El Zaragoza pone a Luna en una encrucijada | OneFootball

El viento vuelve a soplar en La Romareda. Y esta vez lo hace con sabor a despedida. Marcos Luna, el lateral derecho que un día soñó con vestirse de blanquillo toda la vida, se asoma ahora al borde de un adiós no buscado. Uno no deseado. Según ha revelado el medio “Palmadas al viento”, el canterano siente que el Real Zaragoza le ha mostrado con claridad la puerta de salida. No era su plan, no estaba en su hoja de ruta. Pero en el fútbol, como en la vida, las decisiones a veces no dependen del que camina.

Luna, que ha crecido en el seno del club maño como quien crece en el patio de casa, ha interpretado los silencios y señales. Y aunque su corazón sigue anclado en el Ebro, la realidad le empuja hacia otras aguas. La etapa parece cerrarse sin rencores. Pero con la melancolía de quien comprende que su sitio quizá ya no esté donde empezó a escribir su historia.

Alavés y Almería, atentos al desenlace

El interés no ha tardado en aparecer. El Deportivo Alavés ha sido el primero en mostrar sus cartas. En Vitoria valoran su proyección, su capacidad de recorrido y su juventud. Pero no están solos. Según las mismas informaciones, la UD Almería también se ha sumado a la puja, dispuesta a seducir al zaragocista con un proyecto ambicioso que busca recuperar la élite cuanto antes.

Ambos equipos ven en Marcos Luna una oportunidad de presente y futuro. Un defensor que, con solo 22 años, ya ha dejado destellos de madurez y compromiso. Su perfil encaja en las necesidades de los dos clubes. Y su salida del Zaragoza podría cristalizar en las próximas semanas si las negociaciones se aceleran.

Un adiós silencioso en Zaragoza

En Zaragoza, mientras tanto, la sensación es agridulce. Hay tristeza por un hijo de la casa que parece no encontrar su sitio en el nuevo plan deportivo. Pero también hay comprensión. Porque el fútbol a veces exige volar para crecer. Y si bien Luna no se marcha aún, ya hay aroma de despedida en el aire maño.

La decisión final aún no está tomada. Pero las cartas están sobre la mesa. Alavés y Almería esperan. Marcos Luna escucha. Y el Zaragoza, mientras mira hacia otro horizonte, tal vez se despide de uno de los suyos. El verano apenas ha comenzado. Pero en la ciudad de La Romareda ya se siente ese rumor que solo deja el fútbol cuando cambia de piel.