El vestuario del Barça confirma que no soportaba a Luis Suárez | OneFootball

Aunque a Leo Messi le sentó como un tiro la marcha de su amigo Luis Suárez del Barça por decisión de la junta directiva (Koeman llegó con la decisión tomada), lo cierto es que el descarte del uruguayo obedeció a la información que la junta directiva de Bartomeu tenía del vestuario. Muy pocos le soportaban.

Luis Suárez se comportaba dentro del grupo como "el amigo" del jefe Messi, lo que equivalía a sentirse inmune contra todo. Siempre ejerció de "amiguísimo" y creó una barrera entre él y Messi y los demás. Y los demás acabaron muy hartos de él.

Tanto que su marcha del Barça fue celebrada por buena parte del vestuario. La mayoría. Y quedo exteriorizado en la primera confrontación del uruguayo ante sus excompañeros ayer en el Camp Nou.

A Ter Stegen, que le tenía muchas ganas, le faltó tiempo para reprenderle cargado de ira por intentar engañar al árbitro haciendo ver con un despeje suyo había sido una agresión en toda regla. La repetición de la jugada por TV recogió la falta de compañerismo de Luis Suárez teatralizando una acción en la que no hubo nada punible.

La reacción de Ter Stegen no era gratuita. Lo tenía dentro y necesitaba sacar fuera el rechazo que le produjo su convivencia con Luis Suárez.

Hasta Gerard Piqué se acercó al lugar de los hechos para recriminar a Luis Suárez su falta de profesionalidad y compañerismo: “Ya está bien, gordo, no me jodas. Ya está bien”, le dijo Piqué a Suárez. Esete se levantó para retar a Ter Stegen: “¿Pero me das o no?”.

Una bronca con antecedentes