizo como entrenador tras haber vestido la camiseta blanca ocasionalmente en dos campañas de la primera década de vida de los madrileños. Sustituyó en el cargo a Pepe Berraondo, que acababa de presentar su dimisión. El Real Madrid con él en la parcela técnica disputaría la primera edición de la historia de la Liga y también lucharía por el título de Copa en 1929 en la célebre “final del agua”.

Nacido en la localidad alicantina de Cox el 10 de mayo de 1883, en su etapa de futbolista se desempeñaba como medio o medio ala, siendo un jugador fuerte, resistente, con mucha personalidad y un buen dominio del balón. Empezó jugando en el Hispania y luego militó la mayoría de su carrera en el Barça, vistiendo además otras camisetas como la del Madrid FC, el Español y el Casual. También practicó otros deportes como el tenis, el boxeo, el ciclismo en pista y el atletismo en las disciplinas de 1.500 metros y lanzamiento de disco. Su etapa en el cuadro madridista fue breve (1906-1908), solo jugó con los merengues de forma ocasional cuando viajaba de Barcelona a Madrid por motivos laborales. En ese periodo, su mayor éxito fue formar parte del equipo que ganó la Copa en 1907 al Vizcaya en la final. En aquel torneo, el alicantino integró una gran media junto a Normand y Pedro Parages.


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Quirante como jugador del Madrid

Una vez retirado de los terrenos de juego, ejerció primero como árbitro y juez de línea. También ocupó el cargo de tesorero en el Colegio Nacional de Árbitros con la presidencia de Antonio Cárcer a mediados de los años 20. Más tarde se pasó a los banquillos, con experiencias en el RCD Español y el Unión Sporting antes de que lo fichase el Real Madrid. El equipo blanco estaba sin técnico en el mes de octubre de 1928 por la dimisión de Berraondo. No miraron muy lejos y se fijaron en Quirante, que dirigía entonces al cuadro madrileño del Unión Sporting y había puesto a los blancos recientemente en dificultades en los inicios del Campeonato Regional Centro. El nuevo entrenador tendría un sueldo de “setecientas pesetas e intervenía en la primas como cualquier jugador victorioso”.

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Quirante juez de línea

El Real Madrid, bajo la presidencia de Luis de Urquijo, el ‘Marqués de Bolarque’, comenzaba a tener poderío económico y desembolsó dinero en el fichaje de jugadores de toda la geografía española. Para ese curso había reforzado al plantel de manera importante con la llegada del exrojiblanco Monchín Triana. Además, otras incorporaciones fueron las del extremo derecho Jaime Lazcano, los canarios López y Morera y el interior Lozano.

El entrenador alicantino se estrenó en la jornada 3 del Campeonato Regional Centro que ya estaba en marcha. Los blancos visitaban el Metropolitano y dejaron un sabor de boca muy bueno con la victoria por 0-2. La prensa capitalina elogió el planteamiento de Quirante y especialmente que dejase en el banquillo a Esparza, que estaba en un bajo momento de forma, y diese entrada a Lope Peña. Los blancos continuaron siendo imparables en el Regional, dejándose solo un empate en la visita al Racing de Madrid. Conquistaron la competición con una enorme superioridad y aventajaron en tres puntos al Athletic, que fue segundo. De este modo accedieron a la Copa del Rey. La primera edición de la Liga ya estaba programada para que comenzase en el mes de febrero de 1929 y el torneo del KO se jugó justo antes.

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Real Madrid 1928-29

Pese a sumar un nuevo título a sus vitrinas, el equipo recibió críticas en la prensa por su nivel de juego. En ‘Motoavión’ se preguntaban si el juego había respondido en todo momento a la brillante estadística del Regional. La respuesta es que “rotundamente, con la sinceridad y la imparcialidad que nos enorgullecemos poseer, hemos de contestar que no. Sobre todo en las primeras luchas no dio el campeón de este año una contundente impresión de valía. Las líneas jugaban desordenadas, desarticuladas, dando la impresión de no estar hechas”. Sin embargo, poco a poco Quirante fue dando con la tecla: “En sus dos últimos encuentros se nos presenta cambiado y surge un equipo acoplado, duro y pletórico de entusiasmo. La causa no es fácil encontrarla, pero el hecho es este y a él nos debemos atener. Podrá haber influido una mayor ilusión, un entrenamiento mejor practicado, la influencia del nuevo preparador, algo de moral. Posiblemente la buena orientación de Quirante, pero no somos tan cándidos como algunos críticos que a los ocho días de que este entrenador se encargara de los equipiers blancos ya aseguraban que sus lecciones habían hecho el milagro de la victoria de un día”.

