
Stats Perform
·8 de abril de 2019
El Michael Jordan del fútbol: ¿Es Cristiano Ronaldo el mejor cabeceador de todos los tiempos?

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·8 de abril de 2019
En el quinto y último partida de la épica serie de los Chicago Bulls contra los Cleveland Cavaliers en 1989, Michael Jordan conectó un lanzamiento rápidamente catalogado como 'The Shot'. Una descripción simple, pero muy efectiva de la estrategia que el entrenador de los Bulls, Doug Collins, reconoció después: "Era darle el balón a Michael y el resto del equipo quitarse del p... camino".
Algo que hace también el Barcelona con Leo Messi. "Messi es el que va a hacer que las cosas ocurran", dijo Xavi en su día. Pero no pasa lo mismo, sin embargo, en la Juventus de Turín desde la llegada de Cristiano Ronaldo. Si bien también busca los pies del ariete portugués, no solo ese es su objetivo, sino también encontrar su cabeza. De hecho, el curso pasado el conjunto bianconro no estaba siquiera entre los 20 equipos que más centros colgaban en todas las competiciones, mientras que estas temporada, la Juve es quinta en esa faceta (692). 16,9 de media por partido por los 12,6 de la campaña pasada.
Y todo gracias a un Ronaldo que ha traído muchos cambios a Turín. Mario Mandzukic es ahora más importante que nunca, proporcionándole al '7' una referencia en la delantera, además de un plus en el juego aéreo, y Paulo Dybala se despliega más para servir de enlace entre el centro del campo y el ataque comandado por Cristiano.
El cruce con el Atlético, el contraste de la Juve de antes con la Juve de ahora
Fue el par de choques contra el Atlético de Madrid un buen baremo para esta Juventus de Turín. En la ida, Massimiliano Allegri adoptó un esquema conservador, dejando al incisivo Joao Cancelo fuera de sus planes en un equipo que insistió demasiado en los pies de un incómodo Dybala. No dio sus frutos y cerca estuvo de pagarlo caro. El dominio en la posesión (63,1%) no se tradujo en peligro real, el que sí llevó un directo Atlético de Madrid (cinco disparos por dos de los italianos).
Pero cambió el cuento en el choque de vuelta. La Juve hizo útil su dominio del cuero (62,1%) y se aferró a los balones al área. Los de Allegi colgaron 30 centros, casi el doble de sus números habituales. Un acoso por los aires que sobrepasó hasta a dos de los mejores centrales del mundo por arriba, Diego Godín y José María Giménez. ¿El resultado? Ronaldo marcó tres goles, dos de ellos de cabeza alzándose más que cualquiera de sus rivales, y la Juventus se coló entre los ocho mejores equipo de Europa (3-0).
Y es que el cinco veces ganador del Balón de Oro es un obseso del gol, un experto en la finalización, pero su destreza aérea es posiblemente la faceta del juego más notable. Como "el cabeceador perfecto" le definió un Alex Ferguson rendido a la potencia rematadora de cabeza del astro portugués. Brilló con el Manchester United ante la Roma y el Chelsea en el camino al título de 2008 y con el Real Madrid ante ese mismo United años después. En 2013, y con Ferguson enfrente, cuando Ronaldo se impulsó por los aires hasta empequeñecer la figura de Patrice Evra: "La rótula de Ronaldo estaba a la altura de la cabeza de [Patrice] Evra; ¡Ni Messi puede hacer eso!", aseguró el escocés.
"Es como ver a un jugador de baloncesto hacer un mate"
Son palabras del exjugador del Arsenal Martin Keown y, aunque parezca una exageración, no lo son. Pese a no contar con la altura de un jugador de baloncesto (1,86 m.), salta más que uno de ellos. Según un estudio realizado en 2011 por Neil Smith, un experto en biomecánica de la Universidad de Chichester, el salto medio del delantero es de 78 centímetros, siete centímetros más que la media de un jugador de la NBA.
De ahí que Ronaldo se pueda catalogar como el Michael Jordan del fútbol. Si está bien habilidad, muy poco se puede hacer para detenerlo. El portugués suma 82 goles de cabeza en todas las competiciones desde el año 2008, 20 más de los logrados por cualquier futbolista en las cinco grandes ligas de Europa (Fernando Llorente es el segundo con 62).
Y es que ya lo dijo el exseleccionador de Gales Chris Coleman, cuando sufrió en la semifinal de la Eurocopa 2016 un salto de 2,65 metros de un Cristiano a 80 centímetros del suelo y suspendido 0,7 segundos en el aire: "No se puede defender contra un salto de esa altura". Y esa será la tarea del Ajax en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Detener a un Ronaldo que, una vez en el aire, es prácticamente imparable.