Fondo Segunda
·30 de junio de 2025
El Oviedo lo deja libre y el talismán anda suelto

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·30 de junio de 2025
No hay fórmulas mágicas para ascender… O quizás sí. Y se llama Francisco Portillo. El Real Oviedo ha confirmado que el centrocampista malagueño no continuará en la plantilla carbayona tras el ansiado regreso a Primera División. Pero su salida deja algo más que un hueco en el vestuario. Deja libre a un talismán de los ascensos. Un futbolista con una historia que no deja indiferente a nadie.
Portillo ha firmado con letras doradas una de las trayectorias más singulares de la categoría de plata. A sus 35 años, ha jugado en cinco equipos distintos en Segunda… y con todos ha ascendido a Primera. Desde el Betis hasta el Oviedo, pasando por Getafe, Almería y Leganés. Cada camiseta que vistió en la división de plata terminó celebrando el salto a la élite. Ahora, con la carta de libertad en la mano, el destino vuelve a esperar.
El mercado de fichajes ya conoce la noticia. Portillo está disponible, sin traba económica alguna, para ser el nuevo amuleto de quien crea en la magia del fútbol. Y no es casualidad. Más allá de supersticiones, lo suyo es fútbol con mayúsculas. Visión, toque, pausa, inteligencia y una zurda que todavía enciende partidos grises.
Su último servicio lo firmó en el Carlos Tartiere, donde fue clave en el tramo final del curso para que el Oviedo rompiera su sequía de 24 años sin pisar Primera. Discreto, silencioso, pero eficaz. Como siempre. Y ahora, cuando parecía que podía seguir un año más, el club ha optado por cerrar su ciclo. El malagueño, sin dramatismos, ya escucha ofertas.
Cada verano hay apuestas, fichajes mediáticos y sorpresas. Pero pocos jugadores ofrecen lo que Portillo lleva escrito en su trayectoria. La eficacia garantizada para objetivos mayores. Por eso, su nombre ya ha comenzado a sonar en los despachos de clubes ambiciosos de LaLiga Hypermotion. Todos se preguntan lo mismo. ¿Ysi esta vez el milagro lo hace aquí?
Porque más allá de números, lo de Portillo tiene aroma de leyenda viva. Su currículum no necesita maquillaje: habla por él. Y aunque no aparezca en grandes portadas, siempre acaba apareciendo en la foto final del éxito.
Oviedo fue su último capítulo. El siguiente está por escribirse. Portillo, sin contrato pero con la mochila cargada de ascensos, espera. Y muchos ya miran con interés. Porque cuando el fútbol te guiña el ojo cinco veces seguidas, tal vez no sea casualidad. Tal vez sea destino. Y Portillo, donde va… Primera espera.