En la primera ronda copera, el sorteo deparó un enfrentamiento con el Oviedo en el mes de diciembre. Quirante manifestó que sería un “difícil adversario. Posee un buen conjunto, en el que destacaba la línea delantera. Los vi jugar en Las Corts contra el Barcelona y me gustó su juego…y, según todos los informes, han mejorado mucho. Esperemos sin excesiva confianza ni desalentador pesimismo…”. Sus pupilos estaban avisados y no se dejaron sorprender venciendo con rotundidad por 5-0 en Chamartín. La vuelta en Teatinos también fue sencilla para los madridistas, que se llevaron la victoria por 2-4 con tres goles de Gaspar Rubio. En octavos, el Real Madrid se deshizo del Logroño en los últimos días del año por un global de 13-0 y, en cuartos, no debieron salir de la capital para eliminar al Racing de Madrid (9-3) que dirigía Paco Bru. La semifinal frente el Athletic Club fue para muchos una final anticipada. Los bilbaínos contaban con una excelente escuadra en la que destacaban los Blasco, Roberto, Garizurieta, Lafuente, Unamuno y Chirri II.

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Ida semifinales de Copa frente al Athletic

En el primer encuentro, en un Chamartín abarrotado el 20 de enero, los blancos vencieron por 3-1 con una gran actuación coral de los locales. Los bilbaínos consiguieron el tanto del honor a falta de veinte minutos del final, aunque para Quirante el resultado justo era 3-0: “Era el fiel reflejo del partido. En Bilbao será el tanteo favorable a los athleticos por lo que veo probable el desempate”. De cara a la vuelta el 27 de enero, el Real Madrid tenía la duda de Gaspar Rubio, que adolecía de unas supuestas molestias, pero el técnico alicantino, con una actitud “tan enérgica y tan justa”, como publicó El Liberal, lo convenció sin oponer reparos y viajó con la expedición. El ambiente en el equipo se enturbió en la previa por una charla que dio Quirante al equipo y que no sentó bien a buena parte del vestuario. El entrenador manifestó que estaba “contento, pero que en el Barcelona hay más disciplina que en el Madrid, porque los equipiers, a excepción de los catalanes, no están preparados todavía para el profesionalismo. Respecto al choque copero añadió que no iban a luchar contra el Athletic, sino contra el terreno” y que los rojiblancos “es el mejor de España respecto a energía física, pero no en técnica, siendo en este aspecto inferior al Madrid”. El portero Cabo, en declaraciones recogidas por el diario ‘Euzkadi’, le respondió: “Estoy compenetrado con todos mis compañeros, pero no así con el entrenador, que es más bien un desentrenador, y que lo que nos sobra es disciplina”. Pese a la marejada, el equipo respondió a lo grande en San Mamés, con un ‘Rey del Astrágalo’ que volvió a ser decisivo con un doblete en el excepcional triunfo por 1-4 del choque que pasó a la historia como ‘el partido de las ranas’. Quirante se mostró exultante: “¡Figúrese si estaré satisfecho! El equipo ha dado un rendimiento magnífico, luchando con todas las adversidades. Uribe sufre una lesión bastante grave: una hernia muscular, que tardará mucho en curar. Lo que ha hecho hoy el Madrid no lo ha hecho ningún equipo en San Mamés”.

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El duelo por el título quedó programado para una semana más tarde, el 3 de febrero, en Valencia, contra el RCD Español de Ricardo Zamora, Saprissa, Padrón, Bosch o Vantolrá y entrenado por el inglés Jack Greenwell. El cuadro blanco iba a quedar concentrado en el pueblecito de Porta Coeli, y con la baja de Uribe se esperaba que entrase Morera en el once y López pasase al extremo izquierdo. Antes del partido habló Quirante, conocido como Mr. Faber en el club blanco, para ‘El Liberal’. El entrenador admitía que el “Madrid es el mejor de los cuatro semifinalistas sin duda alguna; después, el Español. Claro que es una apreciación momentánea, pues dentro de un par de meses puede ocurrir lo contrario. Creo que el Madrid es el más completo, porque línea por línea, si se exceptúa, naturalmente, al guardameta, es mejor que el otro finalista”. Respecto a la táctica entre su exequipo el Español y el Real Madrid respondió que “son muy parecidas. He hecho los dos equipos, y ambos me parecen muy buenos; pero aprecio una superioridad colectiva en el Madrid. Mis defensas y medios son muy superiores y en el ataque veo una ligerísima ventaja del Español; pero tan ligera, que es imperceptible; reside en los extremos, aunque nuestro delantero centro es superior a Tena. De Zamora, ni hablar, aunque apartándole a él, no cambio a Cabo por nadie. Será un partido bellísimo, pues se verá jugar un buen fútbol por ambas partes. Yo creo que hay más sangre en el Madrid”.

