Regate Femenino
·7 de diciembre de 2023
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·7 de diciembre de 2023
Emma Hayes ha sido escogida como la arquitecta para reconstruir la Selección femenina de Estados Unidos. Nació en Camden, se forjó entre Londres y América del Norte y ha alcanzado con el Chelsea su obra maestra en los últimos años. Ahora vuelve al país que la vio crecer desde el banquillo, pero en este caso para dirigir la selección nacional y, quién sabe, sí buscar la quinta estrella en 2027. Pero vayamos paso por paso, el futuro es ahora.
La llegada de Emma Hayes al USWNT ha sentado como un alivio en una selección que vive uno de sus momentos más complicados del últimos siglo. Con Vlatko Andonovski el equipo llegó a acumular tres derrotas consecutivas, desastre sin precedentes sumado a la reciente eliminación del Mundial en octavos de final. Aunque han pasado ya cinco años desde aquel 2019 donde Estados Unidos fue campeona del mundo, no nos hemos acostumbrado a ver a las ‘yankees’ lejos del dominio. Con la primera lista de Emma Hayes se busca el ansiado cambio de ciclo que lleva años reclamándose y ha acabado llegando de forma forzada tras las retiradas de Rapinoe y Julie Ertz.
Naomi Girma, Lynn Williams y Sophia Smith son las tres únicas jugadoras que se mantienen en la convocatoria y formaron parte del once de octavos de final del Mundial en el último partido de Vlatko como seleccionador.
Como de costumbre es imposible no fijarse en las ‘rookies’ o debutantes. En este caso Emma Hayes apuesta por Korbin Albert y Jenna Nighswonger que tras la salida de nombres como Crystal Dunn o Alex Morgan centrarán más miradas de lo habitual. Una temporada le ha bastado a Jenna Nighswonger para convertirse en la jugadora con más minutos del Gotham FC de Juan Carlos Amorós. La alumna perfecta que consigue ahora su primera convocatoria, no es casualidad ya que como ha demostrado con su club, podrá jugar tanto de lateral como de pivote.
Por otro lado y no menos importante aparece el nombre de Korbin Albert. Hay quien la compara con Julie Ertz por su juego y estatura, hay quien lo hace con Catarina Macario por su pronta huida de los Estados Unidos. La realidad es que la centrocampista del PSG es ya una realidad en el recambio generacional. Al igual que Emma Hayes y Lindsey Horan proviene del fútbol europeo donde cada vez es más habitual ver jugadoras cruzar el charco cada dos meses para reunirse con el USWNT.
Sin la presencia de Alex Morgan o Rapinoe, es el momento de ver a las Sophia Smith, Rose Lavelle, Naomi Girma, Midge Purce, Trinity Rodman o Ashley Hatch dar un paso al frente y asumir ese rol de jugadoras que suman cada vez más experiencia como internacionales. Lejos de grandes hitos tras caer en fase de grupos de los dos últimos Mundiales Sub-23, si algo mantiene en común la nueva generación de futbolistas que aflora en Estados Unidos es la idea de juego. Físicamente siguen siendo superiores a la mayoría de sus rivales. Acostumbradas a contragolpes eléctricos que en su momento tuvieron el nivel para dominar el fútbol mundial como lo hace ahora España con el fútbol asociativo.
En su estilo Emma Hayes y el fútbol estadounidense viven en un particular idílio con el fútbol de transiciones que nos hace intuir que algo apunta a funcionar en la nueva etapa de la selección. Sus hasta seis campeonatos de WSL y cinco Fa Cup’s no son casualidad, sino fruto de ser de las primeras en apostar por cuerpos técnicos completos y brindar una profesionalidad absoluta a un fútbol femenino lejos de la versión actual de hace diez años.
Todos los cambios vienen precedidos y guiados, en este caso hablamos de Lindsey Horan. Sí otro aspecto quedó claro tras el partido contra China es la importancia de Lindsey Horan en el once, jugando los 90’ y manteniendo la creatividad en todo momento, en el Mundial fue una de las capitanas y todo apunta que en los Juegos Olímpicos acabará dando el paso definitivo como referencia dentro y fuera del campo en un transatlántico que quiere volver a flote.
El baby boom de Emma Hayes
El ‘debut’ de la seleccionadora británica contra China (el partido fue dirigido por Twila Kilgore) nos dejó la participación de hasta 17 jugadoras de las cuales 10 eran Sub-23 y solamente 3 de ellas superan los treinta años. En este caso la media de edad ha bajado hasta un 25.5 respecto a los 28.2 del Mundial. A la fiesta de jóvenes talentos estadounidenses no pudo faltar el la aparición de Olivia Moultrie, camino de jugar su tercera temporada como profesional en Portland Thorns. Se trata de la primera jugadora nacida en el 2005 en debutar en la máxima categoría de la selección.
Inglesa de nacimiento ha visto hasta en dos ocasiones como la propia selección de Estados Unidos las expulsaba de un Mundial en dos ocasiones, como sucedió en 2007 y 2019. Obviamente no por esto pero sí por su bagaje y la importancia del cambio de ciclo que vive la selección de las ‘barras y las estrellas’, Emma Hayes pasará a ser la entrenadora mejor pagada de la historia embolsando $1.6 millones anuales, misma cifra que su homónimo masculino, Gregg Berhalter.
Imágenes de Getty Images.