Diario Área Técnica
·28 de mayo de 2022
Diario Área Técnica
·28 de mayo de 2022
No ha sido una temporada fácil para el Real Zaragoza. Con uno de los presupuestos más bajos de la categoría su primera vuelta fue espantosa, llegando incluso a sobrevolar la incertidumbre de un posible descenso.
Los refuerzos llegados en la segunda mitad del campeonato surgieron efecto y ayudaron a una holgada permanencia una temporada más en el fútbol profesional.
La imagen de la segunda vuelta fue la que se pudo ver anoche en el Reale Arena. Un Real Zaragoza correoso, rápido hacia arriba y con un talento interior el cual se extrañaba.
El encuentro arrancaba de manera inmejorable. Tras una recuperación en medio del campo, Bermejo se aprovechó de su calidad y la fragilidad defensiva del filial vasco para servir en bandeja al segundo palo el primero a Iván Azón.
Durante el resto de la primera mitad el Real Zaragoza se aprovechó de la falta de intensidad de los locales y pudo ampliar su ventaja a un número mayor. Mientras la Real Sociedad B dominaba el balón, los aragoneses esperaban unas contras que se volvieron letales.
Celebración de un gol zaragocista. Foto: @RealZaragoza
Eso aprovechaba Valentín Vada, quien llegaba completamente solo desde segunda línea para perdonar el segundo tanto. Tanto que no tardaría en llegar pues, de nuevo desde segunda línea, Fran Gámez pondría un caramelo al mediocentro argentino para que este firmara su séptimo tanto de la temporada.
Con nada en juego y dos mazazos duros para el filial realista, ambos conjuntos bajaron el pie del acelerador para la segunda mitad. Bien es cierto que los locales querían despedirse de su aficion y su técnico con un gran juego y mediante combinación intentaban penetrar sin éxito en la defensa del Real Zaragoza.
Fue, curiosamente, tras un pase largo de Olasagasti cuando Martín consiguió marcharse de un blando Bermejo para batir por el primer palo a Ratón y colocar el 1-2 en el marcador.
El tanto de Martín fue insuficiente. Foto: La Liga
Tras este tanto mejoró la concentración defensiva de los pupilos de JIM y gracias a ello sumado a la falta de contundencia de los pupilos de Xabi Alonso los aragoneses pudieron aumentar la ventaja en el electrónico, pero fallos en los metros finales lo impidieron.