TODOATLETI
·4 de febrero de 2020
El misterio de Marcos Llorente y las eternas oportunidades del Cholo; por @antonturan

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·4 de febrero de 2020
Ante la sorpresa de muchos, no se encuentra en él Marcos Llorente, uno de los jugadores que, dentro de la mala dinámica que viene arrastrando el equipo, ha dado un paso al frente y ha demostrado de sobra su capacidad y calidad para ser el “5” del Atlético, siendo de lo poco salvable los últimos partidos. Lejos todavía de aquel nivel que cautivó a propios y extraños en el Alavés, y que siguió demostrando a ratos (cuando le dejaban) en el Madrid, el madrileño puede ser perfectamente el jugador más en forma del centro del campo rojiblanco.
Sin embargo, un día más y de forma (en mi opinión) inexplicable, el “Cholo” parece optará por dejar a Marcos en el banquillo. El centrocampista seguirá observando desde la banca cómo otros jugadores, en concreto Saúl y Thomas, siguen dando, partido tras partido, un nivel pésimo, muy por debajo de sus posibilidades, pero que no les impide seguir gozando y disfrutando de todos los minutos. Porque la situación crítica actual está claro que se debe, entre otros factores, a ese pésimo rendimiento de muchos de los “mejores jugadores”. Jugadores con pésimo rendimiento pero eternas oportunidades.
En el caso del primero de los mencionados, Saúl, este lleva ya una racha duradera (por no decir un par de temporadas) rindiendo a un nivel totalmente por debajo de sus capacidades, incapaz de influir en el juego de ninguna de las maneras y totalmente intrascendente en los partidos, sin aportar nada. Tratando de ser importante pero incapaz de participar ni aportar en la creación de la jugada. Véase el partido frente a la Cultural. Aún así, el entrenador argentino puede encontrar en su empuje y poderío físico una ligera excusa para alinearlo como titular, pese a necesitar urgentemente un poco de banquillo para ver si comienza a carburar y encontrarse con su mejor versión. O un 70%, aunque sea.
El caso del segundo, Thomas Partey, ya es mucho más llamativo. Creo que, siendo realistas, nadie acertará a encontrar una sola razón para justificar la titularidad del ghanés, más aún por encima de la de Llorente. El intento de hacer de Thomas un “5” ya ha caído hace tiempo por su propio peso. Porque los últimos encuentros del mediocentro fueron un recital de pérdidas, muchas en zonas clave, y ausencia absoluta de concentración, como si la cosa no fuese con él. En alguno, incluso, pudimos observar a un Thomas desbordado por completo en diversas fases de los encuentros. ¿Cómo puede seguir Simeone insistiendo en colocarlo en esa posición por delante de la defensa? Es inexplicable que el técnico argentino sea capaz de darle 50, 70, 100 oportunidades, relegando al banquillo a otro chico que sí demostró tener las dotes necesarias para jugar en esa posición, y en mucho menos tiempo (quién sabe qué sería de Llorente con las oportunidades de Thomas…)
Porque, pese al pésimo nivel de Thomas, el Cholo sigue obzecado en insistir una y otra vez con él, cuando un mediocentro puro como Llorente (y no un jugador que con su selección, Ghana, juega de mediapunta), el cual ha gozado de escasas oportunidades, ha demostrado un nivel mayor en esa posición. Esto, claro está y como dijimos antes, lejos todavía del nivel de aquella revelación del Alavés o perla del Madrid. Marcos sí ha demostrado el criterio necesario para ser el “5” rojiblanco, llegando a sostener él solo todo el centro del campo en el último partido frente al Madrid (con un Saúl desaparecido, interviniendo a cuentagotas, y un Thomas perdido).
Pero el caso de Llorente se puede aplicar fácilmente al de Mario Hermoso, que cuando mejor estaba, demostrando ya unas anchuras de central TOP como las que vimos en el Espanyol, fue relegado al banquillo por Saviç, un central mucho más limitado y con menos calidad que el español. También podemos resaltar el caso de Herrera, que tardó un mundo en debutar para hacerlo con gol frente a la Juve, o el de Saúl, que parece tener una licencia especial para continuar sin pisar el banquillo pese a encadenar épocas de partidos realmente malos. O mencionar el extraño caso de Lemar, que… en fin. De Lemar hablaremos en otra ocasión. Simplemente espero no tener que observar cómo entra al campo (antes que Carrasco, me refiero).
A 4 de febrero y en situación crítica, quedan cuatro días para recibir al Granada. Cuatro días para observar si, finalmente, se cumplen las predicciones y jugadores como Thomas continúan con carta blanca para jugar, mientras otros siguen preguntándose qué más tienen que hacer para contar con un quinto de esas oportunidades. En fin. El “Cholo” y las eternas oportunidades.