REVISTA PANENKA
·11 de diciembre de 2024
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Ya es oficial. En 2030, España volverá a ser sede de un Mundial. 48 años después de la Copa del Mundo de 1982, once estadios de nuestro país están en la casilla de la salida para compartir protagonismo con los de Marruecos y Portugal, países coorganizadores de un torneo que, por primera vez, se jugará en más de un continente a la vez. Y no sólo en Europa y África: con motivo de la celebración del centenario del campeonato organizado por la FIFA, Paraguay, Uruguay y Argentina también verán partidos conmemorativos. Esto significa que seis selecciones llevarán la etiqueta de anfitrionas y, por consiguiente, tienen ya asegurado su sitio en una competición en la que, recordemos, tomarán parte 48 selecciones.
¿Pero cuáles son las sedes elegidas por el momento dentro del territorio español? Algunas repiten respecto a 1982, aunque con instalaciones totalmente renovadas. Otras no existían en aquel cada vez más lejano verano del 82. Y hay unas cuantas que no revivirán las sensaciones mundialistas. A continuación os las detallamos.
El remodelado estadio del Real Madrid, que vio a Italia derrotar a Alemania Occidental (3-1) en la final del Mundial de Naranjito (además del Grupo B de la segunda fase, el de España, Inglaterra y los alemanes), podrá dar cobijo a 78.297 espectadores en la cita de 2030. Sus características le permiten ser apto para albergar cualquier encuentro, incluido el que decida el título, que se jugará el 21 de julio.
El nuevo feudo del Barça, tras una reforma que aún está por terminar, será la sede española con más aforo, 103.447 asientos. Es una de las tres que podría acoger la final, junto al mencionado Bernabéu y al futuro Hassan II de Casablanca (con una capacidad proyectada de 115.000). Sería un paso adelante respecto a 1982, en el que fue escenario de la ceremonia de apertura, el choque inaugural (Bélgica 1-0 Argentina), el Grupo A de la segunda fase (con la URSS, Polonia y Bélgica) y una semifinal (Polonia 0-2 Italia)
Galicia pierde una sede respecto a 1982 (se cae Vigo) pero mantiene el campo del Deportivo de La Coruña entre los elegidos. Hace 42 años compartió con Balaídos el Grupo 1 de la primera fase; junto a la playa coruñesa, desfilaron Polonia, Perú y Camerún. El estadio herculino gozará de una capacidad de por lo menos 42.000 butacas en 2030 (10.000 más que en la actualidad). Se superará así la cifra de 40.000, el mínimo que marca la FIFA. Riazor, que hace dos décadas llegó a ver unas semifinales de Champions League, volverá a ser un feudo apto para el máximo nivel una vez se ejecuten unas obras que aún presentan algunas incógnitas de financiación y plazos. Sus características son aptas para encuentros de hasta octavos de final.
El estadio del Real Zaragoza, que en 1982 vio jugar entre sí a los rivales de España en el Grupo 5 de la primera fase (Irlanda del Norte, Honduras y Yugoslavia) será muy distinto, por dentro y por fuera, en 2030, cuando hayan finalizado unos trabajos que ya están en marcha. El recinto volverá a tener una capacidad de más de 40.000 espectadores (hasta 43.000), como hace medio siglo, y su futura calificación le permitirá vivir, como máximo, la ronda de octavos de final. El del 82, por cierto, no fue el último gran torneo de selecciones que acogió la capital aragonesa: La Romareda se usó en el torneo de fútbol de los Juegos de Barcelona’92.
Los escoceses que acudieron en masa al sur de España en 1982 estarían sin duda encantados de volver a ver encuentros bajo el sol de Málaga. Aunque, los veteranos que repitan experiencia, esta vez tendrán una cubierta sobre sus cabezas. La Rosaleda, que además de recibir a los británicos, aquellos días celebró encuentros de Nueva Zelanda y la URSS (en el Grupo 6 de la primera fase), debería estar totalmente renovado en 2030. Si la remodelación sigue el camino previsto, el estadio malagueño pasará de los 30.000 espectadores actuales a los 45.000. Esa ampliación, sumada a un exhaustivo lavado de cara, le permitirá organizar duelos de hasta cuartos de final de esa Copa del Mundo.
El hogar del Atlético de Madrid desde 2017 debutará en un Campeonato del Mundo después de haber albergado ya un partido del más alto nivel: la final de la Champions de 2019, en la que el Liverpool conquistó su sexto título. El Metropolitano será el encargado de llenar el ‘vacío’ emocional dejado por el Vicente Calderón, donde en el Mundial de España se disputaron los tres partidos del Grupo D, formado por Francia, Austria e Irlanda del Norte. No tuvo más ‘trabajo’ el viejo feudo colchonero en el torneo de Naranjito; en cambio, sí se espera que en 2030 el Metropolitano, con aforo para 70.460 espectadores, pueda albergar alguna semifinal.
