El Manchester fuerza la salida de Antony al Betis | OneFootball

El Manchester United ha puesto contra las cuerdas a Antony. El club inglés ha dado al extremo brasileño un plazo máximo de esta semana para aceptar una de las ofertas que rondan entre 30 y 40 millones de euros, o de lo contrario pasará los próximos meses apartado y sin jugar, hasta la apertura del mercado en enero.

El jugador, que mantiene su deseo de recalar en el Real Betis, se ha topado con la firme postura de la directiva ‘red devil’. El conjunto verdiblanco, que busca una cesión a última hora y sin grandes desembolsos, pretende estirar la negociación hasta el límite, algo que en Old Trafford no están dispuestos a tolerar.

«Cada día que pase nos permite soñar con que esté aquí. Si Antony está aquí, es porque los números se suman. Lo más importante es la sostenibilidad del club; no podemos hacer nada loco», declaró el director deportivo del Betis, Manu Fajardo, confirmando que la estrategia pasa por esperar hasta el cierre de mercado.

En Manchester, sin embargo, el objetivo es evitar que la operación se prolongue. Necesitan claridad presupuestaria para afrontar otros fichajes, como el de Carlos Baleba, y no quieren que el caso Antony se convierta en un obstáculo. El ultimátum busca también mandar un mensaje al vestuario: no habrá concesiones con los jugadores que intenten forzar salidas en sus propios términos.

Antony, que no figura entre los futbolistas con salarios más altos de la plantilla, sigue entrenando con profesionalidad, pero su insistencia en un único destino ha tensado la situación. Con clubes de la Premier League interesados, el United espera que esta presión le haga reconsiderar sus opciones antes de que sea demasiado tarde.

La situación ha llegado a un punto límite. En Old Trafford no solo se juegan el futuro de Antony, sino también la credibilidad del club en el mercado. Si el brasileño mantiene su postura y el Betis no mueve ficha, el mensaje será claro: el Manchester United no cederá ante presiones ni estrategias de desgaste. El reloj corre y cada hora que pasa acerca más a Antony a un escenario incómodo: convertirse en un espectador de lujo hasta enero.