El plan de Xabi Alonso con Mbappé y Vinícius | OneFootball

La «interminable» temporada del Real Madrid culmina con un examen de recuperación y la llegada de Xabi Alonso al banquillo, quien se enfrenta al mayor reto de su carrera: mezclar el talento de Vinicius y Mbappé, una tarea pendiente para el club blanco tras los intentos fallidos de Ancelotti.

La campaña, que arrancó con dos títulos pero no sumó más galardones, ha supuesto el adiós de Carlo Ancelotti. Ahora, con Xabi Alonso al mando, el club confía en que su llegada, aunque no una revolución total, sí traerá mejoras en la estructura táctica. Sin embargo, la gran incógnita es cómo coexistirán sus dos máximas estrellas ofensivas.

En el club se ha analizado exhaustivamente la temporada, y el «examen» lo han superado muy pocos. El optimismo se centra en la figura de Mbappé, cuya temporada en cifras solo ha sido igualada por Cristiano Ronaldo en tiempos modernos. El Bernabéu y la directiva lo tienen claro: Mbappé será el líder del proyecto a partir de ahora, y quien no lo vea así, «ya sabe dónde tiene la puerta». A pesar de haber recibido «toques de atención» durante la temporada, la confianza en él es plena.

Por otro lado, Vinicius ha generado dudas. Su bajón de juego a raíz del «asunto Balón de Oro» ha sorprendido, aunque el club confía en él y se prepara para su renovación. Sin embargo, se le exigirá constancia y regularidad, y que se «olvide de una vez por todas de todo lo que le rodea». Su rendimiento será crucial para encajar en el nuevo esquema de Alonso.

La plantilla presenta otras incertidumbres: la portería con las dudas de Courtois y Lunin; la defensa con las lesiones de Militao, Rüdiger y Alaba; los laterales con la esperada vuelta de Carvajal y la posible salida de Lucas Vázquez y Mendy. En el mediocampo, Valverde y Tchouameni son intocables, mientras que Camavinga debe dar un paso adelante y Güler es «intocable». La situación de Endrick también es una incógnita, con algunos en Valdebebas sugiriendo una cesión.

El verdadero desafío de Xabi Alonso será no solo gestionar la calidad de sus futbolistas, sino también sus egos, buscando ese equilibrio que Ancelotti supo dominar, mientras intenta hacer que sus dos «galácticos» brillen juntos en el campo.