El Real Valladolid de las 7 vidas | OneFootball

Pese a las discrepancias de la afición con la directiva y con Paulo Pezzolano, el Pucela está en puestos de Play Off.

Una de cal, otra de arena

Pancartas que rezan «directiva sin rumbo, equipo a la deriva», gritos de «¡Pezzolano dimisión!», pitos al equipo en algunos encuentros… y a dos puntos del ascenso directo. La situación del Real Valladolid es, cuánto menos, extraña. Los resultados no son los esperados, sobretodo por los números que deja el equipo lejos del José Zorrilla. Pero en casa, el Pucela ha creado un búnker inexpugnable; es el segundo mejor equipo local, sólo por detrás del Burgos.

El ambiente en el feudo blanquivioleta está enrarecido. Pese a ganar al Eibar el pasado domingo, durante muchos tramos de encuentro se escucharon pitos hacia el equipo, hacia el entrenador y hacia el palco. Tras un primer tiempo rácano, en el que el equipo no supo atacar con un jugador más a los armeros, la afición no perdonó a los de Pezzolano y les despidió con una sonora pitada. El equipo cambió el chip en la segunda parte y le regaló a su afición una victoria muy importante para reengancharse a la pelea por el ascenso.

Pezzolano, a regañadientes con la afición

El uruguayo no está teniendo una temporada fácil en el banquillo vallisoletano. Paulo está en el punto de mira de la afición por diversos motivos; malos resultados a domicilio, el descenso de la temporada pasada, el juego del equipo, y el más importante, su actitud. Muchos consideran que el técnico no se tomó en serio el partido contra el Eibar por el 11 inicial que presentó.

Jugadores como Juric, Moro o Iván Sánchez se quedaron el banquillo, y otros menos habituales como Salazar o Negredo fueron de la partida en uno de los partidos más importantes de la temporada. Además, Pezzolano suele jugar su propio partido en las ruedas de prensa. En más de una ocasión ha dejado declaraciones que no fueron del agrado de los aficionados. También nos ha dejado imágenes lamentables encarándose con un aficionado que se situaba detrás del banquillo local.

Números en casa y fuera, con posición en la tabla

La gran asignatura pendiente del Real Valladolid es ganar lejos del José Zorrilla, porque lleva sin vencer a domicilio desde el 24 de noviembre ante el Huesca. Con 4 victorias, 3 empates y 9 derrotas, el Pucela está obligado a mejorar si quiere llegar a la recta final de la temporada no solo con opciones de Play Off, sino de ascenso directo.

Es un milagro que el club se encuentre en una posición privilegiada en la clasificación. Además, el calendario puede servir de ayuda al Valladolid para conseguir el objetivo del ascenso; el único hueso que le queda es recibir al Espanyol el fin de semana del 12 de mayo. Parece que este Real Valladolid tiene más de 7 vidas y que aún no ha dicho su penúltima, ni anteúltima palabra.

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Imagen principal: Real Valladolid

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