
OneFootball
pablofernandez·27 de marzo de 2020
🤦♂️ El peor XI de River Plate

In partnership with
Yahoo sportsOneFootball
pablofernandez·27 de marzo de 2020
Llegar al plantel principal de River Plate, uno de los clubes más grandes de Argentina y del mundo, y sobre todo mantenerse en él, puede llegar a ser exigente y desafiante para cualquier futbolista.
Muchos de ellos, más allá de sus capacidades, y en el marco de un determinado contexto específico, tuvieron una experiencia negativa en el Millonario.
Este es el peor XI de River Plate.
Algunos años antes de atajarle un penal a Pavone jugando con Belgrano, en una de las derrotas más dolorosas y significativas de River (el partido que lo llevó al descenso), el arquero cordobés tuvo su paso por la Banda. No recibió ningún gol, porque no jugó ningún partido.
Jersson González llegó a River en 2002, como una lateral rutilante del América de Cali. No repitió su actuación en el fútbol argentino y se fue sin pena ni gloria.
Adalberto Román es uno de los representantes de la tradición de centrales paraguayos en los Millonarios, pero no estuvo a la altura de lo que se esperaba. Jugó en 2010/11, y hasta llegó a convertir dos goles, pero estuvo demasiado involucrado, con penal tonto incluido, en la desastrosa llave por la promoción ante Belgrano.
Lollo, proveniente de Racing, fue un fichaje muy promocionado y prometedor en 2016, que nunca se reflejó en la cancha, porque las lesiones se sucedieron durante su estadía en Núñez de manera persistente y definitiva.
Luciano Vella jugó en River durante su paso por la Primera B Nacional y, aunque fue parte del plantel que ascendió, fue muy criticado por la hinchada, por su escasa proyección al ataque y su falta de seguridad defensiva. “Quieren que juegue como Dani Alves” se quejó después ante la exigencia de la parcialidad millonaria.
El “Negro” Acevedo tuvo un par de períodos en River Plate (con Ángel Cappa y con Ramón Díaz) y ninguno de ellos fue particularmente memorable ni efectivo, a pesar de su evidente talento.
Arano, por su parte, nunca prometió demasiado en River y tampoco cumplió. Tuvo muy poca continuidad pero se mantuvo en el club por tres años, donde se ganó una resistencia generalizada de la hinchada.
El mexicano Alberto García Aspe, que la había descocido en los Pumas y en Necaxa, llegó en 1995 a River, acompañado por una enorme expectativa y lo que se dijo el sueldo más alto del plantel. Quizá todo esto fue demasiada presión. No se adaptó y su juego nunca alcanzó lo que prometía. Jugó cinco partidos, no hizo goles y se fue.
El fichaje del “Ogro” Fabbiani fue uno de muy alto perfil y recibido con entusiasmo, ante un jugador que se había declarado hincha del club. Pero su imagen rápidamente comenzó a derrumbarse, ante la acumulación de flojas actuaciones, falta de efectividad y alto perfil mediático, que terminó por enfrentarlo con la parcialidad.
Gustavo Canales llegó desde Chile con chapa de goleador implacable, pero no tuvo la misma suerte en el fútbol argentino. Jugó una temporada y convirtió dos goles en 14 partidos, antes de regresar a Chile.
Por su parte, Juan Esnáider fue otra de las grandes promesas goleadoras que llegó al equipo con bombos y platillos en 2002, especialmente con su notoria trayectoria europea, con paso por Zaragoza, Real Madrid y Atlético Madrid. River se coronó campeón en ese Torneo Clausura, pero su aporte fue muy escaso: nueve partidos y un solo gol. Se volvió a Europa a jugar en el Ajaccio de Francia, ante la más profunda indiferencia de la hinchada Millonaria.