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Final de Copa 1929

La final pasó a la historia como ‘la del agua’ en una ciudad valenciana que se había elegido por ser un lugar más propicio en pleno invierno. En los días previos llovió fuerte en Valencia, en lo que ahora se llamaría una DANA. Además, horas antes del duelo se produjo un grave incidente político al llegar a Valencia en barco desde Francia el político José Sánchez Guerra. El antiguo jefe del Partido Conservador, presidente del Congreso y dos veces ministro de Gobernación, se oponía a la dictadura existente de Primo de Rivera y su vuelta a España desde Francia tenía como objetivo encabezar un movimiento para derribarla. No logró su meta, fue detenido y quedó recluido en el cañonero Dato. El choque se celebró con un césped de Mestalla que estaba totalmente embarrado e impracticable. El Español se adaptó mejor y se llevó la Copa al vencer por 2-1 en un encuentro en el que Zamora se erigió como un gigante en la portería, y que terminó siendo muy bronco, duro y violento, con expulsiones para Tena II, Broto y González del Español, y Gaspar Rubio y Triana, del Madrid. En vestuarios, Quirante habló para Mundo Deportivo: “Nosotros no hemos podido desarrollar la exhibición de juego que queríamos. ¡Qué quieren que les diga! El arbitraje me ha gustado y en el Español no he visto nada. Lo único, que han tenido mucha suerte y Zamora estuvo muy bien”.

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Quirante en el banquillo junto a Zamora

Casi sin tiempo de lamentaciones, apenas una semana después dio inicio la primera Liga del fútbol español. Quirante entraba en la historia como el técnico del Real Madrid para tan magno acontecimiento. Los blancos, para muchos aficionados y periodistas deportivos, eran los grandes favoritos para llevarse el trofeo. El equipo abrió la Liga de manera fulgurante, con cinco victorias en las cinco primeras jornadas. El primer triunfo en un estreno para la historia fue contra el Europa por 5-0. La prensa elogió el trabajo de Quirante, sobre todo en el descanso, cuando el marcador iba empate a cero. Así lo contaba La Nación: “Durante el descanso ha debido de haber admoniciones en el vestuario, y Quirante ha debido de aplicar algunas inyecciones estimulantes a los subcampeones de España. Y el equipo ha salido transformado. Transformado en su constitución y en su moral. A Lope Peña lo ha enviado a los medios, donde su labor siempre ha sido discreta; Lazcano ha pasado a ocupar el puesto de delantero centro desarrollando una actividad sin límites y plena de aciertos; López y Prats han formado el ala derecha. Y el equipo entero, despabilado por la ducha sin duda, ha jugado con entusiasmo y empuje, que no han tardado en traducirse en goals”.

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Barça, 1 - Madrid, 2. Jornada 2 Liga 1928-29

Otra gran victoria fue en Les Corts contra el FC Barcelona por 1-2 con doblete de Morera, y la suma de las cinco llevó a los madridistas a comandar la clasificación. Luego llegó un bache importante con cinco derrotas en las siguientes siete jornadas. Una de las pocas victorias, eso sí, fue de prestigio al golear por 5-1 al Athletic en el campo madrileño. Fue uno de los mejores partidos del curso y Quirante se mostró orgulloso: “Creo que hemos demostrado suficientemente la superioridad de los bilbaínos. Rubio ha acreditado su gran clase internacional. El resto del equipo, con un entusiasmo sin límites”. Pese a la gran cantidad de puntos perdidos en esa mala racha, dos de ellos en Chamartín, donde el Barça se tomó la venganza de la primera vuelta, el cuadro de Quirante seguía en los puestos altos y se encontraba segundo por detrás de los culés. Quedaba el rush final del campeonato. El Real Madrid volvió a coger una buena dinámica, y tras empatar en casa contra el Racing, a continuación, venció al Athletic madrileño y al Real Unión a domicilio, y al RCD Español y al Arenas en Chamartín. A la última jornada llegó como líder con los mismos puntos que el Barça. Los azulgranas recibían al Real Unión y los blancos tenían la dura visita a San Mamés, donde ya habían vencido en Copa. Sin embargo, en esta ocasión no pudieron repetir, y al caer ante el Athletic, y el Barça doblegar a los irundarras, el primer título liguero se quedó en la Ciudad Condal para desilusión de la hinchada merengue.