El Espanyol, como el Atlético de Madrid, volverá a estar representado en un Mundial, pero lo hará con un estadio distinto al de 1982. Sarrià, tristemente demolido en 1997, fue en el verano de Naranjito algo así como el Disney Land de los futboleros. En siete días de diferencia, entre el 29 de junio y el 5 de julio, se disputaron tres partidos para la historia: el Italia-Argentina (2-1); el Argentina-Brasil (1-3) y el Italia-Brasil (3-2), donde Rossi se consagró con un hat-trick inolvidable. Tres campeonas del Mundo luchando por un único billete: casi nada. El RCDE Stadium se inauguró en 2009, cuenta con un aforo de 40.500 espectadores y está calificado con la categoría élite de la UEFA.
El moderno estadio del Athletic Club debutará en una Copa del Mundo, tomando el relevo del viejo San Mamés (demolido en 2013), que albergó tres partidos en el Mundial de 1982, los tres de la selección de Inglaterra correspondientes al Grupo 4. Aquello no fue casual: no hay otro estadio en España que, por ambiente y atmósfera, recuerde más al fútbol británico. La Catedral, por cierto, llegará a 2030 con experiencia en partidos de alto nivel. El año pasado fue la sede de la final de la Champions femenina y en 2025 albergará la final de la Europa League que el equipo de Ernesto Valverde sueña con alcanzar.
Históricamente, Canarias ha sido víctima de todo tipo de agravios respecto a otras Comunidades Autónomas de España. El Mundial de 2030 va a corregir, de algún modo, esta tendencia, porque en el archipiélago se van a disputar, por primera vez, partidos del torneo de selecciones por excelencia. A priori, la FIFA podría darle al Estadio Gran Canaria (hogar de la UD Las Palmas y de titularidad pública) partidos de fase de grupos y octavos de final, aunque eventualmente el organismo podría reservar algún duelo de cuartos. Este estadio tiene una capacidad de 44.500 espectadores y cuando España celebró el Mundial en 1982 todavía no existía. Se inauguró en 2003, el mismo año en el que se clausuró el mítico Estadio Insular.
La preciosa capital de Gipuskoa será sede mundialista y mucho tendrá que ver en ello el estadio de la Real Sociedad, Anoeta, inaugurado en 1993. Pero, detengámonos un momento: ¿entonces el Mundial de 1982 ignoró a Donostia? Pues sí. Por un lado, el mítico estadio de Atocha no reunía los requisitos exigidos por la FIFA. Y por el otro, desde el órgano organizador se estableció un mínimo de 200.000 habitantes para aquellas ciudades que quisieran presentar candidatura. San Sebastián en los primeros 80 se movía en torno a los 175.000. La ausencia de San Sebastián fue realmente extraña: la Real Sociedad era el vigente campeón de Liga en 1982, pero el Mundial se olvidó de pasar por su estadio. Todo esto se corregirá en 2030, donde se espera que Anoeta, con un aforo de más de 42.000 espectadores, opte a varios partidos, alguno de cuarto de final incluido.
El estadio multiusos de la capital andaluza será el último de los campos que debutarán en un Mundial. Si en España’82 Sevilla fue mundialista por partida doble (se jugaron partidos tanto en el Benito Villamarín como en el Sánchez-Pizjuán), en 2030 será este estadio con una capacidad de 57.600 espectadores el único representante de Andalucía. Opta, por cierto, a albergar alguna semifinal, lo cual no sorprendería demasiado. En los últimos años se ha reivindicado como un gran escenario de finales y partidos importantes: ocho finales de Copa del Rey desde su inauguración, en 1999, y una de Supercopa de España, además de un puñado de partidos internacionales como la final de la Copa de la UEFA 2003 o los de la selección durante la fase de grupos de la Eurocopa 2020.
Así pues, a Valencia, Gijón, Oviedo, Elche, Alicante y Valladolid sólo les quedará el recuerdo de haber sido protagonistas de un campeonato del que ya han pasado más de 40 años. Las urgencias y decepciones de España en el Lluís Casanovas (hoy Mestalla), el biscotto de El Molinón entre Alemania Occidental y Austria, el esfuerzo estéril de Argelia en el Carlos Tartiere, el 10-1 de Hungría a El Salvador en el Nuevo Estadio (Martínez Valero), Polonia logrando el tercer puesto ante Francia en el Rico Pérez o el desplante de Kuwait en el José Zorrilla. Todos ellos serán momentos irrepetibles y que, difícilmente, otro Mundial jamás superará.
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Fotografía de Getty Images.