El vestuario cierra filas en torno a Benítez | OneFootball

Foto: Aitor Alcalde / Getty Images

El Celta de Rafa Benítez solo ha podido sumar 8 puntos en 14 jornadas, para un pobre bagaje de 8 de 42 posibles. Son cifras que no invitan al optimismo, pero a pesar de eso, y a diferencia de los dos equipos que están por debajo en la clasificación, Granada y Almería, el equipo no parece estar roto, motivo por el que tal vez no esté justificada la destitución.

Y sí, es muy posible que el motivo de que Rafa Benítez siga siendo entrenador del Celta no sea por este motivo sino para evitar la cuantiosa indemnización que percibiría el preparador madrileño en caso de ser destituido a estas alturas de la temporada, tras firmar un jugoso contrato de tres temporadas hace tan solo unos meses.

Pero obviando este tema, el juego del equipo no parece justificarlo. Es evidente que los resultados no están acompañando, que el equipo está muy mal confeccionado y que no ha habido fortuna con los arbitrajes y otros aspectos deportivos, pero el equipo no está descompuesto, y da la sensación de que la plantilla sigue apoyando al entrenador.

Vicente Guaita lo aseguraba al final del partido ante el Valencia, defendiendo que Benítez sigue contando con el apoyo en el vestuario, y poniendo en valor el esfuerzo que se aprecia en el terreno de juego. No solo el cancerbero, todos sus compañeros realizan declaraciones similares cuando son preguntados por su entrenador.  Y aunque obviamente ningún futbolista va a reconocer ante los medios que el vestuario no está con el técnico, más allá de sus declaraciones se aprecia viendo los partidos que el madrileño y los jugadores, al menos de momento, siguen yendo de la mano.

Los resultados son los que no están acompañando, y eso es lo que tiene que cambiar en los próximos partidos como condición sine qua non para que el equipo empieza a asomar la cabeza y salga de la zona de descenso. El próximo compromiso del Celta en casa será ante el Cádiz, un rival directo en la lucha por la permanencia, donde la unión entre técnico y vestuario tendrá que ser más patente que nunca y empiece a notarse en el marcador.