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Quirante durante un entrenamiento

En el seno del club hubo dudas sobre la continuidad de Quirante, que se había quedado a las puertas de los títulos de Copa y Liga. El técnico, antes de marcharse de vacaciones, empezó a preparar la siguiente temporada y se desplazó a Castellón para espiar al portero Nebot en un partido contra la Gimnástica de Torrelavega. En pleno verano, en el mes de agosto, Mundo Deportivo publicó que el entrenador alicantino “no entrenará al primer equipo del Real Madrid en el próximo campeonato, como tampoco el Real Madrid está disgustado con él. El entrenador actual no abandonara el club, pero es posible que pase a entrenar al segundo y tercer equipo a la sección de tennis”. Finalmente, la directiva mantuvo la confianza en él pese a que realizó algunas gestiones con Paco Bru para que tomase las riendas del equipo. En cuanto a los nuevos fichajes del curso, Quirante dejó encarrilado el fichaje de Nebot en su viaje a Castellón, y otros que también firmaron por los blancos fueron Torregrosa, también desde el cuadro orellut, Luis Olaso y Cosme desde el Athletic madrileño y el vasco Bergareche desde el Athletic bilbaíno.

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En el mes de septiembre se dio el pistoletazo de salida al Campeonato Regional con un pobrísimo inicio merengue que pinchó en los dos primeros partidos como local ante el CD Nacional y el Racing de Madrid. Quirante comenzaba a estar en posición complicada, aunque el equipo enderezó el rumbo y ganó el resto de encuentros, salvo el duelo contra el Athletic de Madrid a domicilio. Con menos solvencia que otros años los blancos terminaron conquistando de nuevo el Regional Centro tras derrotar en las dos últimas jornadas en Chamartín al equipo colchonero y al Unión Sporting. El nuevo título parecía dar energía y confianza al plantel para la Liga, que empezó el primer día de diciembre. Sin embargo, algunas de las dudas dejadas en el Regional se vieron acrecentadas en la competición nacional. En el debut cayeron en Bilbao, en la segunda jornada solo pudieron empatar con el Real Unión en casa y posteriormente otras tres derrotas: Athletic de Madrid y Real Sociedad a domicilio y el RCD Español en Chamartín.

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Derrota contra el Athletic de Madrid. Jornada 3 Liga 1929-30

El cuadro merengue cerraba la clasificación con solo un punto y la junta directiva tomó la decisión de prescindir del técnico en los primeros días de enero de 1930. En el diario La Region se recogió una conversación con el alicantino en la que decía que “al Real Madrid le ha costado y le cuesta mucho rehacer su equipo, porque desde septiembre, cuando únicamente se contaba con Quesada, la firma de las fichas se hizo de una manera lentísima, no habiéndolo hecho tres jugadores de categoría internacional y que no han podido ser sustituidos de forma eficaz, por lo que se ha visto obligado a prescindir de muchísimos jugadores, sin encontrar los que pueden cubrir los puestos que dejaron vacíos aquellos tres equipiers de fama. La base del Real Madrid la forman Quesada, Prats, Peña y Rubio; todos los demás, puede decirse que son meritorios y hasta muy avanzada la segunda vuelta de la Liga, no estará el once realista en condiciones de dar el máximo rendimiento”. En otro periódico como La Voz apuntaban al técnico: “Hemos de consignar que Quirante se encontró casi hecho un equipo que deja desquiciado, y que en las ocasiones que pudo demostrar que podía tener capacidad para rehacerlo no supo probar otra cosa que nulidad”. También habló el expresidente Luis de Urquijo en El Heraldo de Madrid: “Lo de Quirante no me extraña. A pesar de que es un excelente entrenador hace algún tiempo que no actuaba; es decir, que hacía el equipo la junta directiva”.

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La carrera como técnico de Quirante continuó dos décadas más y pronto encontró acomodo en el Sevilla. En los años 30 también digirió al Murcia y al Nacional de Madrid. En la siguiente década fue entrenador del Imperio de Madrid, Hércules, Malacitano, Cádiz, Constancia y Real Betis. Su última experiencia fue otra vez en la casa blanca al tomar las riendas del Plus Ultra, por entonces filial asociado madridista. Santiago Bernabéu le tenía en gran estima y lo situó en el banquillo en 1948. El alicantino se mostró feliz en MARCA: “Vengo, a pesar de mis años, a hacer una labor beneficiosa. Siempre ha sido mi sueño el Madrid y no me hubiera marchado. Ahora quiero laborar, con mucha fe y un gran entusiasmo”. Estuvo tres temporadas (dos de ellas en 2ªdivisión) en las que dirigió, entre otros, a Rafa Verdú, Zárraga, Pruden, Moleiro y el portero Adauto.

José Quirante falleció a los 81 años de edad el 30 de mayo de 1964 en la capital española sin que ningún medio se hiciera eco de su muerte.

Fotografías: archivo Alberto Cosín

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